Estas son las palabras literales de Kent Walker, responsable de asuntos legales de Google, en el blog europeo de la compañía. En un largo artículo trufado con GIFs móviles y un vídeo creado para la ocasión, Walker hace un alegato contra el pliego de cargos presentado por la Comisión Europea. Según sus palabras, "Android no es una calle de una sola dirección; es una autopista de múltiples carriles para elegir".
Los cargos presentados contra Google por la comisaria europea de competencia Margrethe Vestager son varios. Competencia cree que Google podría estar promoviendo sus propias aplicaciones y servicios de forma ilegal, forzando a los fabricantes a instalarlos y poniendo así la zancadilla a los desarrolladores independientes de aplicaciones rivales. Asimismo, se hace eco de las quejas de algunas compañías y desconfía de la supuesta apertura de Google en lo relacionado a la creación de forks o versiones derivadas de Android, supuestamente desincentivados a través de la Open Handset Alliance, el grupo creado por Google para la estandarización de Android que prohíbe a sus socios el lanzamiento de forks.
Buena parte del peso del pliego de cargos se fundamenta en la posición dominante que Google tiene en el mercado telefónico.
De acuerdo con los datos facilitados ayer mismo por la firma de estudios Kantar, Android representó el 81,1% de las ventas de dispositivos móviles durante el tercer trimestre en Alemania, el 55,7% en el Reino Unido, el 74,2% en Francia, el 82,1% en Italia y el 93% en España. En todos los países del Top 5 europeo las ventas de dispositivos basados en Android se incrementaron. Salvo en el Reino Unido, donde el iPhone es singularmente fuerte, iOS tiene una cuota de ventas muy inferior a la de Android. En el caso de Windows Phone, las ventas son directamente residuales.
La respuesta de Google en cuanto a su posible abuso de posición dominante es la siguiente:
En primer lugar, el argumento de la Comisión se basa en la idea de que Android no compite con iOS de Apple. No lo vemos así. Tampoco creemos que este sea el caso de Apple. O de los fabricantes de teléfonos. O de los desarrolladores. O de los usuarios. De hecho, el 89% de los las personas que respondieron en el estudio de mercado de la Comisión confirmaron que Android y Apple compiten.
En cuanto a la libre disponibilidad de aplicaciones y el supuesto abuso que supone su inclusión por defecto en los dispositivos con Android, Walker expresa:
Los competidores de Android, incluyendo el iPhone de Apple y Windows Phone de Microsoft, no solo hacen lo mismo, sino que ofrecen una menor posibilidad de elección en las aplicaciones que vienen en sus teléfonos. En Android, las aplicaciones de Google suponen normalmente menos de una tercera parte de las apps preinstaladas en el dispositivo [...] Y de forma única, los fabricantes de hardware y las operadoras pueden preinstalar aplicaciones rivales justo al lado de las nuestras.
La respuesta de Google trata de convencer no solo a la Comisión sino también al público de que de ninguna forma está realizando un uso abusivo de su posición como responsable de la plataforma móvil más popular en Europa.
Más aún, Google alerta de que la intervención de la Comisión podría romper el equilibrio entre "las necesidades de todos los participantes, incluyendo usuarios y desarrolladores", lo que según el gigante estadounidense redundaría en "menos innovación, menos capacidad de elección, menos competencia y precios más altos". Un alegato con el que Google quiere defender su inocencia en una investigación que podría acarrearle una multa de aproximadamente 6.000 millones de euros, el 10% de la facturación anual de la compañía.
