Italia hunde los mercados europeos: su prima de riesgo supera a la de Irlanda cuando fue rescatada

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Quizás sea porque no tengo ni idea de la economía pero, ¿soy el único que piensa que comprar deuda así es como apagar un incendio con gasolina?
KAISER-77 escribió:Quizás sea porque no tengo ni idea de la economía pero, ¿soy el único que piensa que comprar deuda así es como apagar un incendio con gasolina?

Si es dedua alemana no. [carcajad]
granjou escribió:Que se vaya al garete el euro de una vez, que na más que problemas nos ha dao!!
Mirad a Polonia con su zloty, dentro de la unión y devaluando su moneda cuando le da la gana, compite contra el euro y las exportaciones más baratas que nadie, así se hacen con todos los contratos, ya podríamos estar nosotros con nuestra querida peseta.


Lo dices como si el dinero que tienes en el banco (y tus posibles deudas) no fueran en euros. En Polonia pase, no tienen el euro, así que ponen más dinero en circulación y listo, pero a nosotros que ya estamos dentro primero que nada habría que empezar a imprimir neopesetas, de mientras, todo el mundo sacaría sus euros de los bancos en previsión de que la nueva moneda bajaría, por lo que quebrarían si no se hace un corralito (es decir, que no puedes sacar tu dinero). Aparte de los bancos ardiendo y las barricadas por las calles (que pasaría) los créditos no se podrían devolver con la moneda devaluada.

Al final de todo el proceso, si queda algo, a lo mejor empezaban a mejorar las cosas, pero por el camino lo mismo nos habíamos comido una guerra civil con la tontería. En países que no han entrado puede colar, en los de dentro del euro.

Aparte Polonia no tiene una burbuja inmobiliaria, y el paro ha estado creciendo en los últimos meses y ahora ya está en el 13%. Somos países muy distintos y partimos de situaciones muy distintas. Ahora toca apechugar y hacer las cosas "bien". Y el que lo prefiera puede ir a vivir a Polonia (o Alemania), al fin y al cabo semos uropeos.
Gurlukovich escribió:
granjou escribió:Que se vaya al garete el euro de una vez, que na más que problemas nos ha dao!!
Mirad a Polonia con su zloty, dentro de la unión y devaluando su moneda cuando le da la gana, compite contra el euro y las exportaciones más baratas que nadie, así se hacen con todos los contratos, ya podríamos estar nosotros con nuestra querida peseta.


Lo dices como si el dinero que tienes en el banco (y tus posibles deudas) no fueran en euros. En Polonia pase, no tienen el euro, así que ponen más dinero en circulación y listo, pero a nosotros que ya estamos dentro primero que nada habría que empezar a imprimir neopesetas, de mientras, todo el mundo sacaría sus euros de los bancos en previsión de que la nueva moneda bajaría, por lo que quebrarían si no se hace un corralito (es decir, que no puedes sacar tu dinero). Aparte de los bancos ardiendo y las barricadas por las calles (que pasaría) los créditos no se podrían devolver con la moneda devaluada.

Al final de todo el proceso, si queda algo, a lo mejor empezaban a mejorar las cosas, pero por el camino lo mismo nos habíamos comido una guerra civil con la tontería. En países que no han entrado puede colar, en los de dentro del euro.

Aparte Polonia no tiene una burbuja inmobiliaria, y el paro ha estado creciendo en los últimos meses y ahora ya está en el 13%. Somos países muy distintos y partimos de situaciones muy distintas. Ahora toca apechugar y hacer las cosas "bien". Y el que lo prefiera puede ir a vivir a Polonia (o Alemania), al fin y al cabo semos uropeos.


Y que es hacer las cosas bien? xD

Espero que no sea que el pueblo pague las malas prácticas y decisiones de la banca y los políticos. Porque si hacer las cosas bien es vivir peor que nuestros padres, apaga y vámonos. Yo desde luego, oye, no estoy dispuesto a comerme el marrón cuando acabo de entrar por la puerta prácticamente.

"Hola hijo, en la banca la hemos cagado, pero bueno, nos hemos llenado los bolsillos en el camino. Para solucionar esto, se nos ha ocurrido que a tí, y a otros tantos millones de jovenes con estudios, os vamos a subemplear por años, así os damos empleo. No te preocupes, solucionaremos esto todos juntos."

Imagen
¿Quien apuesta conmigo a que Francia cae antes que España? bueno, al menos a la vez, porque como caiga Francia se va todo a tomar por culo sí o sí...

La otra opción es que se haga tabla rasa en todos los países de Europa y empecemos de cero, como Islandia, Grecia, Irlanda...
Era todo una estafa tan grande, un coge el dinero y corre de los acreedores tan descarado, que apenas he ido siguiendo con interés éste asunto de los rescates del asco que me daba. Sin embargo, con ésto de Italia la verdad es que ahora sí estoy algo acojonado, podemos estar más cerca de irnos al carajo de lo que creemos.
Lucy_Sky_Diam escribió:¿Quien apuesta conmigo a que Francia cae antes que España? bueno, al menos a la vez, porque como caiga Francia se va todo a tomar por culo sí o sí...

La otra opción es que se haga tabla rasa en todos los países de Europa y empecemos de cero, como Islandia, Grecia, Irlanda...


Si Francia cae es arrastrada por Hispanistan en Italia, y no al reves.
charlesdegaule escribió:
Lucy_Sky_Diam escribió:¿Quien apuesta conmigo a que Francia cae antes que España? bueno, al menos a la vez, porque como caiga Francia se va todo a tomar por culo sí o sí...

La otra opción es que se haga tabla rasa en todos los países de Europa y empecemos de cero, como Islandia, Grecia, Irlanda...


Si Francia cae es arrastrada por Hispanistan en Italia, y no al reves.

Y si cae Francia cae Alemania... Welcome to Chain Reaction :(

Por cierto acabo de caer en una solución facil y rapida si todo se va al traste. ESTADOS UNIDOS declara la deuda de EUROPA como odiosa y se libra de la quiebra. Pero tranquilos que esto solo tiene posibilidades de hacerse si la UE cae asi que caer caemos.
Los EEUU con su In God We Trust les salvara pero a nosotros no.
Perfect Ardamax escribió:
charlesdegaule escribió:
Lucy_Sky_Diam escribió:¿Quien apuesta conmigo a que Francia cae antes que España? bueno, al menos a la vez, porque como caiga Francia se va todo a tomar por culo sí o sí...

La otra opción es que se haga tabla rasa en todos los países de Europa y empecemos de cero, como Islandia, Grecia, Irlanda...


Si Francia cae es arrastrada por Hispanistan en Italia, y no al reves.

Y si cae Francia cae Alemania... Welcome to Chain Reaction :(


Comentan que la unica solucion es, o bien devaluar el euro con la respuesta inflaccionaria que nos comeria vivos, o los eurobonos que ya han descartado desde el Bundesbank (y si el Bundesbank dice no, Frau Merkel no puede hacer nada); asi que, o todos follamos o la puta al rio.

Edito; tengo el aleman algo oxidado.
Yo tengo un amigo en Francia que hablo con él todas las semanas, y me comenta que allí las cosas no están tan bien como nos quieren hacer creer.

Por otra parte ayer escuchando la radio, habló un español que se había ido a Alemania a trabajar. Pues bien, era informático y comentó que a pesar de que había algo más de trabajo y mejor pagado que en España; le había costado un poco de tiempo encontrar un trabajo decente.

Así que me parece que lo peor puede estar por llegar, aunque espero equivocarme.
Flanders escribió:Yo tengo un amigo en Francia que hablo con él todas las semanas, y me comenta que allí las cosas no están tan bien como nos quieren hacer creer.

Por otra parte ayer escuchando la radio, habló un español que se había ido a Alemania a trabajar. Pues bien, era informático y comentó que a pesar de que había algo más de trabajo y mejor pagado que en España; le había costado un poco de tiempo encontrar un trabajo decente.

Así que me parece que lo peor puede estar por llegar, aunque espero equivocarme.


Depende. No es el paraiso en el sentido de que te dan una nomina con varios ceros por tocarte las narices, pero si tiene una tasa de paro mucho mas baja y una calidad de vida mucho mayor. El SMI supera al espagnol en bastante dinero, y sin embargo los precios no distan mucho...

Yo trabajaba 35h semanales, y pasaba los 2000 euros netos; cuando en Hispanistan no encontraba siquiera trabajo teniendo una carrera.

Lo que no comprendo es como esta aguantando tanto, sinceramente.
charlesdegaule escribió:
Flanders escribió:Yo tengo un amigo en Francia que hablo con él todas las semanas, y me comenta que allí las cosas no están tan bien como nos quieren hacer creer.

Por otra parte ayer escuchando la radio, habló un español que se había ido a Alemania a trabajar. Pues bien, era informático y comentó que a pesar de que había algo más de trabajo y mejor pagado que en España; le había costado un poco de tiempo encontrar un trabajo decente.

Así que me parece que lo peor puede estar por llegar, aunque espero equivocarme.


Depende. No es el paraiso en el sentido de que te dan una nomina con varios ceros por tocarte las narices, pero si tiene una tasa de paro mucho mas baja y una calidad de vida mucho mayor. El SMI supera al espagnol en bastante dinero, y sin embargo los precios no distan mucho...

Yo trabajaba 35h semanales, y pasaba los 2000 euros netos; cuando en Hispanistan no encontraba siquiera trabajo teniendo una carrera.

Lo que no comprendo es como esta aguantando tanto, sinceramente.

He leido parte de tu blog y me ha parecido interesante.

A pesar que lo habrás pasado mal y te irías con cierto miedo, me gusta que una vez pasados aquellos tiempos, lo cuentes con humor.

Al menos tu distes el paso, otros o no nos atrevemos o no podemos y nos tenemos que comer la mierda española; y peor aún de nuestra ciudad (eres paisano por lo que veo).

En fin, supongo que te irá bien, pero por si acaso: mucha suerte, mucho ánimo y felicidades por ver la vida de una forma positiva.
Flanders escribió:
charlesdegaule escribió:
Flanders escribió:Yo tengo un amigo en Francia que hablo con él todas las semanas, y me comenta que allí las cosas no están tan bien como nos quieren hacer creer.

Por otra parte ayer escuchando la radio, habló un español que se había ido a Alemania a trabajar. Pues bien, era informático y comentó que a pesar de que había algo más de trabajo y mejor pagado que en España; le había costado un poco de tiempo encontrar un trabajo decente.

Así que me parece que lo peor puede estar por llegar, aunque espero equivocarme.


Depende. No es el paraiso en el sentido de que te dan una nomina con varios ceros por tocarte las narices, pero si tiene una tasa de paro mucho mas baja y una calidad de vida mucho mayor. El SMI supera al espagnol en bastante dinero, y sin embargo los precios no distan mucho...

Yo trabajaba 35h semanales, y pasaba los 2000 euros netos; cuando en Hispanistan no encontraba siquiera trabajo teniendo una carrera.

Lo que no comprendo es como esta aguantando tanto, sinceramente.

He leido parte de tu blog y me ha parecido interesante.

A pesar que lo habrás pasado mal y te irías con cierto miedo, me gusta que una vez pasados aquellos tiempos, lo cuentes con humor.

Al menos tu distes el paso, otros o no nos atrevemos o no podemos y nos tenemos que comer la mierda española; y peor aún de nuestra ciudad (eres paisano por lo que veo).

En fin, supongo que te irá bien, pero por si acaso: mucha suerte, mucho ánimo y felicidades por ver la vida de una forma positiva.


Que pequeno es el mundo. Por cierto habia olvidado que tenia un blog activo XD .

Si yo emigré fue partiendo de la idea de qué podia ofrecer a otro pais teniendo en cuenta mis conocimientos, y siguiendo la ley de la oferta y la demanda emigré; en dos anhos todo han cambiado asi que creo que tuve suerte.

Es cierto que ahi fuera no esta el paraiso, pero creeme que en cuanto se pasa la frontera se ve como vivis/vivia en un pais menos desarrollado que el centro-norte de Europa. Os llenan de mentiras, tanto en un sentido como en el otro, que resultan cuanto menos irrisorias.

Por ejemplo, la gente no se cree que mi coche estuviese mas barato en Francia que en Hispanistan, siendo SEAT.
charlesdegaule escribió:
Flanders escribió:Yo tengo un amigo en Francia que hablo con él todas las semanas, y me comenta que allí las cosas no están tan bien como nos quieren hacer creer.

Por otra parte ayer escuchando la radio, habló un español que se había ido a Alemania a trabajar. Pues bien, era informático y comentó que a pesar de que había algo más de trabajo y mejor pagado que en España; le había costado un poco de tiempo encontrar un trabajo decente.

Así que me parece que lo peor puede estar por llegar, aunque espero equivocarme.


Depende. No es el paraiso en el sentido de que te dan una nomina con varios ceros por tocarte las narices, pero si tiene una tasa de paro mucho mas baja y una calidad de vida mucho mayor. El SMI supera al espagnol en bastante dinero, y sin embargo los precios no distan mucho...

Yo trabajaba 35h semanales, y pasaba los 2000 euros netos; cuando en Hispanistan no encontraba siquiera trabajo teniendo una carrera.

Lo que no comprendo es como esta aguantando tanto, sinceramente.

de hecho a día de hoy la tasa de paro en alemania es del 5,9%. las comparaciones con las española son ridículas, pero como dato decir que en el mejor momento creo recordar que andaba por el 7,9.
MistGun escribió:
Y que es hacer las cosas bien? xD

Espero que no sea que el pueblo pague las malas prácticas y decisiones de la banca y los políticos. Porque si hacer las cosas bien es vivir peor que nuestros padres, apaga y vámonos. Yo desde luego, oye, no estoy dispuesto a comerme el marrón cuando acabo de entrar por la puerta prácticamente.


Es no pasarse con deficits chorras, cuando los ingresos caen, reducir o intentar que no aumenten los gastos* y no confiar en que la maquina de hacer dinero nos saque de los problemas insertando liquidez artificial. En otras palabras ahorrar en épocas de bonanza para aprovecharlo en malas situaciones, no gastar cuando las cosas van bien, y gastar aun más cuando van mal. Ser un poco riguroso, en vez de "viva la virgen y que el último pague la factura", dejar la picaresca habitual del país y actuar de manera responsable. Vamos, que tenemos que hacer las cosas como los alemanes, los suizos u holandeses y no como se han hecho siempre el los países mediterráneos. Si, estamos jodidos.

* Por ejemplo, el Kurtzarbeit aleman, en lugar de despedir trabajadores y tener que pagarles el seguro de desempleo, se reducen las horas o los días de trabajo y esas horas que no trabajan se las pagan del seguro de desempleo, se acaba gastando menos dinero público, los trabajadores siguen ingresando dinero en el sistema en vez de sólo sacarlo. Quizá así no habríamos pasado del 15% de paro, el déficit sería muy inferior y no estaríamos haciendo recortes ahora.

Es de esto de lo que hablo cuando digo que hace falta flexibilidad laboral y que los contratos en España son muy rígidos, aquí no se puede reducir la jornada laboral y el sueldo cuando es necesario y tocar la forma de acceder al dinero de desempleo, incluso si los trabajadores de la empresa están de acuerdo, el convenio colectivo del sector les puede fastidiar a todos.
subsonic escribió:No estamos tan mal como Italia pero nuestra deuda ya ronda cerca del 6% de interés-

What?!  Italia está jodida en los papeles, a nivel macroeconómico y nada mas.  La economía real está 20 veces mejor que España, es que no se puede ni comparar.

Italia tiene problemas de financiamiento a nivel Estado, nada mas, pero la gente no está endeudada ni tiene alto desempleo ni problemas de productividad.  Italia es la 2da potencia industrial de Europa y si le tocan las pelotas volverá a la lira sin el mas minimo problema (de hecho exportarán aún mas).  Tiene poder político.

España tiene un problema de desempleo sistémico, no tiene industria y su pobación está altamente endeudada.  Salir del Euro sería un golpe muy duro y tampoco tiene el poder político para imponer nada a la UE.

Por eso el país al cual la UE ha jodido mas es a España, ha pagado todos los platos rotos y le harán pagar aun mas. [snif]
israel escribió:
subsonic escribió:No estamos tan mal como Italia pero nuestra deuda ya ronda cerca del 6% de interés-

What?!  Italia está jodida en los papeles, a nivel macroeconómico y nada mas.  La economía real está 20 veces mejor que España, es que no se puede ni comparar.

Italia tiene problemas de financiamiento a nivel Estado, nada mas, pero la gente no está endeudada ni tiene alto desempleo ni problemas de productividad.  Italia es la 2da potencia industrial de Europa y si le tocan las pelotas volverá a la lira sin el mas minimo problema (de hecho exportarán aún mas).  Tiene poder político.

España tiene un problema de desempleo sistémico, no tiene industria y su pobación está altamente endeudada.  Salir del Euro sería un golpe muy duro y tampoco tiene el poder político para imponer nada a la UE.

Por eso el país al cual la UE ha jodido mas es a España, ha pagado todos los platos rotos y le harán pagar aun mas. [snif]



Espanha esta viviendo un periodo de descanso gracias a las elecciones, pero a partir del 21 N, va a caer una presion aun mayor que la Italiana; quizas Rajoy no tenga mucho tiempo para reconducir el rumbo.
charlesdegaule escribió:Espanha esta viviendo un periodo de descanso gracias a las elecciones, pero a partir del 21 N, va a caer una presion aun mayor que la Italiana; quizas Rajoy no tenga mucho tiempo para reconducir el rumbo.

Ojalá Rajoy obtenga un fuerte apoyo que le de la fuerza política necesaria... lo cierto es que los problemas de la economía real de España son mas profundos que los de Italia y tendrá que tomar decisiones muy trascendentes.
Fijate que Italia tiene una deuda acumulada sideralmente alta pero su deficit fiscal es muy bajo, es decir, no necesita tantos recortes en el gasto sino mas bien "confianza" para que le permitan refinanciar su deuda.
España por el contrario tiene poca deuda acumulada pero un deficit fiscal enorme, es decir, tiene que aplicar recortes muy grandes en el gasto público para equlibrarse y dejar de endeudarse... pero recortar en recesión y con un paro altísimo duele que te cagas.  Sangra.
Una enorme ventaja que tiene España es que está al 10% de su capacidad productiva, tiene infraestructura y recursos humanos para crecer a tasas chinas.  Es un Porsche sin gasolina y en pendiente.  Hay que inyectarle liquido y arrancarlo.
En mi opinión, es necesario devaluar la moneda para volver a exportar a lo bestia.  Si eso pudiera suceder, a España no la detiene nadie.   Ruego que lo de Italia sirva para que se resuelva el tema del Euro de una vez por todas. :o
israel escribió:
charlesdegaule escribió:Espanha esta viviendo un periodo de descanso gracias a las elecciones, pero a partir del 21 N, va a caer una presion aun mayor que la Italiana; quizas Rajoy no tenga mucho tiempo para reconducir el rumbo.

Ojalá Rajoy obtenga un fuerte apoyo que le de la fuerza política necesaria... lo cierto es que los problemas de la economía real de España son mas profundos que los de Italia y tendrá que tomar decisiones muy trascendentes.
Fijate que Italia tiene una deuda acumulada sideralmente alta pero su deficit fiscal es muy bajo, es decir, no necesita tantos recortes en el gasto sino mas bien "confianza" para que le permitan refinanciar su deuda.
España por el contrario tiene poca deuda acumulada pero un deficit fiscal enorme, es decir, tiene que aplicar recortes muy grandes en el gasto público para equlibrarse y dejar de endeudarse... pero recortar en recesión y con un paro altísimo duele que te cagas.  Sangra.
Una enorme ventaja que tiene España es que está al 10% de su capacidad productiva, tiene infraestructura y recursos humanos para crecer a tasas chinas.  Es un Porsche sin gasolina y en pendiente.  Hay que inyectarle liquido y arrancarlo.
En mi opinión, es necesario devaluar la moneda para volver a exportar a lo bestia.  Si eso pudiera suceder, a España no la detiene nadie.   Ruego que lo de Italia sirva para que se resuelva el tema del Euro de una vez por todas. :o


Todo va a depender un poco de lo que ocurra con Italia, que es el punto de inflexion del euro. Pensando que el rescate es imposible; y que el Bundesbank ya ha dicho no a los eurobonos; la unica solucion es una devaluacion del euro a la que se opone Alemania por el grave riesgo inflaccionario o una compra hipermasiva de bonos que seria aumentar la agonia italiana, y dejaria sin margen a Espanha tras las elecciones.

Considero normal que desde la entente Merkozy hayan dado la orden de parar al BCE en la compra de bonos; ya que va a caer si o si, Espanha o Italia (o las dos) y por efecto cadena van a caer el resto de paises. Pienso que ya se han dado cuenta de que el "simpa" es mas que probable; y deberian recapitalizar los bancos como SC o BNP que van a acabar tocadisimos cuando sea oficial que no hay otra solucion para los paises del sur.

