¡Un informático! O eso es lo que suelo tener siempre, salvo este preciso instante en el que solo tengo... una caja de chocolatinas.
El informático es mucho más útil, ya que puede:
a) Defenderme
b) Servir de comida para zombis mientras yo escapo
c) Ser abusado sexualmente para hacer que nuestros últimos minutos de vida sean más agradables.
Las chocolatinas pueden ser devoradas (por mí o por los zombis) pero dudo que puedan garantizar mi integridad. Además, seguro que ya no existen de aquí a que suceda el anunciado apocalipsis. Total, que me voy a llorar un rato.
PD: Ya podría haber sido el objeto de la derecha. El tocho de "A dance with dragons" es un arma arrojadiza letal.