El juego, que inició su andadura como el proyecto de un grupo de estudiantes daneses, logró unos años después la financiación (incluyendo una campaña en Kickstarter) con la que convertirse en un título completo que fue lanzado inicialmente para las tres plataformas de Steam el agosto pasado, con versiones para Android e iOS disponibles poco después.
Ahora el pequeño estudio trabaja en el desarrollo de una versión para PlayStation Network, jugable en PS3, PS4 y Vita, junto con otra para Wii U, todas ellas con una fecha de lanzamiento aún difusa pero prevista para antes de final de año.
La premisa de Back to Bed es simple, y os recordará a algunos a varios títulos del pasado como el Sleepwalker de Ocean de los 90: el protagonista (pero en cierto modo npc) Bob es sonámbulo, y en sus sueños deberá recorrer los parajes más extraños de su imaginación tratando de volver a su cama para dar un final feliz al viaje. Dado que no disponemos de un control directo sobre él, deberemos manejar a su alter ego en el mundo onírico, Subob, que con su extraño aspecto mitad perro mitad humano (¿alguien ha dicho Seaman?) hará todo lo posible para dirigir a Bob a su objetivo.
El punto más destacado del juego viene dado por el estilo artístico escogido allá por 2011 (sí, el desarrollo comenzó dos años antes que el de Monument Valley), inspirado en las fascinantes obras de Dalí y Magritte, y en la "realidad imposible" del trabajo de M.C. Escher. Jugando con la percepción y la física esperada de las superficies, el título emplea también otros recursos para introducirnos en los surrealistas sueños de Bob, como un apartado sonoro inquietante, logrado por ejemplo al grabar al actor que proporciona las voces mientras pronunciaba cada frase de forma invertida y luego reproduciéndola en la dirección "correcta".