En mi opinion el juego ha acabado.
cne_mad está baneado por "clon de usuario baneado"
Ya está volviendo a subir la prima de riesgo italiana y española, ¿a que están esperando para realizar el rescate de Italia? Esta superando ya en bastante a Grecia cuando fue rescatada.
cne_mad escribió:Ya está volviendo a subir la prima de riesgo italiana y española, ¿a que están esperando para realizar el rescate de Italia? Esta superando ya en bastante a Grecia cuando fue rescatada.

¿cuanto tiempo dijeron que España podia aguantar con su prima de riesgo por ncima de 420 puntos? No lo recuerdo, en este momento esta a 409
subsonic escribió:
cne_mad escribió:Ya está volviendo a subir la prima de riesgo italiana y española, ¿a que están esperando para realizar el rescate de Italia? Esta superando ya en bastante a Grecia cuando fue rescatada.

¿cuanto tiempo dijeron que España podia aguantar con su prima de riesgo por ncima de 420 puntos? No lo recuerdo, en este momento esta a 409

La señorita Elena Salgado dijo que España podia aguantar una prima de riesgo superior a los 400 puntos durante un maximo de 20 dias
israel escribió:Ojalá Rajoy obtenga un fuerte apoyo que le de la fuerza política necesaria... lo cierto es que los problemas de la economía real de España son mas profundos que los de Italia y tendrá que tomar decisiones muy trascendentes.

Al contrario, ojalá Rajoy no llegue a la mayoría absoluta y se vea obligado a hacer un gobierno de concentración con el PSOE (no necesariamente con Rajoy y Rubalcaba al mando, de hecho yo ponía a Punset, que es bastante mas respetado por todo el mundo). Porque en cuanto Mariano, con su mayoría absoluta, se ponga a tomar decisiones transcendentes, vamos a tener barricadas en la Carrera de San Jeronimo (y puede que independencias autodeclaradas en Pl. Sant Jaume entre otros).

Una enorme ventaja que tiene España es que está al 10% de su capacidad productiva, tiene infraestructura y recursos humanos para crecer a tasas chinas.  Es un Porsche sin gasolina y en pendiente.  Hay que inyectarle liquido y arrancarlo.

Si aun así tenemos un PIB per capita superior a los italianos, joder que mal está la capacidad productiva italiana.

En mi opinión, es necesario devaluar la moneda para volver a exportar a lo bestia.  Si eso pudiera suceder, a España no la detiene nadie.   Ruego que lo de Italia sirva para que se resuelva el tema del Euro de una vez por todas. :o


A quién quieres exportar a saco? Porque no es que haya muchos que estén para comprar ahora mismo. Y si te compran a saco la moneda se te empieza a revalorizar enseguida, especialmente si tu pais no es muy grande.



Nah, esto se arregla en una tarde comprando bonos el BCE, sólo hace falta que Italia apruebe de una vez esas reformas para que los alemanes cedan. El BCE no puede quedarse sin pasta, tiene la maquina de hacer billetes.
Gurlukovich escribió:Nah, esto se arregla en una tarde comprando bonos el BCE, sólo hace falta que Italia apruebe de una vez esas reformas para que los alemanes cedan. El BCE no puede quedarse sin pasta, tiene la maquina de hacer billetes.


Si, pero darle al boton de la maquina de hacer billetes es devaluar la moneda, que es precisamente lo que no se quiere hacer. No veo porque, solo le veo ventajas a un euro devaluado. Bueno, menos para importar xD.
shamus escribió:
Gurlukovich escribió:Nah, esto se arregla en una tarde comprando bonos el BCE, sólo hace falta que Italia apruebe de una vez esas reformas para que los alemanes cedan. El BCE no puede quedarse sin pasta, tiene la maquina de hacer billetes.


Si, pero darle al boton de la maquina de hacer billetes es devaluar la moneda, que es precisamente lo que no se quiere hacer. No veo porque, solo le veo ventajas a un euro devaluado. Bueno, menos para importar xD.


El problema esta en que importamos demasiado, mas de china quiza que de ningun lado, y lo que tendria que hacer la union europea es autoabastecerse (en lo que tengamos claro).

¿Porque china no tiene la crisis bestial que sacude al resto?, porque hay un todo a cien en cada esquina de cada rincon del mundo que vende sus productos.
manolillolo+ escribió:¿Porque china no tiene la crisis bestial que sacude al resto?, porque hay un todo a cien en cada esquina de cada rincon del mundo que vende sus productos.

Esta mañana mismo he leído que los números de China no son tan buenos como se esperaba.

Venden a EEUU y Europa. Si dichas potencias están en crisis, compran menos. Si compran menos, China vende menos...
Son menores de lo esperado, pero siguen siendo numeros de crecimiento. Y buen crecimiento. Es como la desaceleracion economica de zapatero, pero de verdad xD.
shamus escribió:Son menores de lo esperado, pero siguen siendo numeros de crecimiento. Y buen crecimiento. Es como la desaceleracion economica de zapatero, pero de verdad xD.

sí, pero con una masa semiesclava, y aún con eso creciendo menos de lo que esperaban
jorcoval escribió:
shamus escribió:Son menores de lo esperado, pero siguen siendo numeros de crecimiento. Y buen crecimiento. Es como la desaceleracion economica de zapatero, pero de verdad xD.

sí, pero con una masa semiesclava, y aún con eso creciendo menos de lo que esperaban



Preguntale a los politicos/empresarios chinos si eso les importa xD. Ademas, es que es logico, por mucho que tus trabajadores produzcan por un tazon de arroz diario, si no tienes a quien venderle ese producto, ganaras menos. Pero aun asi crecen, y su fuerza productiva esta lista para cuando las demas economias lo estemos para volver a consumir sus productos. China no tiene un problema en ese sentido.
shamus escribió:
Gurlukovich escribió:Nah, esto se arregla en una tarde comprando bonos el BCE, sólo hace falta que Italia apruebe de una vez esas reformas para que los alemanes cedan. El BCE no puede quedarse sin pasta, tiene la maquina de hacer billetes.


Si, pero darle al boton de la maquina de hacer billetes es devaluar la moneda, que es precisamente lo que no se quiere hacer. No veo porque, solo le veo ventajas a un euro devaluado. Bueno, menos para importar xD.


No se quiere hacer porque si el resto de países lo hacen todos a la vez, no ganamos nada, solo cagarnos los ahorros de la gente, y de todas formas, significa empobrecernos todos y cambiar ahorro por gasto. Alemania quiera que si se hace, al menos los países hayan hecho los recortes para no crear más deuda.

De todas formas, que el BCE compre bonos no significa tampoco muchos billetes nuevos, en cuanto empiece a comprar los intereses bajarán y ya no saldrá a cuenta especular, la cosa se calma. Pero se ha de hacer pronto, porque cuanta más deuda italiana sea refinanciada, peor. La cantidad de deuda italiana es mucho mayor, así que puede aguantar menos que España en esa situación.
Nuestra primera de riesgo a las 22:46 (ultima actualizacion) esta en 419. [agggtt]
cash está baneado por "This is the end, my only friend, the end"
subsonic escribió:Nuestra primera de riesgo a las 22:46 (ultima actualizacion) esta en 419. [agggtt]



Yo esque ya paso........es absurdo. Que les peten. Cuidao no os tireis un pedo, que subira.
subsonic escribió:Nuestra primera de riesgo a las 22:46 (ultima actualizacion) esta en 419. [agggtt]


Estoy por irme de fiesta y fusilarme los ahorros,total nos vamos a carajo [qmparto]

Donde se puede mirar la prima de riesgo al minuto ?
Psmaniaco escribió:Una pregunta ¿que pasaria si España dejase el euro?
Un saludo.


Pues que tendíamos que meter dinero en circulación y eso implicaría una inflación enorme, sin subidas de sueldo por supuesto. Al ser un país importador y no exportador, estaríamos aún más jodidos porque todo sería mucho más caro. Vaya, que no conviene.
Creo que al margen de euro si, euro no, el problema es mayor y con el paso del tiempo el sistema monetario mundial actual quebrará más pronto que tarde, da igual cuanto lo atrasen, y será necesario hacer un sistema nuevo, la cuestión es ir planificando el nuevo sistema monetario mundial con un acuerdo entre las principales naciones, incluidas las emergentes con gran población para que cuando caiga el sistema monetario actual no se tenga que producir una guerra para ver quien impone el suyo.

Si hay alguien que quiera leer un resumen de la historia de los sistemas monetarios que tenga el valor de abrir la siguiente pestaña:


INTRODUCCIÓN

A continuación voy a desarrollar la evolución sufrida por los Sistemas Monetarios desde 1870 hasta la actualidad; analizando cada uno de los modelos utilizados en las distintas épocas de acuerdo a las necesidades del comercio internacional, con el objetivo de lograr una mayor comprensión del funcionamiento de los mismos.
El análisis plasmado en este trabajo, servirá para comparar el funcionamiento de los sistemas que regulan el comercio, las posiciones adoptadas por las potencias mundiales, los mecanismos utilizados para solucionar el interminable problema de falta de liquidez y su papel como soporte de los mismos.
Entre los fondos dedicados a proporcionar liquidez y estabilidad en los tipos de cambio, encontramos el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM), a nivel mundial y europeo respectivamente.
Este último ha desarrollado un sistema monetario propio, siendo precursor de un nuevo modelo de gran dimensión, que actualmente se encuentra en su última etapa de implementación, por lo que sus efectos solo pueden analizarse en forma parcial.

SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL

El Sistema Monetario Internacional (SMI) se refiere a las instituciones por medio de las cuales se pagan las transacciones que traspasan las fronteras nacionales, determina cómo se fijan los tipos de cambio y cómo pueden influir en ellos los gobiernos.
La necesidad del SMI surge al aparecer la moneda como medio de pago (1870), momento en que se empieza a desechar como tal el uso de los bienes y a generalizar la utilización del papel moneda. En el instante en que este último se utiliza para realizar pagos al exterior, se vuelve indispensable el hecho de contar con unas reglas de valoración de esas monedas.
Este Sistema Monetario se presenta como un conjunto de acuerdos, leyes, mecanismos bancarios, instituciones monetarias internacionales, instrumentos financieros, etc., que regulan el trasvase de los flujos monetarios entre países, desenvolviéndose en función de ciertas reglas de juego perfectamente establecidas, aceptadas por todos los países que participan en el mismo. Su objetivo es procurar la generación de liquidez monetaria a los fines que las transacciones internacionales se desarrollen en forma fluida , radicando en esto la necesidad de su correcto funcionamiento. De ahí la significación asignada a los problemas monetarios mundiales, que son causa y efecto de las alteraciones sufridas en el nivel de la actividad económica de cada uno de los países.
Uno de los aspectos más relevantes observado a través de la historia de los distintos sistemas monetarios internacionales vigentes desde fines del siglo pasado, es el abandono del principio de independencia entre las decisiones gubernamentales y el funcionamiento del sistema.
El comercio internacional se realiza con diferentes monedas nacionales, que están ligadas por los precios relativos llamados tipos de cambio. Las transacciones entre monedas de distintos países se realizan en el mercado de cambios ó divisas. En este mercado se lleva a cabo el cambio de moneda nacional por monedas de los países con los que se mantienen relaciones económicas, originándose un consenso de ofertas y demandas de moneda nacional a cambio de monedas extranjeras. En el mercado de divisas, la demanda de nuestra moneda procede de extranjeros que desean comprar nuestros bienes, servicios e inversiones; la oferta de nuestra moneda proviene de conciudadanos que quieren comprar bienes o activos financieros extranjeros. La relación entre estas ofertas y demandas determinan el tipo de cambio.
Un descenso del precio de mercado de una moneda es una depreciación; un aumento de su valor es una apreciación. En un sistema en el que los gobiernos tienen unos tipos de cambio oficiales, una bajada del tipo de cambio oficial se denomina devaluación, mientras que un aumento se denomina sobre valuación.

El elemento fundamental del Sistema Monetario Internacional son los mecanismos por medio de los cuales se fijan los tipos de cambio. En los últimos años, los países han utilizado uno de los tres grandes sistemas de tipos de cambio siguientes:
Un sistema de tipos de cambio flexibles o fluctuantes, en el que los tipos de cambio son determinados enteramente por las fuerzas del mercado.
Un sistema de tipos de cambio fijos.
Un sistema híbrido de tipos de cambio 'dirigidos', en el que el valor de algunas monedas fluctúa libremente, el valor de otras es el resultado de la intervención del Estado y del mercado y el de otras es fijo con respecto a una moneda o a un grupo de monedas.

EL SISTEMA DEL PATRÓN ORO

EL PATRON-ORO CLÁSICO

Este sistema fue dominante en el período 1880-1913. En él, los países expresaban su moneda en una cantidad fija de oro, estableciendo así unos tipos de cambio fijos entre los países acogidos al patrón-oro.
Desde el punto de vista teórico, se lo consideraba un sistema totalmente automático y que no necesitaba de medidas gubernamentales, nacionales o de la cooperación internacional para su correcto funcionamiento.
Los rasgos más característicos del patrón oro se pueden describir como sigue:

a. %09 La unidad monetaria nacional estaba definida en términos de determinada cantidad de oro. Así por ejemplo: el peso oro-argentino, de acuerdo con la ley 1130 contiene 1,45161 gramos de oro fino; el dólar norteamericano, según una ley de 1934, posee aproximadamente 0,88867 gramos.

b. La relación de equivalencia o la paridad monetaria se obtenía al comparar el contenido de oro de dos monedas cualesquiera que participaban dentro del mecanismo. Por ejemplo, con los datos de a) resulta que un peso oro argentino es equivalente a 1,6334 dólares norteamericanos.

c. Los medios de pagos internos constituidos por billetes del Banco Central eran convertibles en oro en forma irrestricta. En la época en que la Argentina estaba asociada a las reglas del patrón oro (1899-1914), operaba la Caja de Conversión que cumplía la función de entregar billetes de curso legal por monedas de oro, y viceversa, en una proporción de 227,27 pesos papel por 100 pesos oro o 100 papel por 0,44 oro.

d. En cada país la emisión de billetes por parte del organismo emisor estaba regulada estrictamente en función de las existencias de oro. Si la cantidad de billetes aumentaba, era como consecuencia del crecimiento del stock de oro. Las reservas de oro eran equivalentes a la cantidad de billetes en circulación en base a la proporción señalada en el punto anterior.

e. La convertibilidad de las monedas que participaban en el sistema quedaba asegurada a tipos de cambios fijos determinados: por la paridad entre las monedas, mediante la libertad de importación-exportación de este metal.
Es así como funcionó básicamente el patrón-oro hasta 1914. Naturalmente, los países tendían a utilizar sus propias monedas. Pero todo el mundo tenía libertad para acuñar monedas y venderlas al precio del oro que estaba vigente. Por tanto, todos los países que seguían el patrón-oro tenían unos tipos de cambio fijos; los tipos de cambio (también llamados 'valores paritarios' o 'paridades') entre las diferentes monedas dependían del contenido de oro de sus unidades monetarias.
Como el oro era bastante incómodo de llevar, los gobiernos tuvieron que emitir inevitablemente unos certificados de papel convertibles en ese metal. El público podía cambiar oro por certificados y certificados por oro y a menudo ejercía ese derecho. El transporte transoceánico era lento y caro, por lo que los tipos de cambio no eran exactamente fijos, sino que fluctuaban en una estrecha banda.
Estas variaciones que se derivaban del coste del transporte del oro se denominaban puntos oro, (punto de compra de oro y punto de venta de oro) y era la fluctuación que se permitía sobre el tipo de cambio fijo.

Todas estas características, que son las principales, tendían a unificar en un solo cuerpo el sistema monetario internacional con el sistema monetario de cada uno de los países componentes. El ajuste de cualquier desequilibrio en las cuentas externas de un país se producía en forma totalmente automática, por lo menos en teoría. Dicho mecanismo de ajuste se puede explicar simplemente como sigue: si un país padecía en un momento dado de un desequilibrio del balance comercial por un exceso de importaciones con respecto a las exportaciones tenía que acudir a sus reservas en oro a los efectos de cancelar la diferencia. Por lo expresado en el punto d), una reducción del stock de oro provocaba inmediatamente una disminución en los medios de pagos. A través de un principio muy en boga, que vincula las variaciones de la oferta monetaria con el nivel de los precios, conocido bajo el nombre de 'Teoría cuantitativa del dinero', dicha disminución de los medios de pagos traía aparejada una baja en los precios internos y por ende, en los precios de los productos que el país exportaba. Esta caída en los precios de los bienes que vendía el país provocaría un aumento en la demanda de los países extranjeros, razón por la cual las exportaciones tenderían a incrementarse. Este acontecimiento restablecería el equilibrio de las cuentas externas. Si se hubiera partido de una situación con superávit, el mismo proceso, pero invertido, hubiera llevado a una situación de equilibrio al sector externo.

El mecanismo descripto y las reglas de juego que le servían de fundamento, no surgían de ningún acuerdo o convenio escrito por parte de los países particulares sino de una mera aceptación de ajustarse a normas de conducta que exigían su funcionamiento. Pero en la realidad, había detrás de él un país que actuaba como el sol dentro del sistema planetario. Este no era otro que el Imperio Británico que gozaba en aquellos tiempos de un gran poder de decisión en los aspectos económicos financieros mundiales. Si el patrón oro cumplió con el objetivo que tenía previsto, fue por el apoyo y dirección de esa nación. El especial interés de gran Bretaña en el comercio internacional, dado que dependía de éste en gran medida para proveerse de los bienes alimenticios y materias primas para su propio desarrollo, fue la causa de su gran preocupación por el funcionamiento adecuado del sistema. Había creado internamente todos los mecanismos financieros a los efectos de colaborar en la marcha correcta de los pagos internacionales. Más aún, sus medios de pago internos, la libra esterlina, convertibles irrestrictamente en oro, agregaban de esta forma liquidez y evitaban al sistema la utilización directa del oro con el consiguiente ahorro de fletes que su transporte significaba.
En principio, este sistema funcionaba bastante bien al ser muy simple y no presentar problemas en su mecánica. Desde el punto de vista económico, tenía una ventaja fundamental: 'la constancia en el valor de las monedas'.

El sistema del patrón-oro clásico adolecía de serios inconvenientes:
Beneficiaba a los países poseedores de oro, que son los que en un principio podían emitir dinero en cantidades abundantes.
Estimulaba el desequilibrio inicial entre países que tenían oro y los que no lo tenían; aunque con el tiempo el sistema tendió a ajustarse al ir adquiriendo dicho metal estos últimos países.
La cantidad de dinero en circulación estaba limitada por la cantidad de oro existente. No había más cantidad de dinero que la cantidad de oro. En un principio el sistema funcionaba, la masa monetaria (M) era suficiente para pagar las transacciones internacionales que se realizaban, pero a medida que el comercio y las economías nacionales se fueron desarrollando, M se volvió insuficiente para hacer frente a los cobros y pagos derivados de dichas transacciones.
La falta de liquidez provocaba un aumento de la deflación y de los desequilibrios que afectaban a cada economía nacional.
Esta es la razón por la que el sistema evolucionó, hacia otro denominado sistema de patrón de cambios-oro o conocido también como patrón-oro-esterlina.

EL SISTEMA DE PATRÓN DE CAMBIOS-ORO

La evolución que sufrió el SMI trató de aumentar la cantidad de medios de pago en circulación. Como esto no se podía realizar a través del aumento del oro, se hizo a través del aumento de una moneda, la libra esterlina (L), que pasó a ser aceptada con carácter general, aunque el Banco de Inglaterra emitía una mayor cantidad de billetes que los depósitos en oro que poseía.
Este sistema se basaba en la confianza en estos billetes, aunque se sabía que no todos ellos podían ser canjeados por oro. El oro seguía siendo la unidad de referencia. La regla de fluctuación seguía siendo la de los puntos oro y el tipo de cambio fijo.

La razón del buen funcionamiento de este sistema radicaba en la aceptación por parte de los usuarios de la moneda patrón. Y en el período de referencia ello era así porque en esa época el 90 % del comercio internacional se realizaba a través de Inglaterra, lo que implicaba que la mayoría de las compras de los diferentes países se hacían en territorio inglés pagándose en libras y, al mismo tiempo, cuando vendían sus productos a terceros países no tenían inconveniente en aceptar como medio de cobro la libra, ya que aunque no pudiera, hipotéticamente, ser convertida en oro, tenía un poder adquisitivo que les iba a permitir adquirir otros productos, que necesitaban, en el exterior.
Gracias a esta situación, la libra se convirtió en la unidad de cuenta generalizada del sistema, con lo que se solucionaba el problema de la liquidez. Aquellas naciones que tenían superávit en sus cuentas externas, en vez de acumular oro que no ofrecía ningún tipo de rendimiento, acumulaban saldos de libras esterlinas en Londres, percibiendo así una atractiva tasa de interés.

La Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, puso fin a las condiciones bajo las cuales funcionaba el sistema, en especial por la suspensión de la convertibilidad de las monedas de los países participantes con respecto al oro, que era una de las reglas más importantes. Además, después de este acontecimiento bélico, la situación de Inglaterra quedó muy comprometida financieramente, perdiendo la influencia y el poder anterior.

a.Inglaterra empezó a no poder suministrar algunos, o parte de los bienes y servicios que los países compraban en el exterior.

b.Comenzaron a aparecer otros países que estaban en condiciones de suministrar dichos productos en forma más ventajosa.

c.El comercio internacional inició un cambio de dirección, haciendo que la libra resulte menos necesaria.

d.La libra comenzó a ser rechazada como medio de pago al no tener un respaldo real en oro, lo que produjo una pérdida de valor, que hizo fallar al sistema por carecer éste de una unidad de cuenta, que fuera la referencia de valor uniforme, con base en la que se valorara a las demás monedas. No se cumplió la condición fundamental del sistema estable: la certeza.

El puesto de Inglaterra en el concierto internacional fue ocupado por EE.UU., pero con distintas características. A diferencia de Inglaterra, este país no tenía que preocuparse por defender intereses en el comercio internacional. La economía norteamericana dependía sólo marginalmente del comercio exterior, más bien los restantes países dependían de él. Bajo estas circunstancias era imposible restablecer el patrón oro tal como había sido diseñado antes de la guerra. La pauta de esta incapacidad por parte de Inglaterra estuvo dada por los intentos que hizo de restablecer el patrón oro, aún con importantes variantes, entre los años 1920-1930 lo que terminó en un rotundo fracaso. Ningún otro tipo de sistema ordenado pudo ponerse en vigencia en dicho período, por lo cual las monedas de los distintos países empezaron a fluctuar libremente sin poder las autoridades gubernamentales controlar tal situación, que se volvió insostenible en los años treinta al manifestarse una severa crisis en EE.UU., país que había alcanzado la primacía en el orden internacional. Todo esto terminó por liquidar definitivamente el desordenado sistema monetario internacional que estuvo vigente en el período indicado.

EL SISTEMA DE BRETTON WOODS
(PATRÓN DE CAMBIOS – DÓLAR)

La Segunda Guerra Mundial cubrió con un manto de olvido las vicisitudes del funcionamiento del orden monetario mundial en el período.
Una vez que los países aliados estuvieron convencidos de que el triunfo sería suyo, la preocupación por el futuro de dicho orden monetario estuvo presente.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la economía de Estados Unidos resultó indemne y pudo ayudar a reconstruir los países de los aliados y de los enemigos. El sistema político internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial también respondió a las necesidades de los países destruídos por la guerra, creando instituciones duraderas dentro de las cuales pudo recuperarse rápidamente la economía internacional.

Los trabajos elaborados especialmente por EE.UU. e Inglaterra se sometieron a la consideración de una conferencia internacional llevada a cabo en Bretton Woods (EE.UU.) en julio de 1944 con la participación de 44 países.
Bajo el liderazgo intelectual de J. M. Keynes y del diplomático americano H. D. White, esta conferencia dio origen a la creación de dos instituciones internacionales: el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial). Si bien los objetivos de los mismos son amplios, se los puede resumir diciendo que el primero posee la responsabilidad de coordinar y controlar el mecanismo de los pagos internacionales, y el segundo asume la responsabilidad de facilitar financiamiento para el desarrollo económico.

El sistema monetario internacional resultante de los Acuerdos Bretton Woods, es, a diferencia del patrón oro, un acto voluntario jurídicamente reglado y tendiente a ordenar las relaciones monetarias entre los distintos países participantes. El Fondo Monetario Internacional se erige dentro de esta superestructura, como el organismo supranacional que tiene a su cargo la tarea de hacer observar a los países miembros las reglas de juego que éstos se han comprometido a cumplir. Los gobiernos de las distintas naciones participantes delegan de esta forma parte de su soberanía en aras de una mayor cooperación. En el patrón oro del siglo pasado, el equilibrio de las relaciones monetarias entre sus participantes se obtenía dejando funcionar el mecanismo libremente, es decir, sin ingerencia de tipo político. En las actuales circunstancias son los gobiernos los que actúan activamente en estrecha relación con el Fondo Monetario para lograr los mismos resultados. En el sistema de Bretton Woods, además de la participación de la acción del estado de los países miembros para lograr los objetivos propuestos en el Acuerdo, participó un país como EE.UU. que desempeñó un papel similar al que jugó Inglaterra con el patrón oro.

La conferencia creó un marco para administrar los tipos de cambio que se conoce con el nombre de Sistema de Tipos de Cambio de Bretton Woods. Estableció una paridad para cada moneda fijada tanto en dólares americanos como en oro. Como moneda clave o de reserva se fijó la paridad del dólar solamente en oro, inicialmente en $ 35 por onza de oro.
Estados Unidos era el único país obligado a mantener la convertibilidad de su moneda en oro (poseía entonces los dos tercios de las reservas mundiales oficiales en oro), mientras que el resto de los países tenían que fijar la paridad de su moneda con respecto al dólar. Así pues, en el sistema de Bretton Woods, como la paridad de cada moneda se fijaba en oro y en dólares, se estableció por acuerdo internacional un conjunto de tipos de cambio entre las distintas monedas.
Cuando una moneda se desviaba de su valor 'fundamental' o adecuado, podía ajustarse la paridad.

La capacidad para ajustar los tipos de cambio cuando surgía un desequilibrio fundamental es la característica que más distinguía al sistema de Bretton Woods del patrón oro.
El tipo de cambio era fijo, si bien se establecía la posibilidad de que alrededor de ese valor se dieran unas fluctuaciones del /- 1 % y se sometió a un organismo central de vigilancia y control de dicho sistema: El Fondo Monetario Internacional (FMI). Al mismo tiempo se establecieron otras condiciones en el sistema: la convertibilidad del dólar en oro. Con el fin de dar una mayor confianza en el valor del dólar a ese precio fijo de $ 35/onza, pero con la limitación de que dicha conversión sólo se pudiera hacer entre Bancos Centrales y no entre particulares.
Los principales rasgos del sistema acuñado en Bretton Woods, fueron los siguientes:

a.Su tendencia a la eliminación de todas las restricciones en la compra y venta de monedas extranjeras en los mercados cambiarios de los países miembros, en aquellas operaciones vinculadas con las exportaciones e importaciones de bienes y servicios. En lo relativo a Movimientos de capitales podrían ponerse en acción ciertas medidas reguladoras cuando dichos movimientos tuvieran la característica de ser especulativos.

b.La promoción de prácticas de comercio multilateral, evitando la concertación del comercio a través de acuerdos bilaterales.

c.La creación de las condiciones necesarias para una total convertibilidad de todas las monedas del sistema.

d.La prohibición de las dreviewuaciones llamadas competitivas, es decir, aquellas que los gobiernos pueden realizar a los efectos de obtener ventajas particulares en desmedro de los otros países.

e.El mantenimiento de tipos de cambios estables sobre las bases de paridades definidas respecto al oro, al dólar norteamericano, y a la libra esterlina.
f.La acción del Fondo Monetario Internacional que a través del poder otorgado mantuviera la disciplina internacional en materia monetaria.
El sistema inicialmente funcionó por algunas razones evidentes:

1.Después de la Segunda Guerra Mundial, el único país que estaba en condiciones de suministrar todo, o casi todo lo que necesitaban los demás países eran los Estados Unidos. Ello hizo que dichos países necesitaran dólares, por lo que éstos fueron aceptados sin reservas en los intercambios financieros internacionales.

2.En aquel momento, la Reserva Federal de los EE.UU. incluso, poseía el 60 % de todo el oro existente en el mundo, lo que proporcionaba un fuerte respaldo a su moneda.

Se puede citar lo siguiente:

1.Tanto en el sistema de Bretton Woods como en el patrón oro, la característica básica consistió en el tipo de cambio fijo, pero con una diferencia importante. Mientras en el patrón oro no se concebía la posibilidad de una dreviewuación de las monedas participantes, en el sistema de Bretton Woods se posibilitó el citado reajuste del valor de la moneda. El cambio de paridad de una moneda en particular puede ser autorizado por el Fondo Monetario Internacional en aquellos casos en que se compruebe que la economía del país en cuestión sufre un desequilibrio externo fundamental. En tal caso, puede acudir a la dreviewuación de su moneda si enfrenta una situación deficitaria o a una rreviewuación si ocurre lo contrario. Esta posibilidad de modificar el valor externo de la moneda hace que el sistema de B. W. sea llamado de tipo de cambio fijo ajustable.

2.Tanto el patrón oro como el de Bretton Woods son sistemas de reservas. A los efectos de mantener el tipo de cambio es necesario que cada país cuente con una masa de maniobra que le permita operar en el mercado de cambios cuando existan presiones sobre el mismo, que pudieran alterar dicho tipo. Esta masa de maniobra es lo que comúnmente se denomina 'reservas monetarias internacionales'. En el mecanismo del patrón oro solamente este metal participaba en la composición de las reservas, si bien las libras esterlinas, según se expresó más arriba, cumplían también un papel de reserva aunque de manera suplementaria. En el sistema de B.W. la composición fue diversificada. No solamente el oro, sino también el dólar norteamericano y en menor medida, la libra esterlina, participaban en la definición de reservas monetarias internacionales. La libra esterlina tuvo poca vida como moneda de reserva y solamente desempeñó tal función entre aquellos países que respondían a su influencia. Por ello, tanto el oro como el dólar han sido las principales fuentes de liquidez internacional y en especial este último en los años recientes. Para que el dólar cumpliera la función de moneda clave del sistema o moneda patrón, EE.UU. asumió el compromiso de comprar y vender oro a cambio de dólares a un precio fijo de 35 dólares la onza de oro, transformándose esta moneda nacional en una especie de certificado representativo del metal.

3.La mecánica operativa fijada en los Acuerdos de Bretton Woods con el objeto de mantener en equilibrio las cuentas internacionales de los participantes del sistema, no ofrecían la peculiaridad de automaticidad del patrón oro. Tal como se explicó más arriba, el patrón oro mantenía por sus propios medios la posición de equilibrio de los pagos internacionales, sacrificando para ello la estabilidad interna de la economía en razón de las variaciones de precios que exigía el funcionamiento adecuado del mecanismo. El Fondo Monetario Internacional había sido creado para colaborar financieramente con los países miembros otorgando ayuda cuando por problemas de corto plazo estuvieran sufriendo una situación crítica en materia de reservas internacionales, que hiciera peligrar su grado de solvencia en la atención de sus compromisos internacionales. Este tipo de colaboración permitía salir del trance al país miembro sin que éste tuviera que aplicar drásticas medidas que llevaran a la economía interna al borde de la depresión.
Para conocer en qué medida ha cumplido con los objetivos de su creación, se debería reviewuar la eficiencia del sistema de Bretton Woods, pero esto nos llevaría a extender en demasía este trabajo, por cuya razón nos limitaremos a señalar los problemas más relevantes con que se ha enfrentado el sistema en los últimos tiempos, lo que motivó que la comunidad internacional vinculada con el sistema reclamara su reforma.

Se dice que los diseñadores del sistema sembraron las semillas de su propia destrucción. Las semillas son, en nuestro caso, el establecimiento de un tipo de cambio fijo por una parte, y por otra la responsabilidad que se le asignó al dólar norteamericano en su papel similar al del oro a los efectos de dotar de liquidez internacional al sistema. La rigidez que implicaba un tipo de cambio fijo ajustable, hizo que algunos países, ante presiones de orden interno, tuviesen que dejar de fluctuar sus monedas lo que significó lógicamente una transgresión a las reglas de juego impuestas.

Dado que el código de conducta implícito en la carta constitutiva del Fondo Monetario no le permitía a éste aceptar tal situación y no contar con los medios idóneos para sancionar a aquellos que habían transgredido las reglas, tuvo que recurrir al expediente de ignorar dichos acontecimientos, demostrando así su debilidad. Algo similar sucedía cuando un país miembro introducía restricciones a los pagos internacionales, lo que también quebrantaba los principios de Bretton Woods. Es decir, la insistencia del Fondo en aplicar rígidamente el principio del tipo de cambio fijo, sólo ha tenido por resultado la puesta en práctica de permanentes violaciones por parte de los países miembros, con la consiguiente pérdida de prestigio de dicha institución internacional, al no poder sancionarlos.
El oro, que al mismo tiempo es una mercancía, ha perdido terreno a favor del dólar, en su participación dentro de la composición de las reservas internacionales. El oro permite: a) representar un instrumento de reserva monetaria, b) cubrir las necesidades de orden industrial y artístico y c) cumplir la función de un instrumento de atesoramiento privado.
Esta falta de incentivos en la producción, sumada a las mayores exigencias del sector privado, provocó una situación insostenible que dio lugar a la creación de dos mercados de oro: uno oficial (monetario) y el otro libre (no monetario) con diferencias cada vez mayores entre los precios cotizados en uno y otro.
La derivación de la producción de oro para fines no monetarios, ha provocado que el total del metálico en mano de Bancos Centrales se haya mantenido prácticamente constante en los últimos años. Por otro lado, el incesante crecimiento del comercio internacional exigió mayores niveles de liquidez que solamente pudieron ser satisfechos por la otra moneda patrón.

Es así como el dólar más por la fuerza de los acontecimientos que como consecuencia de convenios entre los países miembros, pasa a ser el mayor componente de la liquidez internacional. Esta moneda ha venido desempeñando un papel único en el sistema debido a sus múltiples facetas: ya sea como moneda de reserva para los Bancos Centrales, como moneda de intervención o masa de maniobra utilizada por los países del sistema para operar en los mercados de cambio, como moneda a través de la cual se realizan la mayoría de las transacciones en el ámbito internacional y sobre todo, como moneda corriente de un país en particular. Solamente la libra esterlina en la época del patrón oro cumplió tantas funciones al mismo tiempo, aunque en otras circunstancias y con otras modalidades.

Para proveer de liquidez al sistema monetario EE.UU. tiene que incurrir en déficit de su balance de pagos, es decir que sus pagos deben superar los ingresos provenientes del exterior. Esta es la única forma a través de la cual un saldo neto puede estar a disposición de los países miembros a los fines de financiar las transacciones internacionales. Estos déficits que EE.UU. venía acumulando desde 1950, se han producido por distintas circunstancias, entre las que se puede contar la ayuda de carácter oficial que brindó tanto a los países industrializados de Europa como a los países en proceso de desarrollo, el financiamiento de las luchas armadas en Corea y en Vietnam y el mantenimiento de un dispositivo de defensa a escala mundial, las inversiones realizadas por los residentes privados norteamericanos en aquellos lugares donde la rentabilidad era superior dado que el dólar revestía el carácter de moneda nacional e internacional al mismo tiempo, etc.
Esta gran masa de dinero de un país en particular, implicaba al mismo tiempo un instrumento de dominio que fue aceptado por los restantes países del mundo, especialmente por los países europeos y Japón, mientras les resultó imprescindible para fortalecer sus economías devastadas como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. La acumulación de saldo en dólares por parte de los Bancos Centrales fue normal hasta el año 1960; pero a partir de aquel momento, se consideraron como una cosa no totalmente deseable. La abundancia de dólares en el sistema, más los vestigios de inflación notados en el país emisor, provocó desconfianza con respecto a la fortaleza futura de la moneda norteamericana. Por ello, ciertas naciones entre las que se contaba Francia, empezaron a cambiar por oro sus dólares acumulados como reservas. Fundamentalmente por este hecho, las reservas en oro norteamericano cayeron de un nivel aproximado a los veinte mil millones de dólares en oro en el año 1958, a diez mil millones en el año 1970. Este proceso debilitó aún más las expectativas con respecto a la estabilidad del dólar. Este mecanismo de conversión de dólares por oro planteó un serio problema en lo relativo a la liquidez del sistema monetario internacional. Significaba lisa y llanamente la destrucción de liquidez internacional, una reducción de las reservas monetarias internacionales.

La política de conservación seguida por los países europeos tenía como propósito inducir a Estados Unidos a que redujera o eliminara el déficit de su balance de pagos, porque aquellos consideraban que se estaba produciendo una saturación de dólares con consecuencias inflacionarias para la economía mundial. Estados Unidos se sentía presionado por dicha política dado que debía afrontar con oro sus déficits del balance de pagos haciendo peligrar su nivel de reservas. Aún antes del acontecimiento que puso fin al compromiso asumido por Estados Unidos de convertir los dólares por oro en agosto de 1971, quebrando así los fundamentos del sistema de Bretton Woods, los representantes suplentes del Grupo de los Diez se abocaron al problema de buscar algún mecanismo para crear reservas complementarias que satisfacieran las necesidades del sistema, ya que depender del oro o de la emisión de dólares por parte de Estados Unidos resultaba cada vez más difícil por lo explicado más arriba. El fruto de todos los debates y negociaciones que se llevaron a cabo en la órbita del mencionado grupo y del Fondo Monetario Internacional son los Derechos Especiales de Giro, instrumento de reserva al que nos referiremos más adelante.

A finales de los años cincuenta y en el transcurso de la década de los sesenta se fueron perfilando una serie de circunstancias, que en 1971 desembocaron en la ruptura del sistema monetario surgido en Bretton Woods. Ello fue consecuencia de la falta de liquidez y de confianza, así como de la necesidad de un ajuste cambiario. Entre las circunstancias que lo provocaron caben citar las siguientes:

1.La dirección del comercio internacional empezó a variar. Los países comenzaron a producir bienes y servicios que antes adquirían en el exterior, lo que hizo que otros países se los compren a ellos en vez de a los Estados Unidos. Incluso este último país, llegó a importar más de lo que exportaba. La abundancia de dólares puesta en circulación para facilitar el comercio generó un proceso de inflación internacional.

2.El coste del oro. Al ser éste un metal que hay que extraer, se obtiene primero de los lugares más accesibles, pero a medida que se necesita más, es necesario invertir más dinero en conseguirlo, lo que hace aumentar su coste. De hecho, ya en 1950, el coste de conseguir una onza adicional de oro, superaba los 35 dólares, lo que se previó en aumento debido a la demanda creciente del oro para usos particulares. El oro valía más, lo que acabó introduciendo una distorsión en el sistema, que le hizo perder su utilidad.

3.Las fuertes fluctuaciones experimentadas en los tipos de cambio de algunas monedas europeas.

4.La desviación de recursos para cubrir los gastos generados por conflictos internacionales, como la guerra árabe – israelí (1967) y, sobre todo, la guerra de Vietnam.
Comenzaron a acumularse dólares en todo el mundo al registrar Alemania y Japón superávit comerciales. Mientras tanto, la sobrrevieworación de la moneda americana, los déficit comerciales y las crecientes inversiones extranjeras de las empresas americanas provocaron déficit en Estados Unidos. Las tenencias de dólares en otros países ascendieron a 50.000 millones a principios de los años setenta.

En 1971 la cantidad de saldos líquidos en dólares era tan grande que los gobiernos tenían dificultades para defender sus paridades oficiales. El público comenzó a perder confianza en el 'todopoderoso dólar'.
En Agosto de 1971, el presidente Nixon abandonó formalmente la relación entre el dólar y el oro y puso fina la era de Bretton Woods. Estados Unidos ya no convertía automáticamente dólares en otras monedas o en oro a $ 35 la onza; ya no fijaba una paridad oficial del dólar y defendía este tipo de cambio a toda costa.
Ante esta situación, los principales países occidentales decidieron reunirse en el Smithsonian Institute de Washington en busca de un acuerdo, que consistió en no realizar una reforma radical, sino unos ligeros retoques en dicho sistema con el fin de intentar arreglarlo. Los acuerdos básicos fueron:

a.Con respecto al valor del dólar, se acordó ajustar su valor al del oro, fijándose un valor de 38 $/onza.

b.Se mantuvo el tipo de cambio fijo aumentándose la banda de fluctuación libre para los ajustes coyunturales en un /- 2,25 %.
Pero a pesar de todo, el oro seguía subiendo y la economía norteamericana soportaba serias tensiones, lo que acabó provocando una dreviewuación de su moneda respecto a la de los otros países industrializados.

El 18 de diciembre de 1971 se llevó a cabo el Smithsonian Agreement. Este acuerdo fue calificado por Richard Nixon como el 'mayor acuerdo monetario en la historia del mundo'. Nuevamente la ignorancia de la historia y de los principios básicos de la ciencia económica llevó a otro fracaso. Parece que los gobiernos no comprendían que era imposible fijar precios sin provocar sub o sobrreviewuaciones del bien al que se fija el precio, en este caso monedas. Lo que pretendía ser un 'orden' mundial terminó siendo uno de los más grandes desajustes financieros de la historia. Una cosa es que un país trate de fijar el precio de otra moneda, como es el caso de Argentina, otra es que todos quieran hacerlo. En este caso el desorden no se concentra en 'un' país, sino en varios simultáneamente.
En marzo de 1973, se eliminaron los tipos de cambios fijos y se pasó a la flotación libre del valor de las monedas y en enero de 1976 fue abolido el precio oficial del oro, lo que fue equivalente a la desaparición del valor oficial del dólar y, por tanto, su consideración como unidad de cuenta. Con lo que el sistema quedó destruido.

