Las declaraciones de Jack Tretton, CEO de SCEA, no dejan lugar a dudas: los jugadores podrán comprar juegos de PS4, venderlos, dejárselos a amigos o mantenerlos para siempre. Tampoco dejarán de funcionar si no te conectas cada 24 horas y no será necesario registrar los juegos.
Con este anuncio y con el precio 100 euros inferior al de Xbox One, Sony da un golpe sobre la mesa y se adelanta claramente frente a Microsoft, que deberá replantearse su política si quiere evitar la marginación de buena parte del público.