Cuando Huawei descartó el uso de Windows Phone en sus teléfonos inteligentes o abandonó la idea de crear un terminal dual-boot con Android no proporcionó ninguna explicación. Hoy parece que quedan claros los motivos de esta decisión.
A pesar de estas declaraciones de su responsable de comunicación el fabricante chino no descarta una marcha atrás, siempre y cuando se “produzcan importantes cambios en el mercado”. Eso pasaría por un gran aumento de la cuota de mercado de Windows Phone.
Esta no es una buena noticia para Microsoft, que intenta licenciar su sistema operativo entre el máximo de fabricantes posibles. Desde que se ha convertido en un gran fabricante de hardware con la adquisición de Nokia los de Redmond deben aprender a gestionar su nueva posición, pues dominan la producción de terminales con Windows Phone y desarrollan el sistema operativo.
A pesar de ello con Huawei no se terminan los fabricantes chinos. Microsoft tiene firmadas alianzas con otras compañías como Foxconn, Lenovo o ZTE para que den soporte a Windows Phone en sus terminales.