Según denuncia Andoni Monforte, fundador de Món Orxata, a raíz del cierre “muchos clientes empezaron a llamar para solidarizarse, creyendo que la empresa había cerrado”. A pesar de crear una nueva cuenta “huérfana de historia”, Monforte asegura que “las ventas se vieron fuertemente afectadas” y han retrocedido un 36%. Después de intentar contactar sin éxito con Facebook en busca de explicaciones, decidieron llevar a la red social a los juzgados.
Cuando llegó la denuncia Facebook escurrió el bulto sacando a pasear las condiciones de uso, esas que aceptan todos los usuarios de la red social y en las que se indica que en caso de pleito el usuario debe someterse a las leyes del estado de California (Estados Unidos) y en consecuencia a la justicia estadounidense. Pero este muro económicamente insalvable para una PYME se ha desvanecido cuando el Juzgado de Primera Instancia de Valencia ha sentenciado que el procedimiento judicial debe seguir en la capital valenciana.
Viñeta firmada por Salva Martínez, responsable de diseño, redes sociales y la tienda en línea de Món Orxata
El juicio se celebrará en las próximas semanas, una vez se haya producido la vista previa entre las partes. Según los servicios jurídicos de Món Orxata el litigio genera un importante precedente, ya que obliga a una multinacional estadounidense a someterse a la jurisdicción europea en un conflicto comercial, a pesar de que el demandante aceptó acudir a la justicia estadounidense en caso de existir un litigio entre las dos partes.
De acuerdo con una noticia publicada en El Mundo, Món Orxata reclama una compensación de 6.000 euros, que se restaure "su honor y prestigio vinculados a su identidad digital" y que Facebook cambie su política "a la hora de dar de baja un perfil de forma que nadie más, empresas o particulares, vea pisoteados sus derechos".