Bajo la premisa de que el “roaming es para los que viajan”, la Comisión Europea propone tres criterios para proteger a los operadores ante los posibles abusos de sus consumidores. No se habla de límites, ni de días, llamadas realizadas o datos móviles consumidos, circunstancia que podría levantar polémica. Las tres normas son las siguientes:
Tráfico de datos, llamadas o mensajes doméstico insignificante respecto al uso en itinerancia.
Una larga inactividad de una tarjeta SIM asociada al uso principalmente (aunque no exclusivo) en itinerancia.
Contratación y uso de múltiples tarjetas SIM por el mismo usuario en varios países.
En caso de que un operador detecte en base a estos tres criterios el abuso por parte de uno de sus clientes, lo deberá avisar y le podrá aplicar un recargo. La comisión propone un máximo de 0,04 euros / minuto por llamada, 0,01 euros por SMS y 0,0085 euros por mega consumido. En caso de conflicto el operador deberá permitir a su cliente presentar una reclamación y si el conflicto persiste será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (o el organismo nacional correspondiente) quien lo resuelva.
La propuesta de la Comisión Europea, que aún no es definitiva y debe aprobarse, debería empezar a aplicarse a partir del 15 de junio de 2017.