De aprobarse esta ley, los ciudadanos europeos podrían acogerse a la Ley de Privacidad de los Estados Unidos que regula desde 1974 la recolección, uso y publicación de datos que puedan identificar a un individuo por parte de agencias federales. El texto requiere que las agencias divulguen sus métodos para recabar información y prohíbe la publicación de datos personales salvo consentimiento firmado.
"En un mundo de crimen globalizado y terrorismo, podemos proteger a nuestros ciudadanos solo si trabajamos de forma conjunta internacionalmente, incluso mediante el intercambio de información policial con y entre Estados Miembros de la UE y otros aliados cercanos", comenta el Ministro de Justicia de EE.UU., Eric Holder, en un comunicado. "Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que continuamos nuestra larga tradición de asegurar la privacidad en el contexto del orden público".
Según The Guardian, la intención del gobierno ha sido bien recibida por los grupos a favor de los derechos humanos y la privacidad pero con síntomas de escepticismo. Estas organizaciones describen el anuncio como una "vaga promesa" y destacan que la Ley de Privacidad estadounidense provee un entramado legislativo muy débil.
El apoyo del gobierno a la nueva ley conlleva la expectativa de que las administraciones europeas compartan información con los EE.UU. para propósitos de seguridad nacional, incluyendo movimiento de combatientes desde y hacia Siria. "Este compromiso […] refleja nuestra intención de seguir adelante no solo en la protección de datos y acuerdos de privacidad, sino para reforzar nuestros lazos trasatlánticos", añadió Holder.