Inicialmente la compañía había previsto fabricar en el período comprendido entre abril de 2017 y marzo de 2018 un total de 8 millones de unidades, pero los datos de ventas tras el lanzamiento y el interés popular habrían obligado a revisar los pronósticos hasta el doble de esa cantidad. Tatsumi Kimishima explicó recientemente que esperaban distribuir 2 millones de unidades en todo el mundo al mes, pero las fuentes consultadas por el Wall Street Journal elevan esa cifra hasta al menos los 2,5 millones.
Con las cantidades revisadas, el ritmo de producción se acercaría al del segundo año de vida de la exitosa Wii, que en los primeros doce meses tras su lanzamiento en 2006 se acercó a las 20 millones de unidades distribuidas, superando la capacidad de fabricación prevista por la compañía.
A falta de una confirmación oficial de estos datos tendremos que esperar al próximo informe de resultados financieros para la última anualidad, que Nintendo publicará el 27 de abril. A juzgar por anteriores ocasiones, en este documento se incluirán los planes de producción para el siguiente período, permitiéndonos corroborar o desmentir las informaciones de hoy.