Por el momento, la Oficina de Competencia no ha comunicado la procedencia de la denuncia e indica que en primera instancia no se han encontrado indicios de infracción. Por su parte, el brazo canadiense de la firma de Cupertino no ha realizado declaraciones oficiales sobre el proceso.
El organismo ha confirmado la solicitud de una orden judicial que obligará a la división canadiense de Apple a proveer registros relacionados con la investigación. "En caso de encontrar pruebas de que la Ley de Competencia se ha contravenido, el Comisionado tomará las medidas apropiadas", declara un portavoz de la entidad canadiense.
Aunque de momento no existen cargos sobre el fabricante en Canadá, este proceso se suma a los problemas de Apple en Europa por tácticas anticompetitivas. La Comisión Europea sigue investigando si la marca de la manzana disfruta en Irlanda de un trato de favor fiscal que no comulga con las normas comunitarias de la competencia.
Para conseguir esta bajada de impuestos, Apple habría presionado al Gobierno irlandés en las dos negociaciones ocurridas en 1991 y de nuevo en 2007. Ante la presión de la UE y del Senado de los Estados Unidos, la compañía ha negado categóricamente en múltiples ocasiones el uso de "trucos fiscales".