Por ahora la propuesta del organismo americano se limita a regular estos dispositivos, pero espera que esta tecnología sea un requerimiento para todos los vehículos en el futuro próximo. Para ello se ha elaborado un informe de viabilidad sobre la comunicación V2V que representará el primer paso en la obligación de incluir este sistema en todo el parque móvil. "Ayudando a los conductores a evitar accidentes, esta tecnología jugará un papel clave para mejorar la manera en la que la gente va a donde necesita ir", declaró Foxx.
La mayoría de los grandes fabricantes de automóviles (incluyendo a Audi, Volkswagen, BMW, Ford, Mercedes, Honda y Toyota) están desarrollando alguna clase de sistema V2V. Por ejemplo General Motors ha desarrollado un sistema capaz de reconocer peatones mediante Wi-Fi para advertir su proximidad y evitar posibles situaciones de riesgo.
Fuera de las marcas estrictamente automovilísticas también existen investigaciones sobre el V2V, como es el caso de Motorola que patentó hace unos meses un sistema basado en vídeo y ondas de radio para detectar alertas de proximidad entre automóviles. Por su parte, los reguladores federales proponen una red de radiofrecuencia dedicada para que los coches "hablen" entre ellos hasta los 275 metros.
Un estándar para el sistema V2V permitiría 360 grados de detección de proximidad, evitando accidentes provocados por conductores distraídos o simplemente por una situación que supere a nuestros reflejos. Tal como expone el secretario de transporte: "V2V tiene el potencial de ayudar a los conductores evitar entre el 70 y 80 por ciento de los accidentes provocados por conductores con plenas facultades".