Apple ha presentado hoy sus resultados para el cuarto trimestre fiscal revelando unos beneficios de 8.500 millones de dólares y unos ingresos de 42.100 millones de dólares. Este rendimiento, mejor de lo esperado, se han producido gracias a los nuevos iPhone 6 y iPhone 6 Plus y al buen comportamiento de las ventas de Mac.
Según Apple, durante este trimestre terminado el pasado 27 de septiembre se han vendido 39,2 millones de iPhone, un aumento respecto a los 33,8 millones del mismo periodo del año anterior. No se han detallado cuántos de estos eran iPhone 6 o iPhone 6 Plus, pero las ventas de ambos dispositivos superaron los 10 millones de unidades en sus primeros tres días.
En palabras de Tim Cook, director ejecutivo de Apple, “la demanda ha sido asombrosa”, y añadió que las ventas fueron “notablemente superiores” en todos los países donde se puso a la venta el iPhone 5S el año pasado.
La parte negativa es para las ventas del iPad. La tableta de Apple ha conseguido despachar 12,3 millones de unidades, una cifra inferior de los 13,1 millones previstos por la compañía y aún más por debajo de los 14,1 millones de iPads vendidos en el mismo trimestre del año pasado. Parece que los interesados en el dispositivo de Apple han aprendido a esperar, ya que hace escasamente 4 días se presentó la nueva generación de iPads.
Mejor ha funcionado el negocio de los Mac. Los ordenadores personales diseñados por Apple vendieron 5,22 millones de unidades, un récord de ventas trimestral histórico que además está muy por encima de los 4,85 millones previstos. Gran parte de este crecimiento provino de los mercados emergentes, según Luca Maestri, director de finanzas de Apple.
Por último, los iPods siguen con su caída libre vendiendo 2,6 millones de unidades, un descenso del 24% respecto a los 3,5 millones despachados durante el mismo periodo del año pasado. No es algo que deba sorprender, Apple no ha renovado esta gama de dispositivos desde el 2012.