Las fuentes aseguran que el smartwatch de los de Redmond podrá sincronizarse no solo con teléfonos Windows Phone, sino también con Android e iPhone. El dispositivo echaría mano de tecnología desarrollada para Kinect con el fin de medir el ritmo cardiaco del usuario y ofrecería una autonomía de dos días completos. En cuanto al diseño, el reloj presentaría un aspecto similar al Gear Fit de Samsung, con una pequeña pantalla táctil a color posicionada hacia el interior de la muñeca del usuario.
El sistema de monitorización de ritmo cardiaco superaría a otras soluciones como Gear Fit efectuando un seguimiento del usuario "a lo largo de todo el día", sin necesidad de activar dicha función. Presuntamente esta característica tiene que ver con las capacidades ópticas de Kinect, una simbiosis que no sería de extrañar después de que Alex Kipman, uno de los creadores de la cámara 3D para Xbox, se pasara hace unos meses al departamento de wearables de Microsoft.
Microsoft ha comunicado que "no tiene nada que declarar" sobre el informe, pero según Forbes el dispositivo podría llegar durante este mismo verano. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, enfatizó esta semana en la Code Conference sobre la necesidad de llevar los servicios de Microsoft a "todos los dispositivos", asegurando que "es la hora de que construyamos la próxima gran novedad".
De confirmarse esta información, Microsoft se sumaría a un mercado incipiente que crece a buen ritmo con grandes expectativas futuras. En estos momentos el sector de los wearables de muñeca está firmemente dominado por Samsung, Sony y Pebble a la espera del desembarco final de Android Wear de la mano de LG y Motorola.