El Ministerio de Industria español
prevé endurecer las sanciones y crear una normativa para atajar el fraude de las empresas que comercializan servicios ADSL, después de que se dispararan las reclamaciones durante el pasado año. En 2005 las quejas recibidas por la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones correspondieron mayoritariamente al ADSL, superando a la telefonía móvil a pesar de que el número de usuarios de esta es 10 veces mayor. La principales quejas son las altas sin consentimiento, la publicidad engañosa y el bloqueo de la línea telefónica.