Movimiento de calado en Bungie, un estudio que se encuentra en medio de un proceso para
integrarse en PlayStation Studios. Pete Parsons, director ejecutivo de Bungie, ha
anunciado que tras 23 años en la compañía deja el equipo y su lugar lo pasa a ocupar Justin Truman, director de desarrollo y antiguo gerente de Destiny 2.
Pete Parsons entró a formar parte de Bungie en 2002 y desde 2015 ejerce el cargo de director ejecutivo. En otras palabras, Parsons empezó su trabajo como máximo responsable del estudio después de la era Halo y tras el lanzamiento de Destiny (2014). Antes de asumir el mando de Bungie trabajó como productor ejecutivo y director de operaciones en varias entregas de la saga Halo. Durante su mandato
Bungie se independizó de Activision dos años antes de que terminara una relación comercial que tendría que haber durado una década, y hace tres años aceptó la
compra por parte de Sony a cambio de 3.600 millones de dólares.
La trayectoria de Bungie bajo el mandato de Parsons no ha sido especialmente buena. Cuando asumió el cargo el viento de cola era favorable gracias al éxito de Destiny, pero durante los últimos años la compañía no ha protagonizado buenas noticias. Tras la compra de Sony en 2022, Bungie experimentó
varias rondas de despidos que se han llevado por delante cientos de puestos de trabajo, mientras que
Destiny 2 y
Marathon han pasado por un cambio de director. Además, Destiny 2 ha sufrido problemas de desarrollo y un descenso de la popularidad, y
Marathon ha retrasado su lanzamiento sin anunciar una nueva fecha.
Parsons también se ha visto salpicado por
otras polémicas, incluyendo las grandes sumas de dinero que se ha gastado en coches clásicos desde 2022, el año que firmó la venta de Bungie. Cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera, pero a los exempleados de Bungie no les sentó muy bien que mientras Parsons los echaba él compraba coches clásicos valorados en decenas de miles de dólares.
Justin Truman, el nuevo director ejecutivo de Bungie, es un hombre de la casa. Truman lleva más de 15 años en la compañía, tiempo durante el cual ha trabajado como ingeniero en Destiny, diseñador en Destiny 2 y productor de las primeras temporadas del juego. Más recientemente ha asumido el rol de director de desarrollo. Ahora se pondrá al frente de un estudio que tarde o temprano terminará formando parte de PlayStation Studios.