Lejos de mostrarse preocupado, Whitten afirma que “esta es literalmente la época más dorada de la era dorada que he visto jamás alrededor de los videojuegos. Pienso que esto es lo que hace grande a los juegos. Me encanta ver la pasión de alguien como Palmer [Luckey, fundador de Oculus] y los chicos de Oculus. Y ver alguien como John Carmack subirse al carro y centrarse en ello es magnífico”.
Cuando le interrogan sobre las Steam Machines de lo primero que hablan con Whitten es sobre las palabras de Gabe Newell, que respondió a la pregunta de un fan sobre los 3 millones de Xbox One vendidas durante el 2013. El máximo dirigente de Valve minimizó en tono de broma la cifra alcanzada por la consola de Microsoft diciendo; “bueno, les va a llevar un rato alcanzarnos. Nosotros vamos por los 65 millones”. Whitten entre risas responde al cofundador de Valve afirmando que “la última cosa que haría en mi vida es entrar en una guerra de declaraciones con Gabe Newell”.
Dejando las bromas a parte, Whitten se muestra escéptico sobre el proyecto de Valve, “personalmente no se qué pensar al respecto”, pero reconoce que la capacidad de poder modificar el hardware en equipos enfocados a los videojuegos es una cualidad importante que mucha gente le gusta hacer.
En cuanto a si considera a las Steam Machines una posible competencia tanto para PlayStation 4 como para Xbox One, contesta: “Cuando entras en el ambiente de la sala de estar, no quieres gastar ni una neurona en algo que no sea estar entretenido. No quieres trabajar en ello, no quiero sentir que debo saber cómo funciona. Me gusta estar haciendo que algo estalle o viendo algo. Esta es la actividad fundamental que uno quiere hacer. Siento que hay espacio para ambos. No me preocupa”.