Millones de europeos utilizan ordenadores portátiles, teléfonos móviles y herramientas eléctricas que utilizan baterías recargables de iones de litio. La decisión de hoy sanciona a cuatro fabricantes de baterías recargables cuya colusión afectó a los precios de un número de productos vendidos a los consumidores europeos. También envía un importante mensaje a las compañías: si los consumidores europeos se ven afectados por un cartel, la Comisión lo investigará incluso si los contactos anticompetitivos tuvieron lugar fuera de Europa.