El equipo de investigadores de la IPCMS ha conseguido obtener luminiscencia en una única molécula de un polímero, lo que representa el desarrollo del OLED más pequeño posible. Además de las posibles aplicaciones en electrónica de consumo cara el futuro, el exitoso experimento ha revelado nuevos detalles sobre la interacción entre electrones y fotones a escala microscópica.
El dispositivo desarrollado está formado por un único hilo de politiofeno soportado entre la punta de un microscopio de efecto túnel y una superficie de oro. El polímero cumple las funciones de un LED puesto que tan solo se ilumina cuando una corriente eléctrica lo atraviesa en una dirección, pero no en la contraria.
Por ahora la luz emitida solo se encuentra dentro de la longitud de onda que genera tonos rojos, pero los científicos esperan poder optimizar los compuestos utilizados para producir emisiones de luz más potentes. Por otro lado, el politiofeno es un polímero que ya se utiliza de forma común en LEDs de tamaño estándar dentro de la industria electrónica lo que asegura su disponibilidad y economía.
De conseguir realizar esta tecnología a gran escala, los OLEDs moleculares revolucionarían algunas áreas concretas más allá de los smartphones o los televisores. Este sería el caso de los visores de realidad virtual, que necesitan una densidad de píxeles mucho mayor debido a las lentes de aumento utilizadas y la cercanía a los ojos del usuario.