LOS DERECHOS ESPECIALES DE GIRO (DEG)

Para superar el problema de liquidez internacional que presentaba el sistema de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional decidió crear en 1968, una moneda artificial denominada Derecho Especial de Giro(DEG).
Si bien en esta primera reforma del sistema, los DEG han sido limitados a un papel de complemento de las monedas de reservas aceptadas por los acuerdos de Bretton Woods, en la segunda reforma, como tendremos oportunidad de apreciar más adelante, su función será el principal componente de las reservas monetarias internacionales.
Hasta la puesta en vigencia de los DEG, el fondo Monetario Internacional prestaba colaboración financiera a los países miembros que padecían problemas de pagos internacionales, solamente a través de procedimientos Crediticios y Condicionales. Crediticios, porque implicaba su reembolso en un lapso dado y Condicionales, porque el país solicitante debía cumplir con ciertos requisitos que en muchos casos significaba una verdadera pérdida de soberanía en el manejo de su economía. En cambio, la creación de DEG no está atada a ningún procedimiento de devolución o reembolso o sea que, una vez creados, permanecen en el sistema como una moneda de reserva más y se asignan los mismos a los distintos países sin ningún requisito que implique condicionalidad.
El instituto organizador del sistema, a los efectos de implementar la instrumentación del mecanismo, emitió y distribuyó entre los participantes certificados especiales representativos de una cierta cantidad de dinero en función de la potencialidad económica medida por el monto de ventas anuales de cada uno de ellos. Dichos certificados no podían usarse directamente como instrumentos de pago, sino que eran utilizados para llevar a cabo la siguiente operación: si un participante, en un momento dado, tenía un problema de caja, comunicaba tal situación al ente organizador. Este no facilitaba los fondos, sino que informaba al solicitante, cuál de los participantes del sistema tenía fondos disponibles para canjearle los certificados distribuidos. La institución financiera conocía de antemano a los miembros del sistema cooperativo que estaban en condiciones de hacerlo. De este modo el solicitante se hacía del efectivo necesario y el prestamista particular recibía los certificados correspondientes, debiendo el primero pagar interés por este tipo de colaboración y el otro, por supuesto, cobrar el importe respectivo. El instituto organizador, por otra parte, únicamente recibía una comisión en calidad de intermediario del sistema.

Tomando como antecedente el caso hipotético descripto, podemos determinar con una mayor precisión las características de los Derechos especiales de Giro, dado que salvando las distancias, el meollo de la mecánica es lo explicado. En los puntos siguientes, expondremos los rasgos más salientes que caracterizan el funcionamiento del nuevo mecanismo internacional.

a.Ente organizador y participante.
El Fondo Monetario Internacional es el que tiene bajo su responsabilidad la administración del sistema de Derechos Especiales de Giro. A este fin efectuó la apertura de una cuenta especial separada de las otras operaciones que realizaba la institución. Todos los miembros del organismo internacional podían participar en el nuevo sistema.

b.Valoración del DEG
En su momento de creación, el DEG fue expresado en unidad de oro equivalente a 0,88671 gramos de oro fino. Si se recuerda que en ese entonces la onza troy podía ser cambiada por 35 dólares, un dólar equivalía a la misma cantidad de oro que define al DEG.
Por esta razón, en sus orígenes, un DEG era equivalente a un dólar.
En 1967, la reunión del FMI en Río de Janeiro creó los derechos especiales de giro como unidad de cuenta internacional.
El DEG trata de resolver algunos de los problemas creados en los sistemas anteriores como son:

1.La falta de liquidez. Al ser el DEG una moneda artificial puede ser creada en las cantidades que sean necesarias: va a estar controlado por un organismo independiente, que es permanentemente aceptado por todos los países miembros del sistema, el FMI, del que forman parte.

2.El control. Evita que un único país controle un medio de pago internacional beneficiándose, a su vez, del mismo.

3.La variabilidad de la unidad de cuenta. Con la nueva unidad se pretendeque permanezca estable su valor y por ello, se recurre a darle el carácter de una moneda compuesta o cesta de monedas. La razón lógica que asegura que una cesta mantiene su valor estable se deriva de varias circunstancias:

El valor de las monedas en circulación se considera que fluctúa de forma aleatoria y, como sabemos, la suma de muchas variables aleatorias da como resultado un valor que, teóricamente, se mantiene estable al anularse la suma de las perturbaciones. De tal manera que cuanto mayor sea el número de monedas que compongan la cesta, mayor será su estabilidad.
Muchas de las monedas están correlacionadas negativamente, lo que hace que aumentos en el precio de unas monedas conduzcan a dreviewuaciones de otras.
En teoría, la composición ideal de una cesta de monedas debería ser aquella que minimiza las variaciones de su valor siguiendo la teoría de carteras de valores.
Pero dicha paridad fue alterada después de las dreviewuaciones que sufrió la moneda norteamericana en 1971 y 1973.
Hasta el 1-7-76 el valor del DEG se calculaba en función del dólar. A partir de esa fecha se utilizó una cesta de 16 monedas, la que fue revisada el 1-7-79, hasta que finalmente el 1-1-81 se implementó el sistema actualmente vigente.
El Fondo calcula diariamente el valor del DEG basándose en los tipos de cambio de cinco monedas que se hallan incluidas en una cesta que desde el 1-1-81 se halla compuesta de la siguiente manera:
42 % para el dólar de EE.UU.
19 % para el marco alemán
13 % para el franco francés
13 % para el yen japonés
13 % para la libra esterlina

Estas ponderaciones reflejan de manera general la importancia relativa de cada una de estas monedas en el comercio y pagos internacionales durante el quinquenio 1975-79. A partir del 1-1-86 el FMI revisará quincenalmente, la lista de monedas que determinan el valor DEG, como así también sus respectivas ponderaciones.

a.Asignación y distribución.

En 1969 fue aceptada por la Junta de Gobernadores del FMI la propuesta del Director Gerente de asignar a los países miembros un total de DEG de hasta 9.500 millones de dólares, que se harían en tres períodos anuales. En base a esto, el primero de enero de 1970, se efectuó la primera asignación por un total de 3.414 millones de dólares entre los 104 países participantes en ese entonces. El primero de enero del año siguiente, fueron asignados 249 millones de dólares entre 119 países, mientras que entre 1979 y 1981 se efectuaron nuevas asignaciones de DEG, de 4.000 millones de los mismos en cada año, siendo el total al 30-4-82 de 18.481,3 millones de DEG asignados a los 146 países miembros del Fondo.

La distribución de los DEG se realiza en función de la cuota (su valor depende del promedio ponderado del valor de cinco monedas; en marzo de 1994, un DEG equivalía a 1,41) que cada uno de los países tiene en su calidad de miembro, en el FMI, siguiendo el criterio establecido en la enmienda a la Carta Constitutiva del Fondo donde se legislan los DEG.

Para decidir la fecha y el monto de las asignaciones el Fondo realiza estudios tendientes a detectar la necesidad o no de complementar los activos de reservas ya existentes, sin olvidar que los países miembros deben colaborar entre sí y con ese organismo internacional a fin de constituir a los DEG en el principal activo de reserva del sistema monetario internacional.
La cuota de cada miembro corresponde a su posición relativa en la economía mundial. La principal economía, la de Estados Unidos, tiene la mayor cuota, en torno a 19.000 millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2 millones de DEGs. La cantidad de la cuota establece el poder de voto de cada miembro en las reuniones del FMI, cuántas divisas pueden obtener del Fondo y cuántos DEGs recibirán. Así, la Unión Europea, posee el 25 % de los votos y Estados Unidos está en torno al 20 %.

Las monedas que a componer la cesta, se pretende que tengan movimientos aleatorios, eligiéndose, por tanto, aquellas que posean un mercado. Debido a que la causa principal de la transacción de monedas se deriva de intercambios comerciales, se elegirán las de aquellos países con participación significativa en el comercio internacional; cuya participación supere el 1 % (medida por el volumen de sus exportaciones).
A medida que va variando la participación en el comercio internacional se producen los ajustes correspondientes. La cantidad de cada moneda que se incorpora a la cesta, se acuerda que sea tal que su valor represente una participación en el valor total del DEG proporcional a la que tiene en el comercio internacional.
En 1981 se acordó dejar únicamente cinco monedas, el dólar ($), la libra ( ), el marco (DM), el yen (Y)y el franco francés (FF), acordándose revisar su composición cada cinco años.
La participación en el comercio internacional de cada país varía y también lo hace el valor de sus monedas.

El DEG mantiene su valor bastante estable. Se utiliza en un principio para las relaciones entre los países y el FMI. Este último lo utiliza en la concesión de créditos a los diferentes países y es un sistema de regulación de la liquidez internacional a través del mecanismo de préstamos, que generalmente se utiliza para completar las reservas.

b.Utilización de los DEG.
Siguiendo el hilo del caso hipotético expresado, supongamos que la Argentina se enfrenta con un problema de pagos y desea hacer uso de los DEG. Este acontecimiento es comunicado al Fondo Monetario quien a su vez verifica si tal situación existe. Una vez establecida por éste la necesidad de colaboración financiera, informa a nuestro país cuáles son los miembros del sistema que están en condiciones de llevar a cabo el canje correspondiente, es decir, quién proveerá monedas convertibles a cambio de los DEG. La selección del país adquirente se efectúa en función de su solidez en materia de reservas internacionales, aspecto demostrativo de un excedente en sus disponibilidades de divisas. El participante adquirente no está obligado a recibir una cantidad ilimitada de DEG.

Su obligación cesará cuando sus tenencias superen su asignación, a no ser que el país en cuestión y el Fondo hayan acordado un límite superior. Además, los países miembros no pueden utilizar DEG para obtener monedas, si acuerdan bilateralmente con otros países miembros tales operaciones, sin tener que cumplir el requisito de dificultades en el balance de pagos.
Todas las monedas pueden ser cambiadas por DEG, la única condición es que el Fondo haya establecido un tipo de cambio representativo para la moneda en cuestión.
Los tenedores de DEG pueden utilizarlos además en las siguientes operaciones:
a.En acuerdo SWAP. Por este mecanismo un país miembro puede transferir DEG a otro activo monetario con excepción de oro. La retransferencia deberá realizarse de acuerdo a los plazos y tipos de cambio convenidos por ambos.
b.En operaciones a término, por las cuales los países miembros pueden comprar o vender DEG para su entrega en una fecha futura especificada, a cambio de una cantidad convenida de activos monetarios a un tipo de cambio convenido entre los países miembros.

c.En préstamo de DEG, a tipo de interés y con plazos de vencimiento convenido entre las partes.

d.En la liquidación de obligaciones financieras.

e.En donaciones.
Los DEGs son utilizados comúnmente en las siguientes aplicaciones:
- Para obtener cualquier moneda de otro país miembro, a condición de que la transacción se efectúe al tipo de cambio oficial de la moneda frente al DEG, determinado por el FMI.
- Como unidad de cuenta en contratos privados y convenios internacionales.
Para cubrir pérdidas en las reservas de un país.

f) Intereses y cargos
Cuando las tenencias de DEG de los países miembros son superiores a sus asignaciones, perciben un interés neto sobre la diferencia. Por supuesto que aquellos países, cuyas tenencias son inferiores, pagan un cargo neto, por lo que los pagos y cobros de intereses tienden a equilibrarse entre sí.
La introducción de los DEG en carácter de reservas complementarias no corrigió los defectos de fondo que padecía el sistema.
Una medida tan extrema por parte de las autoridades norteamericanas demostró lo endeble del sistema de Bretton Woods; al basar toda su mecánica en una moneda de un país en particular. Ya Keynes, había propuesto un sistema mucho más flexible no atado a ninguna moneda corriente sino en base a una moneda convencional creada en función de las necesidades del comercio mundial. No es difícil advertir que los actuales Derechos Especiales de Giro han tenido como antecedente la citada idea de Keynes.

Dos dreviewuaciones oficiales del dólar con respecto al oro y otras dreviewuaciones indirectas de la misma moneda, por rreviewuaciones realizadas por algunos países europeos y Japón fueron las resultantes principales del desorden monetario imperante en el período 1971-1973. Mientras tanto por la presión de las circunstancias, en septiembre de 1972 comenzaron las discusiones sobre las reformas del sistema monetario internacional. Dichas discusiones fueron llevadas a cabo dentro del marco de un comité especial del FMI, llamado el Comité de los Veinte, constituido por representantes de países industrializados y de países en desarrollo. En las reuniones se abordaron dos temas fundamentales: los métodos para lograr ajustes más adecuados de los desequilibrios del balance de pagos y la participación más activa de los DEG en su papel de reserva monetaria internacional.

Recién en junio de 1974, al celebrar el Comité de los Veinte su sexta y última reunión, se dieron a conocer los primeros resultados en un informe presentado ante la Junta de Gobernadores del FMI bajo la denominación de 'Bosquejo de la Reforma'. Si bien no se llegó a proponer un sistema totalmente reformado, como era el propósito original, se delinearon importantes medidas para contribuir al funcionamiento más adecuado del sistema monetario internacional, especialmente las referidas a la nueva tónica otorgada a los derechos especiales de giro cuyos rasgos más significativos señalaremos a continuación.

El primer aspecto de relevancia es el papel que deberían desempeñar los DEG en el futuro. Habíamos señalado anteriormente que éstos surgieron de la primera reforma del sistema, como complemento de las reservas existentes. Pero la gravedad de los acontecimientos monetarios internacionales posteriores a la vigencia de tal reforma, indujo a los participantes del Comité a otorgarles a los DEG la función principalísima de reserva básica del sistema relegando el oro y el dólar norteamericano a un segundo lugar. El significado de esta medida estaba vinculado con el principio de convencionalidad en materia monetaria internacional, aspecto que evidentemente se deseaba reforzar. La liquidez monetaria internacional no estaría de esta forma vinculada a una mercancía como el oro ni a la voluntad de un país determinado que emitiera moneda de reserva. El sistema monetario así transformado sería un sistema regulado internacionalmente dado que el volumen de reserva dependería de las decisiones tomadas por los países miembros y en función de las reales necesidades del comercio mundial.

En segundo lugar se tendió a que los DEG fueran la unidad de valor con referencia a la cual se expresarían las paridades de las monedas de los distintos países miembros, recordando que en el sistema original de Bretton Woods, tanto el oro como el dólar, eran usados para tal fin. A su vez, hasta el 1 de julio de 1974, los DEG se valoraban únicamente en término de dólares norteamericanos, existiendo la relación 1 DEG = 1,20635 dólares. Pero a partir de esa fecha fue puesto en vigencia un nuevo sistema de valorización de los DEG, como se vio anteriormente.

SISTEMA MONETARIO EUROPEO

Cuando quebró el viejo sistema, no existía a mano otro perfecto. Los principales países miembros del FMI trataron sin éxito de ponerse de acuerdo para crear un nuevo sistema que sustituyera al de Bretton Woods, por lo que sin que nadie lo hubiera planeado, el mundo ha entrado en un sistema de tipos de cambio de fluctuación dirigida o híbrida.
El sistema actual de tipos de cambio, a diferencia del sistema uniforme anterior del patrón oro o de Bretton Woods, no encaja en ningún molde preestablecido.
Estas son sus principales características:
Algunos países dejan que su moneda fluctúe libremente, como ha hecho Estados Unidos durante algunos períodos en las dos últimas décadas. Según este método, un país deja que los mercados determinen el valor de su moneda e interviene raras veces.

Algunos países grandes tienen tipos de cambio dirigidos pero flexibles. Este grupo comprende actualmente Canadá, Japón y, últimamente, Gran Bretaña. En este sistema, un país compra o vende su moneda para reducir la volatilidad diaria de las fluctuaciones. A veces interviene sistemáticamente para fijar su moneda en el nivel que cree conveniente.
Muchos países, especialmente los pequeños, fijan su moneda con respecto a una de las importantes o a una 'cesta' de monedas. A veces se permite que la fijación se deslice suavemente hacia arriba o hacia abajo en un sistema conocido con el nombre de fijación deslizante o reptante.

Algunos países están agrupados en un bloque monetario para estabilizar los tipos de cambio entre ellos y permitir, al mismo tiempo, que sus monedas varíen flexiblemente en relación con el resto del mundo. El bloque más importante es el Sistema Monetario Europeo (analizado más adelante).
Por otra parte, casi todos los países tienden a intervenir cuando los mercados se 'trastornan' o cuando los tipos de cambio parecen desviarse de los 'niveles fundamentales', es decir, de los tipos de cambio que son adecuados para los niveles de precios y flujos comerciales existentes.

Los países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE), a la vista de los desajustes que acabarían con el fracaso del patrón de cambios dólar y teniendo en cuenta que en el tratado fundacional de la CEE, el Tratado de Roma (1957), no se especificaba nada en absoluto sobre lo que podría denominarse un 'sistema monetario europeo', durante la década de los años sesenta decidieron emitir una serie de informes sobre la necesidad de armonizar el sistema cambiario de los países miembros y de crear un sistema monetario específico para la zona, con el objetivo de tratar de solucionar el problema que estaba perjudicando al comercio entre los componentes de la propia CEE, y entre ella y terceros países.
De entre ellos, el más significativo es el informe Werner realizado en 1970, que describe la construcción de un sistema monetario europeo mediante tres etapas, que irían desde la coordinación de las políticas monetarias de los países miembros, hasta la definición de tipos de cambio fijos y estables. El compromiso cambiario defendido en dicho informe es el denominado 'la serpiente en el túnel' al consistir en un sistema de tipos de cambio fijos con banda de fluctuación y paridad ajustable. Aunque este sistema, tal y como se definió anteriormente, sólo estuvo en vigor unos pocos meses (desde el 24 de abril de 1972 hasta el 19 de marzo de 1973, fecha en la que desaparecieron las bandas de fluctuación con respecto al dólar), pasaremos a describirlo a continuación por ser muy parecido al que posteriormente sería adoptado.

El sistema consistía en que:
a.El valor de la moneda de cualquier país miembro de la CEE no podría variar más de un 2,25 % por arriba o por debajo del valor del tipo de cambio central que la misma tuviese con respecto al dólar americano, que se utilizaba como moneda de referencia.

b.El valor de la moneda de un país miembro de la CEE no podría variar más de un 2,25 % en total, con respecto al de otra moneda de otro país miembro cualquiera.
En la figura a continuación, se puede observar cómo el tipo de cambio central se situaba en 'x' francos franceses = 'y' marcos alemanes = '1' dólar americano. La cotización de ambas monedas europeas no podía alejarse más del / - 2,25% con relación a dicho tipo de cambio central. Y al mismo tiempo, la cotización del franco y del marco no podía diferir entre sí más de un 2,25% del tipo de cambio central.
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2,25 % Ff

2,25% x Ff DM = 1 $ y DM -2,25%

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Figura : La serpiente monetaria en el túnel, según el plan Werner.
Sin embargo, en esta primera etapa el sistema no funciona a plena satisfacción, pues cuando los países se ven implicados en un desajuste, no desean ser 'el primero' en tomar las medidas correspondientes debido a que éste tendría que realizar un mayor esfuerzo. Cada uno de los dos países trata de culpar al otro del desajuste y trata de obligarle a que tome las medidas oportunas, dado que el ajuste supone un coste más pesado sobre todo para el país cuya moneda se deprecia (tiene que disminuir sus reservas comprando sus propias monedas) precisamente en el momento en que se encuentra en peores condiciones económicas. Es ante esta obligación, que se resisten a cumplir, por lo que algunos países abandonan, o no quieren formar parte, del sistema de serpiente monetaria.

Como consecuencia de la iniciativa franco – alemana, en 1978, se realizaron diversas reuniones en las que se aprobó la creación del Sistema Monetario Europeo (SME) que entró en vigor en 1979 y que pasaremos a analizar seguidamente, cuyo componente central es el mecanismo de tipos de cambio (MTC), un sistema voluntario de tipos de cambio semi-fijos, basado en la unidad monetaria europea (ECU), la unidad monetaria tipo adoptada en la creación del SME y basada en una valoración cualificada de las monedas de los estados miembros. Bajo el MTC, las monedas participantes están autorizadas a fluctuar en relación con cada una de las otras y el ECU solamente dentro de una banda fija de valores. El MTC es un instrumento clave de los planes para lograr una moneda europea única administrada por un banco central de la Unión Europea (UE): el objetivo final del SME, y parte central del Tratado de la Unión europea de 1992 (Tratado de Maastricht), aprobado por los doce jefes de gobierno de la Comunidad Europea (ahora Unión Europea) en diciembre de 1991 y firmado el 7 de febrero de 1992. El tratado estableció una política exterior y otra monetaria comunes, y proyectó la creación de un banco central para el año 1999. En general reflejó la intención de la Unión Europea de ampliar la escala de la unión económica y monetaria y de iniciar una seria consideración sobre unas políticas comunes de defensa, de ciudadanía y de protección del medio ambiente. Pero antes de que fuera plenamente efectivo, el Tratado tenía que ser ratificado por todos los estados miembros.

