Para intentar calmar sus preocupaciones Meinrad Spenger, director ejecutivo y cofundador de MásMóvil, ha comparecido ante los medios para explicar sus planes más inmediatos. Spenger afirma que seguirán usando la marca Pepephone ya que “tiene opiniones muy buenas y un reconocimiento muy elevado”. También se mantendrá la cobertura de Movistar y no se realizará ningún cambio en las condiciones ni subirán las tarifas.
"Sabemos que Pepephone hasta ahora ha hecho las cosas muy bien, con su peculiar personalidad, y nada de eso va a cambiar", escribe Meinrad Spenger en una carta abierta. "Queremos aprender, aportar nuestro respaldo, y formar juntos un cuarto operador fuerte. Sumar fuerzas es la mejor forma de garantizar que los consumidores siempre tengan una alternativa independiente y honesta".
Desde MásMóvil sostienen que esta operación es buena noticia para los accionistas, el sector de las telecomunicaciones y los clientes. Estos últimos “van a estar igual de satisfechos” y podrán aprovecharse de las nuevas sinergias, ya que la compañía capitaneada por Spenger cuenta con infraestructura propia de fibra y ADSL que consiguió después de que Orange adquiriese a Jazztel. La previsión es que la próxima semana presenten su oferta convergente.
En cuanto a los empleados, el activo más importante de Pepephone después de sus clientes, se va a contar con ellos, incluyendo a Pedro Serrahima, actual director (y no accionista) de la operadora. En palabras de Spenger, “vamos a cuidar de ellos, vamos a hacer que se sientan cómodos”.
MásMóvil desembolsará un total de 158 millones de euros para hacerse con el 100% de Pepephone. 20 millones de euros ya han sido abonados como pago a cuenta y el restante se financiará a través de una combinación de deuda y la emisión de nuevas acciones. Esta compra permitrá a MásMóvil alcanzar casi un millón de clientes móvil y alrededor de 60.000 clientes de banda ancha.