1) En las playas de tradición nudista desde siempre ha sido habitual la presencia de textiles. Una casuística razonable: parejas en donde un@ es nudista y otr@ no, familias no nudistas al completo, grupos de amig@s en donde hay algún bañador... Un porcentaje que, cuando está en torno al 20%, permite una convivencia entre estas dos formas de concebir el disfrute de un día de playa. Para el Nudismo de hecho esa característica no exclusiva de las playas es beneficiosa: se produce un proselitismo natural, por el ejemplo de lo que se ve alrededor. Así muchos textiles se han convertido en nudistas. Para que esto pueda darse, es necesario que existan espacios donde poder desnudarse en condiciones de comodidad y seguridad.
2) En los últimos cinco años aproximadamente se está produciendo un fenómeno que amenaza la tradición nudista de muchas playas. Esas playas y calas están recibiendo la presencia MASIVA de visitantes textiles. Gente que visita esos lugares por la playa, no por el Nudismo, una característica específica que enriquece e identifica a esos parajes. El espectro de textiles en playas de tradición nudista puede ser muy amplio: va desde nudófob@s y antinudistas hasta gente con simpatía hacia el Nudismo que sin embargo no desea sumarse a ese estilo de vida. La nota común es que es gente NO INTERESADA en el Nudismo. Esto genera efectos que se alimentan a si mismos. Esa presencia masiva de no nudistas hace que, cuando el porcentaje está en el 70 u 80%, much@s nudistas estén realmente muy incómod@s rodead@s de personas vestidas que no comparten el mismo discurso sobre la relación con los espacios naturales. A eso hay que añadir el TEMA FOTOS: ser continuamente fotografiad@ o grabad@ no colabora a que te sientas segur@, si tu imagen desnuda va a circular por Internet sin ningún control por tu parte. Cuando la comodidad y la seguridad desaparecen el uso nudista disminuye (nudistas que dejan de ir a esa playa o que van y se quedan en bañador, algo que agrava el problema), mientras que el uso textil sigue aumentando. Resultado: un declive acelerado en los últimos años del Nudismo en playas que están perdiendo su uso tradicional. Algo que amenaza la propia expansión del Nudismo en España: sin esos espacios de libertad en donde desarrollar en condiciones óptimas nuestro estilo de vida éste puede sufrir un retroceso.
3) En el Racó del Conill, en Villajoyosa (Alicante) este fenómeno general que he descrito también se viene produciendo. La tradición nudista de la playa, de más de cuarenta años, está amenazada por un uso textil masivo, sobretodo en los meses de verano. L@s nudistas habituales de la playa, otr@s que van y vienen durante el año, y en en los últimos meses much@s nudistas de paso por este lugar en sus vacaciones, estamos creando un proyecto de defensa de esa tradición en peligro. Ya hemos hecho varias cosas:
- Asesoramiento y colaboración con Asociaciones Naturistas que nos han ayudado a elaborar nuestro ideario y que valoran muy positivamente nuestro proyecto. Así la Asociación de Amigos del Nudismo en Madrid (AANUMA), el Club Català de Naturisme (CCN) o la Federación Española de Naturismo (FEN).
- Colaboración con el Ayuntamiento de La Vila Joiosa. A propuesta nuestra, modificación del Artículo 60 de la Ordenanza Municipal de Playas; la nueva redacción del Artículo ahora vigente es nuestra, y fue aprobada por unanimidad en Pleno del Ayuntamiento. En este Artículo, que se ajusta escrupulosamente al marco legal del Nudismo en España, se marca la consolidada tradición nudista de esta playa, se reconocen como legales y opcionales ambos usos nudista y textil, y se RECOMIENDA un uso nudista, "en sintonía con esa tradición, con el fin de preservarla". La tradición nudista entendida como un patrimonio que conviene preservar, mediante una normativa no excluyente, que no prohíbe ni sanciona nada. Con respecto a la ropa todo es legal, todo es opcional. Simplemente, recomendaciones para la convivencia. Mientras, otros Ayuntamientos ILEGALIZAN el uso nudista de sus playas y espantan sin comillas el turismo.
- Como desarrollo de ese cambio legislativo, colocación de unos carteles en la carretera de acceso a la playa: RACÓ DEL CONILL. PLAYA DE TRADICIÓN NUDISTA. Como se ve, son carteles meramente INFORMATIVOS, que garantizan que todo el mundo que llegue a la playa sepa en qué tipo de sitio está, En la playa no existen más "normas" que las que marca la Ordenanza Municipal: sobre horarios de pesca, prohibición de hacer fuego, sanciones a dejar basura, usar botellas de cristal, etc, etc. Las normas sin comillas típicas de este tipo de Ordenanzas. Por supuesto en los carteles, que hemos diseñado nosotros, no figura el icono de un bañador tachado. No forma parte de nuestro ideario la intención de prohibir ni sancionar nada. Ni siquiera las fotos: creemos que es posible EDUCAR en un uso respetuoso de las cámaras.
4) A la vez que nuestro proyecto iba avanzando en los logros que he contado, hemos editado unos folletos, sufragados mediante colectas entre l@s nudistas de la playa, que estamos repartiendo entre textiles y nudistas. Ahí explicamos esta problemática. Conseguimos de este modo sumar apoyos a nuestro proyecto (a l@s nudistas casi no tenemos que explicarles nada, lo viven continuamente en otras playas que conocen) y, lo más importante, llegar a l@s textiles para plantear este asunto, los efectos de la presencia masiva de no nudistas, un asunto del que por supuesto no son conscientes. Por eso hay que explicárselo, por eso hemos editado unos folletos. El reparto es cortés, la recepción igualmente educada. Queremos CONVENCER. Les ofrecemos el folleto, les rogamos que se lo lean y nos vamos. Más de 1400 folletos repartidos en menos de dos meses. ningún altercado.
Con todo esto que he contado espero que l@s seguidores de este hilo dispongan de más información para contrastar con el espantoso titular del deficitario artículo que lo ha iniciado. Que un colectivo se organice porque tiene un problema, canalice sus reivindicaciones por los medios institucionales adecuados y se dirija a la sociedad por medio de un folleto explicativo que se puede decidir leer o no, ahora o dentro de un rato o nunca, solo puede provocar espanto a quien se asusta de la libertad de expresión.