Maastricht representa un gran desarrollo y, a la vez, una modificación del Tratado de Roma, por lo que se refiere a la estructura organizativa de la Unión Europea; su aprobación originó numerosos conflictos económicos y políticos entre de los estados de la Unión Europea así como entre unos y otros. Algunos países se mostraron muy poco dispuestos a renunciar al control nacional de sus respectivas políticas monetarias, en especial Dinamarca y el Reino Unido en 1992. Como consecuencia, se reconsideraron los objetivos más ambiciosos del Tratado y se amplió la fecha límite para la unión monetaria.

El ECU era una unidad monetaria tipo cesta, constituida por la suma de cantidades fijas de doce de las monedas de los países miembros de la Unión Europea (Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Grecia, España y Portugal). Se utilizaba como: referencia del mecanismo de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo, unidad monetaria de medida de las instituciones comunitarias y medio de pago y reserva de los bancos centrales de los países miembros de la Unión Europea.

El sistema, constituido en torno al ECU, fue creado como un sistema simétrico, es decir un sistema en el que ninguna moneda debía tener un papel privilegiado, como había ocurrido con el dólar en el Sistema de Bretton Woods. En la práctica, sin embargo, el MTC no es un sistema simétrico. El marco alemán, es la moneda central del sistema y las políticas del Bundesbank tienen un papel principal.
A partir de enero de 1999 el ECU dejó de estar definido por una cesta de monedas y pasará a ser una moneda de pleno derecho, de la que cada moneda nacional participante será, en su respectivo territorio, un sustitutivo perfecto con otra denominación., La fijación de los tipos de conversión del ECU no modificará, en sí, su valor externo. La equivalencia entre el ECU cesta y el ECU moneda única será de 1:1. Los mercados cambiarios oficiales de las monedas nacionales participantes en la UEM desaparecerán por completo.

El ECU fue un compuesto de las monedas de los miembros de la CE, ponderado de acuerdo con la cuota de producción de estos países y su contribución al comercio de la UE, y estuvo respaldado por un importante fondo de reserva, el Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM). El ECU desempeñaba un papel fundamental en el Mecanismo de Tipos de Cambio (MTC), en virtud del cual los estados miembros debían mantener el valor de sus monedas nacionales dentro de una banda porcentual (factor de divergencia) de una paridad central. El factor de divergencia variaba de un país a otro. No obstante, el ECU no sólo dependía del MTC. Las monedas de los miembros de la UE que no pertenecían al MTC, como el Reino Unido e Italia (ambos abandonaron el MTC en 1992), continuaron siendo partes integrantes del ECU. La composición del ECU se ha modificado en varias ocasiones, pero quedó congelada el 1 de noviembre de 1993, cuando entró en vigor el tratado de la Unión Europea (el Tratado de Maastricht). Esta congelación fue irrevocable hasta que comenzó la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Sin embargo, varía el tipo de cambio de cada moneda frente a las monedas de otros estados miembros del SME y frente al ECU. Si una moneda incrementa su valor con respecto a todas las demás, serán necesarias menos unidades de esa moneda para adquirir la misma cantidad de cualquiera de las restantes monedas o del ECU de las que se precisaran anteriormente.

El ECU no fue moneda fuerte, por lo que no pudo utilizarse en las transacciones cotidianas. El mismo ha sido acuñado, pero sólo tuvo un uso protocolario. No obstante, se empleó en créditos sindicales y en las operaciones comerciales del mercado monetario. Asimismo, se empleó en la contabilidad interna de las instituciones de la UE, al igual que ocurría con la Unidad de Cuenta europea.

El Reino Unido propuso la introducción de un ECU fuerte que pudiera emplearse a la par que las monedas nacionales, pero la CE decidió que la Comunidad debería proceder directamente a la implantación de una moneda única fuerte en lugar de adoptar medidas que sólo llevarían a la introducción de una moneda común. En virtud del Tratado de Maastricht, firmado en 1991, se acordó que una moneda común debería estar en su lugar en 1999. Dado que el Reino Unido y Dinamarca negociaron el derecho a decidir su ingreso, y teniendo en cuenta que probablemente para entonces otros estados no hubieran cumplido los criterios establecidos para la adopción de una moneda común, no parecía seguro que llegara a introducirse una moneda europea única, ni quedaba claro bajo qué circunstancias tendría lugar ese paso. En el caso de que finalmente se procediera a su implantación, probablemente se seguiría el modelo denominado de las 'dos velocidades': un núcleo de países la adoptaría desde el principio y otros en una segunda fase.

Durante la cumbre de la UE celebrada en Madrid en diciembre de 1995, se decidió que la moneda única recibiría el nombre de EURO. Este compromiso no contestaba en modo alguno a la cuestión de si una moneda común europea llegaría realmente a ser 'común' dentro de la Unión Europea. No obstante, también se acordaron en la mencionada cumbre las siguientes medidas: - el 1 de enero de 1999 se fijarían los tipos de conversión de las monedas de los estados que cumplieran las condiciones de la UEM; - el euro reemplazaría al ECU en esa fecha con una paridad de uno a uno con respecto al ECU; - el 1 de enero del 2002 el euro pasaría a ser una moneda fuerte y las monedas nacionales de los estados miembros de la UEM serían abolidas.
El euro, desde el 1 de enero de 1999, es la moneda oficial de los países que integran la Unión Monetaria Europea sustituyendo a las monedas nacionales. El euro se divide en cien unidades fraccionarias llamadas 'cents'. Se estimó que a partir del 1-1-2002 circularán monedas de 1,2,5,10,20 y 50 cents, y 1 y 2 euros; y billetes de 5,10,20,50,100,200 y 500 euros. También que los billetes serán comunes en todos los países y las monedas tendrán una cara común y otra nacional, según el país de la emisión.

Las etapas de la introducción del euro son tres:

1.Período de transición: del 1 de enero de 1999 al 31 de diciembre del 2001.
En este período, el euro es la moneda oficial de los 11 países miembros. Aunque sólo existe de manera escritural, es decir, en anotaciones en cuenta o en documentos. Podemos utilizar el euro en nuestras transacciones, siempre que no sea en efectivo, ya que no se dispone en forma de monedas y billetes. Para los cobros y pagos en efectivo se utilizan las monedas nacionales como divisiones no decimales del euro que se deberán convertir al tipo de conversión fijo e irrevocable de 166.386 PTA/EUR.

2.Período de canje o de dualidad de monedas: del 1 de enero del 2002 al 28 de febrero del 2002 (como máximo).
El 8 de noviembre de 1999 se fijó la duración de este período de convivencia de las 2 monedas en 2 meses como máximo, el lugar de los 6 meses previstos inicialmente. En este período se iniciará la circulación de billetes y monedas en euros, produciéndose una sustitución progresiva de las monedas nacionales, la peseta en nuestro caso. Ésta se utilizará, únicamente, para operaciones en efectivo ya que no tendrá validez como unidad de cuenta.

3.A partir del 1 de marzo del 2002 (como máximo).
El euro es la única moneda de curso legal en los países de la zona euro.
La moneda oficial, el 1 de enero de 1999, es el euro para los países participantes de la Unión Monetaria; existirá sólo como denominador de operaciones financieras y mercantiles, físicamente, no existirá hasta el 1 de enero del 2002.
Para los pagos en efectivo podrá seguir utilizando los billetes y monedas nacionales hasta como máximo, el 28 de febrero del 2002.
La introducción del euro no modifica los términos de ningún contrato, sin perjuicio de lo legalmente acordado entre las parte, de forma que al final del período de transición, las referencias a las monedas nacionales contenidas en los contratos se entenderán referidas al euro, aplicando el tipo de conversión fijado y las reglas de redondeo.

El euro podrá utilizarse para los cobros y pagos en efectivo a partir del 1 de enero del 2002, fecha en la cual empezarán a circular las monedas y billetes en euros. Hasta entonces y desde el 1 de enero del 1999, el euro puede utilizarse para realizar pagos y cobros mediante cargos y abonos en cuentas independientemente de la denominación de la misma. También pueden extenderse cheques expresados en la nueva moneda y realizar pagos con las tarjetas.
La moneda única implica que los precios de los productos y servicios en los países de la zona euro estarán expresados en la misma moneda, pero no significa que sean los mismos. Seguirán diferencias porque los factores que determinan los precios de los productos y servicios, son distintos en cada país.
La introducción del euro no implica necesariamente un aumento de los precios, sólo significa un cambio en la unidad monetaria de medida. Sin embargo, puede que la conversión de los precios 'psicológicos' (o comercialmente atractivos), provoque un pequeño aumento de precios si son redondeados al alza para conseguir un precio con el mismo efecto psicológico.

En la mayor parte de nuestras relaciones con la Administración Pública no podremos utilizar la nueva hasta el final del período de transición, momento en el cual se adaptará totalmente al euro. De todos modos, podemos pagar la totalidad de los impuestos en euros a través de las entidades financieras. Para las empresas se ha adoptado la llamada opción euro completa; que les permitirá adaptarse al euro desde el principio del período de transición.

El Consejo de la Unión Europea ha elaborado el estatuto jurídico del euro, compuesto por dos reglamentos comunitarios donde se regula estrictamente la conversión de euros a pesetas. Además, a nivel nacional se aprobó la 46/1998, de 17 de diciembre, sobre la introducción del euro (Ley Paraguas) que entre otros aspectos fija las reglas de conversión y de redondeo de los importes monetarios.

Existen diferentes tipos de elementos de ayuda para calcular de manera rápida el valor en euros de cualquier producto. Por ejemplo, 'SA NOSTRA' ya ha puesto a disposición de sus clientes los euroconversores, unas pequeñas tablas donde podemos ver los valores de algunas cifras significativas, tanto en euros como en pesetas. 'SA NOSTRA' ofrece una eurocalculadora de PC que se pueden descargar de la página web, que convierte cualquier cifra que introduzcamos de euros a pesetas y viceversa, siguiendo la normativa de conversiones y redondeos.
Desde el día 1 de enero de 1999, los pensionistas reciben la información de suspensión en euros y en pesetas. En cuanto al pago, podemos diferenciar dos etapas:

-1 de enero de 1999 hasta el 31 de diciembre del 2001: si el cliente recibe su pensión en efectivo, ésta es en pesetas. Si este cobro es mediante anotación en cuenta, el cliente puede decidir la moneda de abono.
%B7%09A partir del 1 de enero del 2002: los pagos de las pensiones serán en euros.
El euro no supone coste alguno para los consumidores. El único esfuerzo que debemos realizar es acostumbrarnos a los nuevos precios.
La Asociación Española de Banca y la Confederación Española de Cajas de Ahorro han suscrito el código de conducta para las entidades bancarias recomendado por la Comisión Europea, según el cual se comprometen a no cobrar a sus clientes la conversión a euros de sus cuentas bancarias y el canje de monedas y billetes en pesetas a monedas y billetes en euros.

¿Cómo afecta la moneda única a la financiación de las empresas?
La estabilidad de precios y una política presupuestaria restrictiva, son unos de los objetivos principales de la Unión Monetaria Europea. Por tanto, cabe esperar en este contexto el mantenimiento del tipo de interés reducido. Estos factores ofrecen un marco de estabilidad económica en las empresas del área euro, y son especialmente positivos para las empresas españolas que, históricamente, han sufrido unos costes de financiación superiores a los de sus competidores.
Con la entrada del euro, las empresas se encuentran con un único mercado para la obtención de recursos de mayor volumen, más líquidos y de mayor profundidad, sin costes de cambio, y sin seguros de riesgo. Todo ello se traduce en un entorno muy favorable para llevar a término los planes de financiación a medio y largo plazo.

¿Cuándo debe adaptarse una empresa al euro?
No existe una receta concreta que permita decidir cuando conviene hacer la adaptación. Depende de las características intrínsecas de la empresa. Hay tres parámetros a analizar, a la hora de adaptar una empresa al euro, para ayudar al empresario a decidir lo que más de convenga:
El tamaño: a mayor tamaño de la empresa, antes nos tendremos que adaptar.
El nivel de internacionalización: cuantas más relaciones existan con países extranjeros, sobretodo de la zona euro, antes nos conviene adaptarnos.
Pagos o cobros en efectivo: si estos son muy frecuentes, conviene adaptarnos lo más tarde posible, ya que, de todos modos, los billetes y las monedas del euro no aparecerán hasta el 1 de enero del 2002.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA INTRODUCCIÓN DEL EURO

La introducción del euro es la pieza clave que impulsará las políticas integradoras de la Unión Europea que por el momento tienen su mayor exponente en la Unión económica, llamada también 'mercado único'.
Las ventajas se pueden resumir en las siguientes:
Estabilidad en los tipos de cambio.
No será necesario cambiar la moneda en las transacciones internas de la euro-zona.
Mercado transparente.
Simplificación de los costes de transacción.
El euro se convertirá en una moneda de reserva.
Tipo de interés más bajo.
Al lado de las ventajas hay también desventajas para la introducción del euro:
Coste de introducción.
Marco de referencia/acostumbrarse a los nuevos precios.
Medidas de austeridad.
Entrega de los instrumentos de política nacional para la política económica.
Un déficit en el presupuesto de un Estado miembro participante provocará un tipo de interés más alto en los países de la UEM.

EL COSTO DE LA INTRODUCCIÓN DEL EURO

El coste de cambiar al euro puede ser calculado hasta cierto punto, pero es considerablemente más difícil estimar la amortización. Cálculos del Nederlandsche Bank y de la Comisión Europea indican un período de reembolso de cinco años para el coste de introducción del euro.
A corto plazo, todos los países tendrán que adaptar sus sistemas administrativos, las instituciones financieras tendrán que adaptar sus sistemas al euro y todos tendremos que aprender a convivir con él.
Las amortizaciones más inmediatas vendrán ligadas a la ausencia de costes de transacción al dejar trabajar con distintas monedas europeas.
Luego de analizar la introducción del euro, surgen preguntas como:
a.¿Será más fuerte que el dólar?

b.¿Habrá una sola bolsa de valores?

c.¿Afectará a los precios?
Las respuestas a estas últimas, serían:
a.Dependerá de tres factores:

1.del volumen del comercio internacional, tanto de los EE.UU. y de los países de la Unión Monetaria europea (UME), como de la moneda que usen los otros países en sus relaciones con el exterior,

2.de la dimensión del sistema financiero europeo,

3.del grado en que el euro sea utilizado como moneda de reserva.
a.La Unión Monetaria Europea supone una globalización de los mercados de capitales. No obstante seguirán existiendo los mercados nacionales con sus respectivas bolsas de valores.
(c) En teoría no, pero al existir una seria competencia ente las empresas de todo el mercado único europeo, esto se podría traducir en una ligera bajada de precios.

CONCLUSIÓN
Luego de haber de haber desarrollado este trabajo, podemos advertir las ventajas y deficiencias de los sistemas utilizados en el comercio internacional hasta la actualidad.
La falta de liquidez aparece como un problema constante y en respuesta al mismo, se plantean diferentes soluciones representadas por sistemas monetarios que se ajustan a éste como a otras dificultades del contexto.
Otro factor importante a tener en cuenta durante este período, es la falta de confianza en el sistema vigente como desencadenante de crisis económicas.
Actualmente estamos atravesando un momento de incertidumbre internacional (basta con advertir la caída del euro, que deja aún más descolocado al peso argentino, no solo en Europa, sino también en los otros países donde se compite con la Unión Europea), que ha llevado a la Argentina a discutir las opciones con los doce bancos conocidos como formadores de mercado, que compran y venden la mayor parte de la deuda gubernamental, de modo de sustituir el financiamiento externo por el doméstico.

El exceso de gasto público, que incluyendo gastos presupuestarios y extrapresupuestarios llegó a $ 96.200 millones en 1999, no es a este nivel financiable con impuestos, por lo cual se recae hace ya varios años en fuertes déficit fiscales, que se cubren con deuda pública. Ahora estamos endeudándonos para pagar intereses, pero los inversores razonan que esto no puede seguir en forma permanente. No sabemos cuando llegará el momento en que no se obtenga el financiamiento deseado, pero el cada vez menor número de financiadores exige tasas más altas.
Por el momento no se perciben problemas, en lo que ha influido mucho la gestión de la Secretaría de Financiamiento.

El ministro de Economía trató de bajar el riesgo país, primero aumentando impuestos y, como esto no funcionó, reduciendo gastos a partir de junio. La medida de la reducción fue muy pequeña y no logró cambiar el déficit final, por lo que las expectativas no se modificaron. Pero el costo político del impuestazo y del salariazo negativo, se pagó igual, casi sin obtener beneficios, por lo que se redujo la imagen positiva del Gobierno, con las consiguientes diferencias internas.
Para aprovechar oportunidades de inversión menos riesgosas, no todos ven en la fuerte dreviewuación que ha tenido el euro versus el dólar una buena oportunidad de inversión.

Los inversores argentinos, en su mayoría institucionales, ya han colocado en cuatro fondos que invierten en acciones de Europa cerca de US$ 75 millones, mientras que al inicio del año 2000 sólo existía un fondo de este tipo con un patrimonio de US$ 15 millones. Para tener una idea de la dimensión de esa confianza, basta mencionar que los US$ 75 millones invertidos en cuatro fondos de acciones de Europa equivalen a cerca del 50 % de lo que se invierte (US$ 153 millones) en 45 fondos de acciones de la Argentina.

Desde este mes, el Banco Río ofrece invertir en el nuevo fondo de acciones Superfondo Europa, que concentrará sus colocaciones en 50 empresas de la zona del euro y Gran Bretaña. Todas cotizan en el índice Dow-Jones Europa Stock, y entre ellas puede mencionarse a Siemens, Nestlé, Shell, Roche, Vivendi, British Telecom, Alliance, Axa. Se puede ingresar con un mínimo inicial de mil dólares, no existen comisiones para entrar o salir, y recomiendan dejar el dinero allí colocado por lo menos dos años, como para darle tiempo a que el euro y esas empresas le den a este fondo un rendimiento positivo estable.

El Tesoro Estadounidense, en un esfuerzo de apuntalar a la debilitada moneda europea, dio instrucciones a la Reserva Federal de que vendiera dólares por euros.
El euro pasó los 90 centavos, pero hace dos semanas bajó a menos del nivel previo a la intervención (86 centavos), retrocediendo el mismo a un nuevo 'piso récord' (83 centavos), perdiendo así el 28 % de su valor desde su lanzamiento en enero de 1999, a 1,17 dólares.

EE.UU. identificó públicamente la suba del petróleo y la baja del euro como dos importantes obstáculos para la estabilidad mundial, y se mostró ineficaz en el manejo de ambos.
La Reserva Federal enfrenta el desafío aún más difícil de mantener el crecimiento estadounidense libre de inflación.
El euro aún no hecha raíces entre los europeos: 'Todavía está en proceso hacer del euro una moneda en la mente de la gente'.

Las dudas sobre si esto será suficiente permanecen, mientras el valor de los intercambios diarios de divisas, multiplicado por cien en quince años, será al menos trescientas veces mayor que el del comercio mundial en el espacio de 30 años. Igualmente, los intercambios de activos financieros, que habrán pasado de cinco billones de dólares en 1980 a 83 billones hacia el año 2000 (tres veces el PIB de la OCDE), aumentarán todavía más. Las transacciones en bonos del Estado habrán pasado en el mismo intervalo de 30.000 millones a ocho billones de dólares, y los créditos bancarios internacionales de 24 billones de dólares a 50 billones hacia el año 2005. En conclusión, sin una moneda universal o moneda internacional cuyo advenimiento aporte soluciones duraderas a la actual economía de casino, en cualquier momento puede aparecer una enorme crisis financiera que mine el crecimiento mundial mucho más de lo que lo hizo en etapas pasadas. Ya en 1987, The Economist planteó que, hacía el año 2017, debería haber una moneda mundial, por ejemplo el Fénix (ave mitológica que siempre renace de sus cenizas), pasando por un período de zonas meta, con tipos de cambio en una banda estrecha para estabilizar los cambios entre las cinco divisas que en las próximas décadas tendrán economías con cuotas similares y podrán disputarse la hegemonía del SMI: dólar, euro, yen, yuan, y rupia.
gejorsnake escribió:
subsonic escribió:Nuestra primera de riesgo a las 22:46 (ultima actualizacion) esta en 419. [agggtt]


Estoy por irme de fiesta y fusilarme los ahorros,total nos vamos a carajo [qmparto]

Donde se puede mirar la prima de riesgo al minuto ?

Aqui lo tienes, hay que actualizar de vez en cuando pero es en tiempo real. ;)
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php
Por lo que parece los italianos hicieron trampas para entrar en el euro...

http://www.cincodias.com/articulo/econo ... scdseco_8/
virgo25 está baneado por "clon de usuario baneado"
¿Renta/cápita y PIB/cápita es lo mismo?
subsonic escribió:La prima de riesgo española en 423 Pb
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php


Vamos a ver, si es que no se esconden para nada.

El nuevo presidente del banco central europeo era vicepresidente de Goldman Sachs, la agencia de rating que ayudó a ocultar el agujero de Grecia. Los nuevos presidentes de Grecia y de Italia que han colocado eran de la comisión trilateral, concretamente el italiano era su presidente europeo y miembro del Grupo Bilderberg. Es evidente que al nombrarlos van a dar confianza al mercado porque son ellos los que le meten zizaña cuando les conviene, entre la Comisión Trilateral, el Grupo Bilderberg, el Grupo de los Treinta, el Grupo Euro 50, el Grupo Crisis Internacional, el Brookings Institute, el Consejo de Relaciones Exteriores, Chatham House...etc son los que influyen en el comportamiento del mercado y lo arrastran (caso del rumor de que Berlusconi no dimitía o el referendum de Grecia), cuando pasan éstas cosas que no les convienen, las bolsas caen y las primas de riesgo suben, (ok no hay pruebas de que ellos vendan o compren en bolsa arrastrando al mercado según conveniencia) pero lo que si es palpable es que no existe un poder oculto ni una teoría de la conspiración mundial para someter al pueblo, simplemente los interesados influyen en los gobiernos a partir de la economía generando deuda privada que posteriormente se trasforma en pública al ser insostenible, ¿cual es el resultado? colocan a su gente al mando de gobiernos de paises y directivas de bancos, la prueba es que ya tienen Grecia, Italia y el Banco Central europeo. ¿coincidencia?, puede ser, pero la repercusión es que va a tocar pagar durante décadas si no quiebra el sistema monetario como ya ha pasado antes. (ver mi post anterior sobre la historia de los sistemas monetarios)

Fuente: http://www.eleconomista.es/economia/not ... demos.html

La Comisión Trilateral: el think-tank que une a Mario Monti y Lucas Papademos

Lucas Papademos y Mario Monti se disponen a liderar los gobiernos de Grecia y de Italia, respectivamente. Tienen muchas cosas en común: no han sido elegidos en las urnas, no tienen experiencia en gobiernos nacionales (aunque si en organismos europeos) y tienen formación académica estadounidense. Además, les une otro nexo, que ambos son miembros de la Comisión Trilateral, entre cuyos miembros más destacados se encuentran Henry Kissinger, Javier Solana, Ana Patricia Botín o Timothy Geithner.

Las primeras características son habituales, pero, ¿qué es la Comisión Trilateral? La Comisión Trilateral es un think-tank creado en 1973 por David Rockefeller, el actual patriarca de la famosa familia y nieto de John D. Rockefeller, el fundador de Standard Oil (el antecedente de ExxonMobil, la mayor empresa del mundo).

Su objetivo es fomentar la cooperación entre las naciones industrializadas, compartiendo un liderazgo responsable en el sistema internacional, aunque es acusado frecuentemente por los seguidores de las teorías de la conspiración sobre un gobierno mundial. Se le relaciona igualmente con el Grupo Bilderberg.

Inicialmente, el objetivo de este grupo era limar asperezas entre las tres grandes regiones de aquella época: Norteamérica (EEUU y Canadá), Europa Occidental y Japón.

Originalmente se estableció una duración de la Comisión de tres años, mandato que se ha ido renovando a su vez cada tres años hasta el presente. Además, realiza una reunión anual (la última en Washington el pasado mes de abril) aunque cada grupo realiza una propia. Precisamente, la reunión del grupo de Europa comienza hoy 11 de noviembre en La Haya, Holanda, y termina el domingo 13.

Como explica en su web, la creciente interdependencia entre los actores globales se ha transformado en una globalización en toda regla, y por eso se han ido añadiendo miembros como México al grupo de Norteamérica o China e India al grupo de Japón, redenominado Grupo Asia-Pacífico (actualmente con más de 100 miembros).

El grupo de Europa se ha ido incrementando a medida que lo hacía la Unión Europea. Por ejemplo, en los años 70, se crearon los grupos de España y de Portugal antes de que estos países se integraran en la UE.

Greenspan, Geithner, Summers, Kissinger...
La Comisión Trilateral prohíbe que haya entre sus miembros cargos públicos, por lo que tanto Monti, que es el actual presidente del grupo de Europa, como Papademos, tendrán que dejar sus cargos en la Trilateral. Vea aquí la lista completa de miembros.

El presidente de Norteamérica es el famoso académico estadounidense Joseph S. Nye, cofundador de la teoría del neoliberalismo en relaciones internacionales (no tiene que ver con el neoliberalismo económico). Mientras, el presidente del grupo Asia-Pacífico es el japonés Yotaro Kobayashi, ex presidente de Fuji Xerox y miembro de otros consejos de empresas como NTT y Sony.

La larga lista de miembros de este think-tank incluye a algunas de las personas más relevantes del mundo político, empresarial y académico del mundo. Entre sus fundadores destaca la presencia de Paul Volcker y Alan Greenspan, que dirigieron la Reserva Federal de EEUU entre 1979 y 2006.

Del grupo de EEUU hay grandes personalidades: Madeleine Albright, ex secretaria de Estado del Gobierno de Bill Clinton; William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York; Martin Feldstein, profesor de Harvard y asesor de varios gobiernos; Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas; Henry Kissinger; Joh Negroponte, ex embajador en Iraq; Condoleezza Rice, ex secretaria de Estado con George W. Bush; Larry Summers, ex secretario del Tesoro ex máximo consejero económico de Barack Obama.

Además, el actual secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner y el actual presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, son antiguos miembros de la Trilateral.

Miembros destacados en Europa
Actualmente, también hay miembros del BCE que forman parte de la Trilateral: Luc Coene, gobernador del Banco Nacional de Bélgica; Erkii Liikanen, presidente del Banco de Finlandia; Ewald Nowotny, gobernador del Banco Nacional de Austria y Nout Wellink, presidente del Banco Central de Holanda.

Además, hay reconocidos políticos a nivel europeo como el británico Peter Mandelson o el luxemburgués Jacques Santer y varios miembros de diversos parlamentos europeos y embajadores, así como Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional.

La representación corporativa también es significativa. Esko Aho, vicepresidente ejecutivo de Nokia y ex primer ministro de Finlandia; Manfred Bischoff, presidente del consejo de Daimler y expresidentes de EADS; Richard Burrows, presidente de British American Tobacco y exgobernador del Banco de Irlanda; Bertrand Colomb, presidente honorario de Lafarge o John Elkann, presidente de Fiat son algunos de los más destacados.

También hay representantes de Allianz, ENI, Finmeccanica, Royal Dutch Shell, Unicredit, Areva, ING, Siemens, Deutsche Telekom, Commerzbank, Telenor, BAE Systems, Air Liquide, Intesa San Paolo, Pirelli, Azko Nobel y UBS. Además, hay altos cargos de grandes bancos estadounidenses en Europa, como Citigroup o Goldman Sachs. También hay representantes de medios de comunicación como Financial Times, Il Sole 24 Ore, Corriere Della Sera, Polityka, Frankfurter Allgemeine Zeitung y Kathimerini.

Solana, Matutes y Botín destacan por España
En cuanto a la representación española, destacan a nivel político Javier Solana, ex ministro de Asuntos Exteriores y ex secretario general de la OTAN y Abel Matutes, empresario, ex miembro de la Comisión Europea y también ex ministro de Asuntos Exteriores. Del mundo de las finanzas encontramos a Ana Patricia Botín, ex presidenta de Banesto y actual consejera delegada de Santander UK y a Emilio Ybarra, expresidente de BBVA.

Además, hay dos miembros españoles que pertenecen al comité ejecutivo de la Trilateral: Antonio Garrigues Walker y Alfonso Cortina. Del mundo empresarial también están Oscar Fanjul, ex presidente y consejero delegado de Repsol y actual vicepresidente de Omega Capital (sociedad de inversión de Alicia Koplowitz); Nemesio Fernández Cuesta, también de Repsol y expresidente de Prensa Española (editora de ABC); Borja Prado, presidente de Endesa, e Ignacio Polanco, presidente de Prisa.

Además, se encuentran Pedro Miguel Echenique, físico, premio Príncipe de Asturias y consejo de educación del Gobierno Vasco en los 80 bajo presidencia del PNV y Esther Giménez-Salinas, rectora de la Universidad Ramón Llull de Barcelona.


Edito: El observatorio "Corporate Europe" se pregunta ¿Es correcto que los Bancos Centrales tengan en su alta dirección a miembros de grupos de presión o reflexión que se reúnen con los directores ejecutivos de los grandes bancos privados para asesorarse sobre la regulación bancaria en el mundo?.

http://www.corporateeurope.org/publicat ... -ecb-again
Vamos, que los que con su avaricia y ceguera sin límites han herido de muerte al capitalismo, son los mismos que ahora pretenden salvarlo con una huída hacia delante, hacia el capitalismo más salvaje.
Don_Boqueronnn escribió:
subsonic escribió:La prima de riesgo española en 423 Pb
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php


Vamos a ver, si es que no se esconden para nada.

El nuevo presidente del banco central europeo era vicepresidente de Goldman Sachs, la agencia de rating que ayudó a ocultar el agujero de Grecia. Los nuevos presidentes de Grecia y de Italia que han colocado eran de la comisión trilateral, concretamente el italiano era su presidente europeo y miembro del Grupo Bilderberg. Es evidente que al nombrarlos van a dar confianza al mercado porque son ellos los que le meten zizaña cuando les conviene, entre la Comisión Trilateral, el Grupo Bilderberg, el Grupo de los Treinta, el Grupo Euro 50, el Grupo Crisis Internacional, el Brookings Institute, el Consejo de Relaciones Exteriores, Chatham House...etc son los que influyen en el comportamiento del mercado y lo arrastran (caso del rumor de que Berlusconi no dimitía o el referendum de Grecia), cuando pasan éstas cosas que no les convienen, las bolsas caen y las primas de riesgo suben, (ok no hay pruebas de que ellos vendan o compren en bolsa arrastrando al mercado según conveniencia) pero lo que si es palpable es que no existe un poder oculto ni una teoría de la conspiración mundial para someter al pueblo, simplemente los interesados influyen en los gobiernos a partir de la economía generando deuda privada que posteriormente se trasforma en pública al ser insostenible, ¿cual es el resultado? colocan a su gente al mando de gobiernos de paises y directivas de bancos, la prueba es que ya tienen Grecia, Italia y el Banco Central europeo. ¿coincidencia?, puede ser, pero la repercusión es que va a tocar pagar durante décadas si no quiebra el sistema monetario como ya ha pasado antes. (ver mi post anterior sobre la historia de los sistemas monetarios)

Fuente: http://www.eleconomista.es/economia/not ... demos.html

La Comisión Trilateral: el think-tank que une a Mario Monti y Lucas Papademos

Lucas Papademos y Mario Monti se disponen a liderar los gobiernos de Grecia y de Italia, respectivamente. Tienen muchas cosas en común: no han sido elegidos en las urnas, no tienen experiencia en gobiernos nacionales (aunque si en organismos europeos) y tienen formación académica estadounidense. Además, les une otro nexo, que ambos son miembros de la Comisión Trilateral, entre cuyos miembros más destacados se encuentran Henry Kissinger, Javier Solana, Ana Patricia Botín o Timothy Geithner.

Las primeras características son habituales, pero, ¿qué es la Comisión Trilateral? La Comisión Trilateral es un think-tank creado en 1973 por David Rockefeller, el actual patriarca de la famosa familia y nieto de John D. Rockefeller, el fundador de Standard Oil (el antecedente de ExxonMobil, la mayor empresa del mundo).

Su objetivo es fomentar la cooperación entre las naciones industrializadas, compartiendo un liderazgo responsable en el sistema internacional, aunque es acusado frecuentemente por los seguidores de las teorías de la conspiración sobre un gobierno mundial. Se le relaciona igualmente con el Grupo Bilderberg.

Inicialmente, el objetivo de este grupo era limar asperezas entre las tres grandes regiones de aquella época: Norteamérica (EEUU y Canadá), Europa Occidental y Japón.

Originalmente se estableció una duración de la Comisión de tres años, mandato que se ha ido renovando a su vez cada tres años hasta el presente. Además, realiza una reunión anual (la última en Washington el pasado mes de abril) aunque cada grupo realiza una propia. Precisamente, la reunión del grupo de Europa comienza hoy 11 de noviembre en La Haya, Holanda, y termina el domingo 13.

Como explica en su web, la creciente interdependencia entre los actores globales se ha transformado en una globalización en toda regla, y por eso se han ido añadiendo miembros como México al grupo de Norteamérica o China e India al grupo de Japón, redenominado Grupo Asia-Pacífico (actualmente con más de 100 miembros).

El grupo de Europa se ha ido incrementando a medida que lo hacía la Unión Europea. Por ejemplo, en los años 70, se crearon los grupos de España y de Portugal antes de que estos países se integraran en la UE.

Greenspan, Geithner, Summers, Kissinger...
La Comisión Trilateral prohíbe que haya entre sus miembros cargos públicos, por lo que tanto Monti, que es el actual presidente del grupo de Europa, como Papademos, tendrán que dejar sus cargos en la Trilateral. Vea aquí la lista completa de miembros.

El presidente de Norteamérica es el famoso académico estadounidense Joseph S. Nye, cofundador de la teoría del neoliberalismo en relaciones internacionales (no tiene que ver con el neoliberalismo económico). Mientras, el presidente del grupo Asia-Pacífico es el japonés Yotaro Kobayashi, ex presidente de Fuji Xerox y miembro de otros consejos de empresas como NTT y Sony.

La larga lista de miembros de este think-tank incluye a algunas de las personas más relevantes del mundo político, empresarial y académico del mundo. Entre sus fundadores destaca la presencia de Paul Volcker y Alan Greenspan, que dirigieron la Reserva Federal de EEUU entre 1979 y 2006.

Del grupo de EEUU hay grandes personalidades: Madeleine Albright, ex secretaria de Estado del Gobierno de Bill Clinton; William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York; Martin Feldstein, profesor de Harvard y asesor de varios gobiernos; Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas; Henry Kissinger; Joh Negroponte, ex embajador en Iraq; Condoleezza Rice, ex secretaria de Estado con George W. Bush; Larry Summers, ex secretario del Tesoro ex máximo consejero económico de Barack Obama.

Además, el actual secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner y el actual presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, son antiguos miembros de la Trilateral.

Miembros destacados en Europa
Actualmente, también hay miembros del BCE que forman parte de la Trilateral: Luc Coene, gobernador del Banco Nacional de Bélgica; Erkii Liikanen, presidente del Banco de Finlandia; Ewald Nowotny, gobernador del Banco Nacional de Austria y Nout Wellink, presidente del Banco Central de Holanda.

Además, hay reconocidos políticos a nivel europeo como el británico Peter Mandelson o el luxemburgués Jacques Santer y varios miembros de diversos parlamentos europeos y embajadores, así como Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional.

La representación corporativa también es significativa. Esko Aho, vicepresidente ejecutivo de Nokia y ex primer ministro de Finlandia; Manfred Bischoff, presidente del consejo de Daimler y expresidentes de EADS; Richard Burrows, presidente de British American Tobacco y exgobernador del Banco de Irlanda; Bertrand Colomb, presidente honorario de Lafarge o John Elkann, presidente de Fiat son algunos de los más destacados.

También hay representantes de Allianz, ENI, Finmeccanica, Royal Dutch Shell, Unicredit, Areva, ING, Siemens, Deutsche Telekom, Commerzbank, Telenor, BAE Systems, Air Liquide, Intesa San Paolo, Pirelli, Azko Nobel y UBS. Además, hay altos cargos de grandes bancos estadounidenses en Europa, como Citigroup o Goldman Sachs. También hay representantes de medios de comunicación como Financial Times, Il Sole 24 Ore, Corriere Della Sera, Polityka, Frankfurter Allgemeine Zeitung y Kathimerini.

Solana, Matutes y Botín destacan por España
En cuanto a la representación española, destacan a nivel político Javier Solana, ex ministro de Asuntos Exteriores y ex secretario general de la OTAN y Abel Matutes, empresario, ex miembro de la Comisión Europea y también ex ministro de Asuntos Exteriores. Del mundo de las finanzas encontramos a Ana Patricia Botín, ex presidenta de Banesto y actual consejera delegada de Santander UK y a Emilio Ybarra, expresidente de BBVA.

Además, hay dos miembros españoles que pertenecen al comité ejecutivo de la Trilateral: Antonio Garrigues Walker y Alfonso Cortina. Del mundo empresarial también están Oscar Fanjul, ex presidente y consejero delegado de Repsol y actual vicepresidente de Omega Capital (sociedad de inversión de Alicia Koplowitz); Nemesio Fernández Cuesta, también de Repsol y expresidente de Prensa Española (editora de ABC); Borja Prado, presidente de Endesa, e Ignacio Polanco, presidente de Prisa.

Además, se encuentran Pedro Miguel Echenique, físico, premio Príncipe de Asturias y consejo de educación del Gobierno Vasco en los 80 bajo presidencia del PNV y Esther Giménez-Salinas, rectora de la Universidad Ramón Llull de Barcelona.


Edito: El observatorio "Corporate Europe" se pregunta ¿Es correcto que los Bancos Centrales tengan en su alta dirección a miembros de grupos de presión o reflexión que se reúnen con los directores ejecutivos de los grandes bancos privados para asesorarse sobre la regulación bancaria en el mundo?.

http://www.corporateeurope.org/publicat ... -ecb-again


Llamandote conspiranocio en 3.2.1..........
Mientras tanto, ya estamos en los 433 Puntos basicos, pagando un interès por nuestra deuda del 6.14%. Nos estamos acercando al 7%.
Yakerton está baneado por "Troll"
entonces, a sacar todo el dinero del banco y meterlo debajo del colchon o que coño, en barcos y putas?
Yakerton escribió:entonces, a sacar todo el dinero del banco y meterlo debajo del colchon o que coño, en barcos y putas?


No, con suerte salvan la situación y consiguen exprimir aún más el sistema monetario actual, porque si han puesto a ésta gente es porque son los más capaces y saben de qué va el percal, dan confianza porque son de los suyos y los conocen, no son imprevisibles como Belen Esteban o la Campanario, que lo que no quieren es precisamente que se genere el drama total "Cantoná" de sacar toda la pasta del banco, cosa que no puedan controlar ¿A quién van a poner sino en los gobiernos temporales?. Al menos aquí en España no ha habido nada raro, nada más que un adelanto de las elecciones, en el momento que lo anunciaron posteé que era posiblemente porque la que se venía era más gorda aún y la crisis estaba por empezar, de todas formas hubiera sido mucho peor que de repente hubieran puesto a un universitario americano económicamente neoliberal por la cara como en Italia y en Grecia, aquí nos salvamos por la reforma constitucional, por el adelanto de las elecciones y porque parece que va a gobernar un gobierno comprometido que va a aplicar un plan de choque anticrisis.

La movida es que ésto se sabe por culpa o gracias a internet, porque los medios salvo algún periodista intrépido no van a fomentar la estampida, se va a liar parda cuando tengamos que empezar a devolver la deuda de verdad una vez que se vean los números reales cuando cambie el gobierno, porque las quejas han sido contenidas ya que el gobierno era de izquierdas eso es así con la excepción del 15M, pero no se puede negar la evidencia que los que están poniendo son los que son vaya, los mismos que aprietan las cuerdas.

Una vez que los países en "peligro" den confianza es posible que empecemos a salir, colocar deuda y que no cierren el crédito. Pero a ver cuánto aguanta la sociedad con la derecha metiendo la tijera, se van a despertar, y a ver cómo afecta ése despertar a los mercados, no van a durar ni una legislatura completa, y a ver cuánto aguanta el sistema monetario actual si la gente se vuelve loca sacando el dinero del banco a mansalva, no puede ser, yo le doy como mucho 6 años si todo sale bien sin tener ni idea de economía, pero éstas cosas un dia es una cosa y al dia siguiente te cambia totalmente el panorama, a saber. Yo no soy partidario de sacar el dinero de los bancos, eso es cavar nuestra propia tumba, al menos habría que darles tiempo para que organicen un nuevo sistema monetario. Uno que sea más real y posible, propuestas hay y no me refiero a gente de las asambleas del 15M, sino a propuestas hechas por altos cargos, como por ejemplo, (un mensaje privado que le envié a Perfect Ardamax cuando me preguntó por la historia de los sistemas monetarios): Lo pongo aunque sé que la mayoría va a pasar de leer.

Por otro lado he visto y leído cosas que me han parecido interesantes, una conferencia de un tipo pintoresco:
'La única oportunidad real que tenemos'

Su importancia es esta: Nos encontramos en uno de los momentos más emocionantes y peligrosos de la historia moderna. El sistema financiero económico mundial inevitablemente desaparecerá de aquí a poco. La pregunta es: ¿con qué lo vamos a remplazar? Ésa es la interrogante. El sistema monetario internacional en su forma actual está en quiebra irremediable; no puede reformarse. Hay que remplazarlo. Lo que hay que hacer, en esencia, es crear un nuevo sistema monetario, y lo que propongo es lo siguiente: que si Estados Unidos —y esto no es imposible— le propusiera a Rusia, a China y a India copatrocinar la formación de un nuevo orden monetario–financiero internacional, podría hacerse.

El problema es que, la mayoría de las naciones, tales como las de Europa central y occidental, y otras partes del mundo, no pueden actuar de manera independiente, tomar la iniciativa. Sin embargo, si Estados Unidos y Rusia, que son dos de las naciones más grandes del mundo desarrollado, o antes desarrollado, se combinan con China e India, que son las dos naciones asiáticas que representan la porción más grande de la población mundial, entoces se tiene una combinación que puede darle protección a las naciones de Sudamérica, por ejemplo, y de Europa y demás para que actúen en conjunto. Ésa es la única oportunidad real que tenemos.

No es imposible que pueda inducirse a Estados Unidos a hacer eso, aun en las condiciones actuales. Al presente tenemos a Dick Cheney, por supuesto, en una posición muy vulnerable. Ha ocurrido un suceso reciente desde que regresé de Europa, que es el llamado escándalo de la firma BAE, en el que está implicado alguien que algunos de ustedes conocen: Pinochet, quien ya partió, pero sus reliquias quedan. Pinochet estaba metido en este escándalo y él, por supuesto, era un fascista. Fue patrocinado por ciertas personas de Estados Unidos y también de Londres, y en sus últimos años se volvió virtualmente un agente británico abierto. Pero también George Shultz en California, que fue uno de los que patrocinó el golpe de Pinochet junto con Félix Rohatyn, un banquero con proclividades fascistas que fue el banquero clave en esta operación. Y, por supuesto, Henry Kissinger funcionó en apoyo a esto en su papel como secretario de Estado.

Ésta es la naturaleza de la situación.

Lo que pasa es lo siguiente: BAE en esencia representa una institución imperial británica que ha agarrado más y más poder en distintas partes del mundo, y ha tratado de obtener un creciente control sobre Estados Unidos mismo. Lo que ha pasado ahora es que, al príncipe Bandar de Arabia Saudita, que ha sido por mucho tiempo un agente de estos círculos, se le ha desenmascarado como parte de esta operación. Tenemos ahora una crisis de implicaciones incalculables a nivel planetario en marcha. Ésta no es una crisis de finanzas, no es un escándalo financiero como tal, no es un escándalo en el sentido ordinario. Es una crisis para ver quién va a dominar el mundo. ¿Será un grupo de naciones? ¿O será el nuevo imperio británico que emerge, o reemerge porque nunca desapareció, que toma control de los Estados Unicos y establece su dominio mundial a través de la globalización? Por ejemplo, a través de BAE, que es una manera de asumir el control de las capacidades militares del mundo, con una organización imperial británica, una organización casi privada, pero imperial de todas maneras.

En Sudamérica hemos visto recientemente acontecimientos interesantes y positivos. En parte, por la iniciativa de lo que ha pasado en Argentina, que fue decisiva en esto, se han juntado los países de Sudamérica en lo que no es un bloque consolidado pero es una opción muy prometedora, y forma parte de la solución.

Por tanto, lo que tenemos que hacer es lo siguiente; el actual sistema financiero monetario–financiero internacional está en quiebra. No hay manera de que pueda reformarse por cuenta propia y sobrevivir. Cualquier intento de mantener este sistema significa una desintegración total en una nueva Era de Tinieblas, parecida a la de Europa del siglo 14, con el desplome de algunos de los bancos lombardos de entonces. Eso fue lo que pasó.

Por tanto, la solución es establecer un nuevo sistema monetario–financiero internacional. Eso puede hacerse en base a las cláusulas especiales de la Constitución estadounidense. Recuerden que, el sistema estadounidense no es un sistema monetarista. Más bien en un sistema de crédito fundado en la autoridad constitucional que tiene el Gobierno de Estados Unidos para emitir y controlar su propia moneda. En otras partes del mundo el sistema financiero nacional lo ha controlado en gran medida el sistema liberal angloholandés, a través de redes de bancos privados llamados bancos centrales que, de hecho, ordenan y controlan gobiernos.

Entonces, hay un sistema financiero económico imperial mundial centrado, en general, en el Imperio Británico desde febrero de 1763. En contra de esto, el único sistema de alguna importancia que sobrevive hoy, en tanto alternativa, es el que dispone las cláusulas constitucionales de Estados Unidos, que establecen al dólar como un mecanismo de crédito del Gobierno de Estados Unidos. Es decir, en nuestro sistema cuando funciona, lo que no siempre ha sido el caso, obviamente, generamos crédito a través de un voto del Congreso, especialmente de la Cámara de Representantes. El Presidente de Estados Unidos luego actúa con base a la autoridad de esta ley federal, para emitir moneda como crédito de Estados Unidos mismo.

Ahora bien, la función principal de este crédito no es nada más imprimir dinero; es crear fondos de capital para inversiones de capital a largo plazo, especialmente en el sector público, pero con efectos secundarios para el sector privado. En el sector público, sobre todo en grandes obras de infraestructra para los estados y para el Gobierno federal. Este crédito en general se emite por un período de 25 a 50 años en la economía moderna.

Tenemos un sistema monetario–financiero internacional que no funciona. Pero, si Estados Unidos afirma su Constitución, y hace acuerdos con las tres otras naciones patrocinadoras principales, y con otras naciones, entonces podemos crear de inmediato un nuevo sistema monetario internacional, y someter al sistema actual a una reorganización por bancarrota para mantener la continuidad de las funciones esenciales, y poner en marcha un programa de crecimiento económico neto y de desarrollo. El meollo de esto a largo plazo serían inversiones en infraestructura económica básica y en el desarrollo de las economías de diferentes partes del mundo. Un conjunto de tratados de cooperación de 25 a 50 años para la formación de capital, para que el mundo crezca, como era la intención de Franklin Delano Roosevelt hacerlo, de haber vivido al terminar la guerra.

Ésa es nuestra opción. Si hacemos eso, podemos salir del lío en el que nos encontramos. Si no llevamos a cabo una reforma semejante, no hay esperanza para la civilización, y el caos será inevitable. Ninguna parte del mundo podrá resistir los efectos de reacción en cadena de un desplome de la economía estadounidense ahora. El desplome del dólar significaría un desplome de todos los dólares y de los reclamos respecto al dólar en todas partes del mundo. China se iría a la quiebra; India también; Europa quebraría. Así es que, al presente, no hay manera de que Estados Unidos se desplome y el resto del mundo sobreviva. No hay manera. Por tanto, tenemos que reformar a Estados Unidos de forma congruente con su propia Constitución, ofreciendo cooperar con otros países, y en especial con los principales países, para establecer un nuevo sistema mundial, una nueva versión del viejo sistema de Bretton Woods, que permita programas de recuperación de 25 a 50 años de inversión a largo plazo en el mundo en su totalidad.

Por ejemplo, tenemos el caso de Sudamérica donde ahora ha surgido este Banco del Sur, un suceso muy positivo. Un banco como éste, de operar con la protección y el apoyo de una reforma internacional tal, podría generar su propia inversión de crédito a largo plazo a lo interno de Sudamérica, para proyectos que, obviamente, son necesarios. Tenemos una situación frágil en Sudamérica, algunos acuerdos muy buenos, pero también muchos problemas. Y, por tanto, tenemos que resolver esos problemas encontrando una solución positiva común que junte a la gente en torno a las opciones para el bien, es decir los beneficios, en vez de pelearse los unos a los otros por las discrepancias. Y esto es posible. Esta es la situación que enfrentamos hoy día.

En cuanto a Estados Unidos, la crisis de BAE, el escándalo que entraña a la industria armamentista o el monopolio armamentista de Gran Bretaña, no es, como ya dije, simplemente una crisis monetaria o un escándalo. Es es una contienda entre dos sistemas: la raza humana y el Imperio Británico. Lo que tenemos aquí es una institución de la monarquía británica, BAE, que está usándose para dominar los asuntos militares del mundo, como un monopolio de poderío militar. Esto ocurre cuando de Estados Unidos y Gran Bretaña emerge una política vinculada con el nombre de Dick Cheney, el vicepresidente, desde que era secretario de Defensa y ahora vicepresidente y casi presidente en funciones de Estados Unidos. Esta política, respaldada por el conocido George Shultz, recordado por su apoyo a Pinochet, se llama una "revolución en los asuntos militares". El objetivo es establecer un imperio mundial de poderío militar. Dicho imperio estaría fundado en eliminar las fuerzas terrestres regulares de las naciones, es decir, los ejércitos nacionales, y remplazarlos con ejércitos privados. Pero a la vez, controlar el planeta poniendo armas en el espacio que pueden lanzar proyectiles desde allí sobre cualquier lugar del planeta que no cuente con la aprobación de las autoridades reinantes, y usar el poderío naval de forma menguante para lo mismo.

Vemos la amenaza de un imperio mundial, un nuevo Imperio Britáico, de hecho, y lo que ha pasado con esta crisis de BAE es que ciertas fuerzas en Europa, incluso en el Reino Unido y en Estados Unidos, están en un estado de revuelta en contra de esta amenaza de imperio mundial. Ésta se expresa en parte en la resistencia que viene de militares prestantes de Estados Unidos y otras partes, en contra de lo que sucede en el Sudoeste asiático hoy día, y se expresa de otras maneras, y también en este escándalo de BAE.

El que se destapara este escándalo, de que se identificara al príncipe Bandar de Arabia Saudita como una figura clave en este fraude internacional, ha puesto todo el asunto al descubierto. Si cae Bandar, todo el sistema tendería a caer. Y hay mucha gente en Estados Unidos, y alguna en el Reino Unido, y también en Europa que vería esto con buenos ojos.

Así que, nos encontramos en una situación en la que el viejo sistema se ha venido abajo, un sistema podrido que ha existido en esta forma desde 1971, desde el verano de 1971. Este sistema ya cayó. No hay ninguna posibilidad de que el presente sistema monetario–financiero mundial pueda seguir sobreviviendo en su forma actual. La fecha de su defunción es incierta, pero la inevitabilidad de su muerte temprana es absolutamente segura. Por tanto, tenemos que escoger un nuevo sistema. Esto es así para la gente de Londres y otras partes que está detrás de lo que representa el escándalo de BAE; de los que buscan un imperio mundial. La globalización es una nueva forma de imperio mundial.

Nosotros, por otra parte, tenemos una opción. Si Estados Unidos desempeña el papel para el que se le creó como república federal, y se alía con otras naciones del mundo para establecer una coalición de naciones cuya tradición es europea, cuya tradición en otros casos es eurasiática, es decir naciones como Rusia, una nación eurasiática, no una nación europea; tiene raíces europeas pero también raíces asiáticas en su cultura. Tenemos también las grandes culturas de Asia que representan China, India y otras grandes naciones asiáticas. El objetivo de este planeta debería haber sido, desde hace tiempo, encontrar la manera de juntas estos tres sectores del mundo en alguna forma de cooperación. La cultura europea que representa en su mejor sentido lo que Estados Unidos logró al liberarse de la tradición oligárquica. Rusia ejemplifica el grupo de naciones eurasiáticas, que representan tanto las culturas asiática como la europea; y están las naciones asiáticas como China e India.

Si podemos juntar estas grandes culturas en un programa de recuperación económica para el planeta, ocurrirá lo siguiente. Tenemos un proyecto en ciernes, al que Rusia acaba de darle un impulso, y que yo he venido respaldado por mucho tiempo, que es construir un túnel, un túnel ferroviario desde Siberia hasta Alaska. Esto crearía un cambio planetario en las relaciones humanas del planeta. Significaría que tendríamos ferrocarriles de alta velocidad o sistemas de transporte de levitación magnética, que llegarían de Europa no sólo a Alaska, sino que bajarían por todas las Américas. Hemos tenido esta intención por mucho tiempo: tener un sistema ferroviario integral que conecte el norte de Norteamérica con el extremo austral de Sudamérica. De la misma manera, pasando por el sudoeste asiático, y a través de Europa hasta África, podríamos en el futuro inmediato—no nececesariamente en mi vida, pero después—unir las partes principales de este planeta en nuevas formas de cooperación económica, como Estados nacionales soberanos vinculados por transporte ferroviario de alta velocidad o de levitación magnética. Habríamos cambiado al mundo de uno dominado por la fuerza marítima a uno dominado por el desarrollo de regiones terrestres o regiones terrestres pobladas.

Este gran cambio está ante nosotros. Existen nuevas tecnologías, nuevas tecnologías fundamentales como la energía de fisión nuclear, con la que podemos encarar el problema del agua, la carestía de agua dulce en el mundo. Yo estoy a favor de la energía en general. Tenemos las nuevas tecnologías de la fusión termonuclear, que son significativas porque suministran nuevos tipos de isótopos, que pueden manufacturarse en gran medida para suplir varias necesidades, y también como fuente energética. Tenemos las grandes obras, los grandes proyectos de transporte y otros para reconstruir el planeta en su totalidad, a través de un sistema de cooperación entre Estados nacionales soberanos, en gran medida vinculados por ferrocarriles internacionales de alta velocidad o de levitación magnética, para tomar todas las partes del mundo—las partes más remotas del mundo y las partes más desesperadas de África—y juntarlas en un sistema internacional común de Estados nacionales soberanos.

Y ése es el momento en el que vivimos hoy. Por tanto, por una parte me encuentro optimista en cuanto a lo que se puede hacer, lo que se tiene que hacer. Temo lo que pueda pasarle a la humanidad si no lo hacemos. Lo que tenemos en Sudamérica, en particular, en el intento de lograr alguna cooperación entre los Estados del continente sudamericano, es en extremo importante, porque establece un modelo para naciones que tienen problemas especiales de distintas clases. Los problemas de Bolivia no son los mismos que los de Brasil, aunque están relacionados. Los problemas de Colombia, de Argentina, todos tienen economías distintas, con intereses al parecer en conflicto. ¡Pero tienen un interés común que se sobrepone! Por tanto, tenemos que tomar a las naciones que tienen intereses en conflicto y juntarlas en torno a la idea de un propósito común, de una meta común para toda la humanidad. Y esta operación del Banco del Sur que ha surgido en Sudamérica, es clave. Las naciones de Sudamérica sí tienen el derecho, el derecho implícito, de establecer su propio sistema crediticio, su propio arreglo bancario internacional entre Estados nacionales soberanos, para crear crédito a gran escala y regular sus relaciones las unas con las otras, en base a la idea del principio del tratado de Westfalia. Es decir, que cada nación tome en cuenta el bienestar de las otras como su preocupación central. Y si todas las naciones lo ven de este modo, no tendremos un problema de cooperación con el principio de Westfalia.

Así que, ha llegado el momento en el que tenemos la peor crisis de la historia moderna; una crisis que probablemente sea peor que los problemas del oscurantismo en Europa. Estamos llegando al límite. Tenemos un sistema financiero que no se puede salvar. No podemos funcionar con el actual sistema financiero mundial; ¡no podemos! Tenemos una crisis en la que el sistema amenaza con desplomarse de varias manera. Tenemos la crisis de BAE, que es ejemplo de ello. Por otra parte, tenemos la posibilidad, fundada en la experiencia y los deseos de gente de conciencia en muchas naciones, de juntar a las naciones en torno a un nuevo sistema monetario internacional, más o menos congruente con la intención de Franklin Roosevelt, al terminar la Segunda Guerra Mundial, de construir un nuevo sistema monetario internacional en base a un sistema de crédito, en vez de un sistema monetario o monetarista depredador.

Tenemos tecnologías y proyectos específicos que o ya existen o pueden perfeccionarse, con los que podemos hacerle frente a la mayoría de los problemas. Podemos unir a todo el planeta en base al mismo principio que celebra el tratado de Westfalia de 1648. Es hora de regresar a eso.

Ése es mi mensaje por el momento.

Éste articulo me llamó la atención porque no estaba hecho por alguien de a pie por así decirlo, se veía que tenía contactos a cierto nivel y al buscar quien era, por lo visto era una conferencia de un tal Lyndon Hermyle LaRouche, Jr. para sindicalistas iberoamericanos, y el tio ha sido precandidato a la presidencia de los Estados Unidos en 1976, 1980, 1984, 1988, 1992, 1996, 2000 y 2004; una vez por su propio Partido Laborista y siete veces por el Partido Demócrata, aunque no logró atraer el apoyo electoral. Lo han descrito en los últimos años como un teórico de la conspiración, fascista y antisemita, y se han caracterizado su movimiento como una secta.

Y por contraponer fuentes y opiniones me llamó la atención las propias palabras del Papa Benedicto, más claro imposible:

«La crisis económica actual, de la que se ha tratado también en estos días en la reunión del llamado G20, debe tomarse en toda su seriedad: esta tiene numerosas causas y manda una fuerte llamada a una revisión profunda del modelo de desarrollo económico global. Es un síntoma agudo que se ha añadido a otros también graves y ya bien conocidos, como el perdurar del desequilibrio entre riqueza y pobreza, el escándalo del hambre, la emergencia ecológica y, actualmente también general, el problema del paro. En este cuadro, parece decisivo un relanzamiento estratégico de la agricultura. De hecho, el proceso de industrialización a veces ha ensombrecido al sector agrícola, el cual, aún tomando a su vez beneficio de los conocimientos y de las técnicas modernas, con todo ha perdido importancia, con notables consecuencias también en el plano cultural. Me parece el momento para un llamamiento a revalorar la agricultura, no en sentido nostálgico, sino como recurso indispensable para el futuro.»

En la actual situación económica, la tentación para las economías más dinámicas es la de recurrir a alianzas ventajosas que, con todo, pueden resultar gravosas para los Estados más pobres, prolongando situaciones de pobreza extrema de masas de hombres y mujeres y apurando los recursos naturales de la Tierra. Además, a pesar de la crisis, consta aún que en los países de antigua industrialización se incentivan estilos de vida marcados por un consumo insostenible, que resultan también dañinos para el ambiente y para los pobres. Es necesario apuntar, por tanto, de forma verdaderamente concertada, sobre un nuevo equilibrio entre agricultura, industria y servicios, para que el desarrollo sea sostenible, no falte a nadie el pan y el trabajo, y el aire, el agua y los demás recursos primarios sean preservados como bienes universales . Es fundamental para esto cultivar y difundir una clara conciencia ética a la altura de los desafíos más complejos del tiempo presente; educarse todos a un consumo más sabio y responsable; promover la responsabilidad personal junto con la dimensión social de las actividades rurales, fundadas en valores perennes, como la acogida, la solidaridad, en compartir el cansancio en el trabajo. No pocos jóvenes han elegido ya este camino; también muchos licenciados vuelven a dedicarse a la empresa agrícola, sintiendo responder así no solo a una necesidad personal y familiar, sino también a un signo de los tiempos, a una sensibilidad concreta por el bien común.


Vaya que la cosa está que arde, para mi que dentro de poco va a caer el sistema monetario actual, y cuando digo poco me refiero a 4 o 5 años y se va a liar gorda. Por eso pienso que deben de ponerse a pensar en un sistema nuevo, a ser posible que no sea tan agresivo como el actual aunque no sea tan rentable. Pero a saber. Ahora estoy mirando el tema de la "guerra de divisas" en google y está interesante, me sigo enterando de muchas cosas pero trato de intentar desechar la paja dl grano en los post que voy haciendo sobre el tema.
Nosotros somos los siguientes, ya estamos en 458 a un interès del 6.33%
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php

Entendidos en economía, ¿que opinais?
subsonic escribió:Nosotros somos los siguientes, ya estamos en 458 a un interès del 6.33%
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php

Entendidos en economía, ¿que opinais?



Los italianos nos adelantaron por la derecha, pero ojo al retrovisor que Bélgica, Austria y Francia vienen disparados


Bélgica ya es oficialmente del club de los 300 puntos, y Francia está tonteando con los 200, en cuanto pierda la AAA va en escalada.





http://www.expansion.com/agencia/efe/20 ... 99039.html
subsonic escribió:Nosotros somos los siguientes, ya estamos en 458 a un interès del 6.33%
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php

Entendidos en economía, ¿que opinais?


Se suponia que no podiamos aguantar mas de 20 dias con una prima por encima de 420 ,no?
gejorsnake escribió:
subsonic escribió:Nosotros somos los siguientes, ya estamos en 458 a un interès del 6.33%
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php

Entendidos en economía, ¿que opinais?


Se suponia que no podiamos aguantar mas de 20 dias con una prima por encima de 420 ,no?

Se suponía, ya llevamos dos dias por encima de 420, y por momentos rozando los 460
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Por una reforma del sistema financiero y monetario internacional en la perspectiva de una autoridad pública con competencia universal

Nota del Consejo Pontificio Justicia y Paz


Prólogo

«La presente situación del mundo exige una acción de conjunto que tenga como punto de partida una clara visión de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales. Con la experiencia que tiene de la humanidad, la Iglesia, sin pretender de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados, “sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu Paráclito, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para
ser servido”». Con estas palabras Pablo VI, en la profética y siempre actual Encíclica Populorum progressio de 1967, trazaba de manera límpida «las trayectorias» de la íntima relación de la Iglesia con el mundo: trayectorias que se cruzan en el valor profundo de la dignidad del ser humano y en la búsqueda del bien común, y que además hacen a los pueblos responsables y libres de actuar según sus más altas aspiraciones.

La crisis económica y financiera que está atravesando el mundo convoca a todos, personas y pueblos, a un profundo discernimiento sobre los principios y de los valores culturales y morales que son fundamentales para la convivencia social. Pero no sólo eso. La crisis compromete a los agentes privados y a las autoridades públicas competentes a nivel nacional, regional e internacional a una seria reflexión sobre las causas y sobre las soluciones de naturaleza política, económica y técnica. En esta prospectiva, la crisis, enseña Benedicto XVI, «nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo. Conviene afrontar las dificultades del presente en esta clave, de manera confiada, más que resignada».

Los líderes mismos del G20, en la declaración adoptada en Pittsburgh en el año 2009, han afirmado que “The economic crisis demonstrates the importance of ushering in a new era of sustainable global economic activity grounded in responsibility”.
Recogiendo el llamamiento del Santo Padre y, al mismo tiempo, haciendo propias las preocupaciones de los pueblos – sobre todo de aquellos que en mayor medida sufren los efectos de la situación actual – el Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, en el respeto de las competencias de las autoridades civiles y políticas, desea proponer y compartir la propia reflexión “Por a una reforma del sistema financiero y monetario internacional en la perspectiva de una autoridad pública con competencia universal”. Esta reflexión desea ser una contribución a los responsables de la tierra y a todos los hombres de buena voluntad; un gesto de responsabilidad, no sólo respecto de las generaciones actuales, sino sobre todo hacia aquellas futuras, a fin de que no se pierda jamás la esperanza de un futuro mejor y la confianza en la dignidad y en la capacidad de bien de la persona humana.

Premisa

Toda persona individualmente, toda comunidad de personas, es partícipe y responsable de la promoción del bien común. Fieles a su vocación de naturaleza ética y religiosa, las comunidades de creyentes deben en primer lugar preguntarse si los medios de los que dispone la familia humana para la realización del bien común mundial son los más adecuados. La Iglesia, por su parte, está llamada a estimular en todos, indistintamente, «el deseo de participar en el conjunto ingente de esfuerzos realizados [por los hombres] a lo largo de los siglos para lograr mejores condiciones de vida, respondiendo [así] a la voluntad de Dios».

1. Desarrollo económico y desigualdades.

La grave crisis económica y financiera, que hoy atraviesa el mundo, encuentra su origen en múltiples causas. Sobre la pluralidad y sobre el peso de estas causas persisten opiniones diversas: algunos subrayan, ante todo, los errores inherentes a las políticas económicas y financieras; otros insisten sobre las debilidades estructurales de las instituciones políticas, económicas y financieras; otros, en fin, las atribuyen a fallas de naturaleza ética, presentes en todos los niveles, en el marco de una economía mundial cada vez más dominada por el utilitarismo y el materialismo. En los distintos estadios de desarrollo de la crisis se encuentra siempre una combinación de errores técnicos y de responsabilidades morales.

En el caso del intercambio de bienes materiales y de servicios, son la naturaleza, la capacidad productiva y el trabajo en sus múltiples formas, quienes ponen un límite a la cantidad, determinando un conjunto de costes y de precios que permite, bajo ciertas condiciones, una asignación eficiente de los recursos disponibles.

Pero en materia monetaria y financiera, las dinámicas son distintas. En los últimos decenios, han sido los bancos los que han extendido el crédito, el cual ha generado moneda, lo cual a su vez ha exigido una ulterior expansión del crédito. El sistema económico ha sido impulsado en tal modo, hacia una espiral inflacionista que, inevitablemente, ha encontrado un límite en el riesgo sostenible para los institutos de crédito, sometidos a un ulterior peligro de quiebra, con consecuencias negativas para todo el sistema económico y financiero.

Después de la Segunda Guerra Mundial, las economías nacionales progresaron, aunque con enormes sacrificios de millones e incluso de miles de millones de personas que habían otorgado su confianza con su comportamiento de productores y empresarios, por un lado, y de ahorradores y consumidores, por el otro, hasta llegar a un progresivo y regular desarrollo de la moneda y de las finanzas, en conformidad con las potencialidades de crecimiento real de la economía.

A partir de los años noventa del pasado siglo, se descubre en cambio como la moneda y los títulos de crédito a nivel global aumentaron mucho más rápidamente que la producción del rédito, incluso a precios corrientes. Se derivó, por consiguiente, en la formación bolsas excesivas de liquidez y burbujas especulativas que luego se transformaron en crisis de solvencia y de confianza que se han propagado y subseguido en el transcurso de los años.Una primera crisis se verificó en los años setenta hasta principios de los ochenta, debido a los precios del petróleo. Posteriormente se verificaron una serie de crisis en varios Países en vías de desarrollo.

Baste pensar en la primera crisis de México en los años ochenta, o en las de Brasil, Rusia y Corea; y luego nuevamente en México en los años noventa, en Tailandia y en Argentina. La burbuja especulativa sobre los inmuebles y la reciente crisis financiera tienen el mismo origen: la excesiva cantidad de moneda y de instrumentos financieros a nivel global.

Mientras las crisis en los Países en vías de desarrollo, que han estado a punto de involucrar el sistema monetario y financiero global, han sido contenidas con formas de intervención por parte de los países más desarrollados, la crisis que ha estallado en el año 2008, se ha caracterizado por un elemento decisivo y disruptivo respecto a las precedentes. Se ha originado en el contexto de Estados Unidos, una de las áreas más relevantes para la economía y las finanzas mundiales, involucrando la moneda a la que
se remiten todavía la gran mayoría de los intercambios internacionales.

Una orientación de tipo liberal  ‐reticente respecto a las intervenciones públicas en los mercados‐  ha propiciado la quiebra de un importante instituto internacional, imaginando de este modo, delimitar la crisis y sus efectos. Se ha derivado, desafortunadamente, una propagación de la desconfianza que ha impulsado a mutar repentinamente de actitud, estimulando intervenciones públicas de diverso tipo, de enorme alcance (el 20% del producto nacional) a fin de contener las consecuencias negativas que hubieran afectado todo el sistema financiero internacional.

Las consecuencias sobre la denominada «economía real», pasando s través de las graves dificultades de algunos sectores ‐en primer lugar el de la construcción‐ y con la difusión de expectativas desfavorables, han generado una tendencia negativa de la producción y del comercio internacional, con graves repercusiones en la ocupación, y con efectos que probablemente aun no han agotado su alcance. El costo para millones, e incluso miles de millones de personas, en los Países desarrollados, pero sobre todo también en aquellos en vías de desarrollo, es inmenso.

En Países y áreas donde se carece todavía de los bienes más elementales como la salud, la alimentación y la protección contra la intemperie, más de mil millones de personas se ven obligadas a sobrevivir con unos ingresos medios de poco más de un dólar diario.

El bienestar económico global, medido en primer lugar por la producción de renta, y también por la difusión de las capabilities, se ha acrecentado, en el curso de la segunda mitad del siglo XX, en una medida y con una rapidez antes jamás experimentado en la historia del género humano.

Pero también han aumentado enormemente las desigualdades en varios Países y entre ellos. Mientras que algunos Países y áreas económicas, las más industrializadas y desarrolladas, han visto crecer notablemente la producción de la renta, otros Países han sido excluidos, de hecho, del progreso generalizado de la economía, e incluso han empeorado en su situación.

Los peligros de una situación de desarrollo económico, concebido en términos de liberalismo, han sido denunciados lúcida y proféticamente por Pablo VI – a causa de las nefastas consecuencias sobre los equilibrios mundiales y la paz – ya en 1967, después del Concilio Vaticano II, con la Encíclica Populorum progressio. El Pontífice indicó, como condiciones imprescindibles para la promoción de un auténtico desarrollo, la defensa de la vida y la promoción del progreso cultural y moral de las personas. Sobre tales fundamentos, Pablo VI afirmaba que el desarrollo plenario y planetario «es el nuevo nombre de la paz».

A cuarenta años de distancia, en el año 2007, el Fondo Monetario Internacional reconocía, en su Informe anual, la estrecha conexión por una parte de un proceso de globalización que no ha sido gobernado adecuadamente, y las fuertes desigualdades a nivel mundial por el otro. Hoy los modernos medios de comunicación hacen evidentes a todos los pueblos, ricos y pobres, las desigualdades económicas, sociales y culturales que se han producido a nivel global, creando tensiones e imponentes
movimientos migratorios.

Más aún, se ha de reafirmar que el proceso de globalización, con sus aspectos positivos está a la base del grande desarrollo de la economía mundial del siglo XX. Vale la pena recordar que, entre el 1900 y el 2000, la población mundial casi se cuadruplicó y que la riqueza producida a nivel mundial creció en modo mucho más rápido de manera que los ingresos medios per cápita aumentaron fuertemente. A la vez, sin embargo, no ha aumentado la equitativa distribución de la riqueza; sino que en muchos casos ha empeorado.  

¿Pero qué es lo que ha impulsado al mundo en esta dirección extremadamente problemática incluso
para la paz?

Ante todo, un liberalismo económico sin reglas y sin supervisión. Se trata de una ideología, de una forma de «apriorismo económico», que pretende tomar de la teoría las leyes del funcionamiento del mercado y las denominadas leyes del desarrollo capitalista, exagerando algunos de sus aspectos. Una ideología económica que establezca a priori las leyes del funcionamiento del mercado y del desarrollo económico, sin confrontarse con la realidad, corre el peligro de convertirse en un instrumento subordinado a los intereses de los Países que ya gozan, de hecho, de una posición de mayores ventajas económicas y financieras.

Reglas y controles, si bien de manera imperfecta, con frecuencia están presentes a nivel nacional y regional; sin embargo a nivel internacional, dichas reglas y controles se realizan y se consolidan con dificultad.

A la base de las disparidades y de las distorsiones del desarrollo capitalista, se encuentra en gran parte, además de la ideología del liberalismo económico, la ideología utilitarista, es decir la impostación teórico‐práctica según la cual «lo que es útil para el individuo conduce al bien de la comunidad». Es necesario notar que una «máxima» semejante, contiene un fondo de verdad, pero no se puede ignorar que no siempre lo que es útil individualmente, aunque sea legítimo, favorece el bien común. En más de una ocasión es necesario un espíritu de solidaridad que trascienda la utilidad personal por el bien de la comunidad.

En los años veinte del siglo pasado, algunos economistas ya habían puesto en guardia para que no se diera crédito excesivamente, en ausencia de reglas y controles, a esas teorías, que hoy se han transformado en ideologías y praxis dominantes a nivel internacional. Un efecto devastador de estas ideologías, sobre todo en las últimas décadas del siglo pasado y en los primeros años del nuevo siglo, ha sido la explosión de la crisis, en la que aún se encuentra sumergido el mundo.

Benedicto XVI, en su encíclica social, ha individuado de manera precisa la raíz de una crisis que no es solamente de naturaleza económica y financiera, sino antes de todo, es de tipo moral, además de ideológica. La economía, en efecto – observa el Pontífice – tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento, no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona.

El Papa ha denunciado, a continuación, el papel desempeñado por el utilitarismo y por el individualismo, así como las responsabilidades de quienes los han asumido y difundido como parámetro para el comportamiento óptimo de aquellos – operadores económicos y políticos – que actúan e interactúan en el contexto social. Pero Benedicto XVI ha también descubierto y denunciado una nueva ideología, la «ideología de la tecnocracia».

2. El rol de la técnica y el desafío ético.

El enorme desarrollo económico y social del siglo pasado, ciertamente luego con sus luces, pero también con sus graves aspectos de sombra, se debe, en gran parte, al continuado desarrollo de la técnica y, en las décadas más recientes, a los progresos de la informática y a sus aplicaciones, a la economía y, en primer lugar, a las finanzas.

Para interpretar con lucidez la actual nueva cuestión social, es necesario evitar el error, hijo también de la ideología neoliberal, de considerar que los problemas por afrontar son de orden exclusivamente técnico. En cuanto tales, escaparían a la necesidad de un discernimiento y de una valoración de tipo ético. Pues bien, la encíclica de Benedicto XVI pone en guardia contra los peligros de la ideología de la tecnocracia, es decir de aquella absolutización de la técnica que «tiende a producir una incapacidad de percibir todo aquello que no se explica con la pura materia» y a minimizar el valor de las decisiones del individuo humano concreto que actúa en el sistema económico‐financiero, reduciéndolas a meras variables técnicas. La cerrazón a un «más allá», comprendido como algo más, respecto a la técnica, no sólo hace imposible el encontrar soluciones adecuadas para los problemas, sino que empobrece cada vez más, a nivel material y moral, a las principales víctimas de la crisis.

También en el contexto de la complejidad de los fenómenos, la relevancia de los factores éticos y culturales no puede, por lo tanto ser desatendida ni subestimada. La crisis, en efecto, ha revelado comportamientos de egoísmo, de codicia colectiva y de acaparamiento de los bienes a grande escala. Nadie puede resignarse a ver al hombre vivir como «un lobo para el otro hombre», según la concepción evidenciada por Hobbes. Nadie, en conciencia, puede aceptar el desarrollo de algunos Países en perjuicio de otros. Si no se pone remedio a las diversas formas de injusticia, los efectos negativos que se producirán a nivel social, político y económico estarán destinados a originar un clima de hostilidad creciente, e incluso de violencia, hasta minar las bases mismas de las instituciones democráticas, aún de aquellas consideradas más sólidas.

Por el reconocimiento de la primacía del ser respecto al del tener, de la ética respecto a la economía, los pueblos de la tierra deberían asumir, como alma de su acción, una ética de la solidaridad, abandonando toda forma de mezquino egoísmo, abrazando la lógica del bien común mundial que trasciende el mero interés contingente y particular. Deberían, en fin de cuentas, mantener vivo el sentido de pertenencia a la familia humana en nombre de la común dignidad de todos los seres humanos: «por encima de la
lógica de los intercambios a base de los parámetros y de sus formas justas, existe algo que es debido al hombre porque es hombre, en virtud de su eminente dignidad».

Ya en 1991, después del fracaso del colectivismo marxista, el Beato Juan Pablo II había puesto en guardia contra el peligro de «una idolatría del mercado, que ignora la existencia de bienes que, por su naturaleza, no son ni pueden ser simples mercancías». Es preciso, hoy sin demora acoger su amonestación y tomar un camino más en sintonía con la dignidad y con la vocación trascendente de la persona y de la familia humana.

3. El gobierno de la globalización.

En el camino hacia la construcción de una familia humana más fraterna y más justa y, aún antes, de un nuevo humanismo abierto a la trascendencia, se presenta particularmente actual la enseñanza del Beato Juan XXIII. En la profética Carta encíclica Pacem in Terris del 1963, él advertía ya que el mundo se estaba dirigiendo hacia una unificación cada vez mayor. Tomaba pues conciencia, del hecho que en la comunidad humana, había disminuido la correspondencia entre la organización política a nivel mundial y las exigencias objetivas del bien común universal. Por consiguiente, auguraba fuera creada un día, una «Autoridad pública mundial».Ante la unificación del mundo, propiciada por el complejo fenómeno de la globalización; ante la importancia de garantizar, además de los otros bienes colectivos, el bien representado por un sistema económico‐financiero mundial libre, estable y al servicio de la economía real, la enseñanza de la Pacem in Terris se presenta, hoy en día, aún más vital y digna de urgente concretización.

El mismo Benedicto XVI, en el surco trazado por la Pacem in Terris, ha expresado la necesidad de constituir una Autoridad política mundial. Dicha necesidad se presenta además evidente, si se piensa que la agenda de cuestiones a tratar a nivel global se hace cada vez más amplia. Piénsese, por ejemplo, en la paz y la seguridad; en el desarme y el control de armamentos; en la promoción y la tutela de los derechos humanos fundamentales; en el gobierno de la economía y en las políticas de desarrollo; en la gestión de los flujos migratorios y en la seguridad alimentaria; en la tutela del medio ambiente. En todos esos campos, resulta cada vez más evidente la creciente interdependencia entre los Estados y las regiones del mundo, y la necesidad de respuestas, no sólo sectoriales y aisladas, sino sistemáticas e integradas, inspiradas por la solidaridad y por la subsidiaridad, y orientadas hacia el bien común universal.

Como lo recuerda Benedicto XVI, si no se sigue ese camino, también «el derecho internacional, no obstante los grandes progresos alcanzados en los diversos campos, correría el riesgo de estar condicionado por los equilibrios de poder entre los más fuertes».

La finalidad de la Autoridad pública, recordaba ya Juan XXIII en la Pacem in Terris, es, ante todo, la de servir al bien común. Dicha Autoridad, por tanto, debe dotarse de estructuras y mecanismos adecuados, eficaces, es decir, a la altura de la propia misión y de las expectativas que en ella se ponen. Esto es particularmente verdadero al interno de un mundo globalizado, que hace a las personas y a los pueblos permanecer cada vez más interconectados e interdependientes, pero que muestra también el peso del
egoísmo y de los intereses sectoriales, entre los cuales la existencia de mercados monetarios y financieros de carácter prevalentemente especulativo, perjudiciales para la «economía real», en especial de los Países más débiles.

Es este un proceso complejo y delicado. Tal Autoridad supranacional debe, en efecto, poseer una impostación realista y ha de ponerse en práctica gradualmente, para favorecer también la existencia de sistemas monetarios y financieros eficientes y eficaces, es decir, mercados libres y estables, disciplinados por un marco jurídico adecuado, funcionales en orden al desarrollo sostenible y al
progreso social de todos, e inspirados por los valores de la caridad y de la verdad. Se trata de una Autoridad con un horizonte planetario, que no puede ser impuesta por la fuerza, sino que debería ser la expresión de un acuerdo libre y compartido, más allá de las exigencias permanentes e históricas del bien común mundial, y no fruto de coerciones o de violencias. Debería surgir de un proceso de maduración progresiva de las conciencias y de las libertades, así como del conocimiento de las crecientes
responsabilidades. No pueden, en consecuencia, ser desatendidos considerandos superfluos, elementos como la confianza recíproca, la autonomía y la participación. El consenso debe involucrar, un número cada vez mayor de Países que se adhieren por convicción, mediante ese diálogo sincero que no margina, sino más aún que valora las opiniones minoritarias. La Autoridad mundial debería, pues, involucrar coherentemente a todos los pueblos en una colaboración a la que están llamados a contribuir con el patrimonio de sus propias virtudes y civilizaciones.

La constitución de una Autoridad política mundial debería estar precedida por una fase preliminar de concertación, de la que emergerá una institución legitimada, capaz de proporcionar una guía eficaz y, al mismo tiempo, de permitir que cada País exprese y procure el propio bien particular. El ejercicio de una Autoridad semejante, puesta al servicio del bien de todos y de cada uno, será necesariamente super partes, es decir, por encima de toda visión parcial y de todo bien particular, en vistas a la realización del
bien común. Sus decisiones no deberán ser el resultado del pre‐poder de los Países más desarrollados sobre los Países más débiles. Deberán, en cambio, ser asumidas que asumirlas, en el interés de todos y no sólo en ventaja de algunos grupos formados por lobbies privadas o por Gobiernos nacionales. Una institución supranacional, expresión de una «comunidad de las Naciones», no podrá por otra parte, durar por mucho tiempo, si las diversidades de los Países, a nivel de las culturas, de los recursos
materiales e inmateriales, y de las condiciones históricas y geográficas, no son reconocidas y plenamente respetadas. La ausencia de un consenso convencido, alimentado por una incesante comunión moral de la comunidad mundial, debilitaría la eficacia de la correspondiente Autoridad.

Lo que vale a nivel nacional vale también a nivel mundial. La persona no está hecha para servir incondicionalmente a la Autoridad, cuya tarea es la de ponerse al servicio de la persona misma, en coherencia con el valor preeminente de la dignidad del ser humano. Del mismo modo, los Gobiernos no deben servir incondicionalmente a la Autoridad mundial. Esta última, ante todo debe ponerse al servicio de los diversos Países miembros, de acuerdo al principio de subsidiaridad, creando, entre otras, las condiciones socioeconómicas, políticas y jurídicas indispensables también para la existencia de mercados eficientes y eficaces, que no estén hiperprotegidos por políticas nacionales paternalistas, ni debilitados por déficit sistemáticos de las finanzas públicas y de los Productos nacionales que, de hecho, impiden a los mercados operar en un contexto mundial como instituciones abiertas y competitivas.

En la tradición del Magisterio de la Iglesia, retomada con vigor por Benedicto XVI, el principio de subsidiaridad debe regular las relaciones entre el Estado y las comunidades locales, entre las Instituciones públicas y las Instituciones privadas, sin excluir aquellas monetarias y financieras. Así, en un nivel ulterior, debe regir las relaciones entre una eventual, futura Autoridad pública mundial y las instituciones regionales y nacionales. Tal principio es en garantía tanto la legitimidad democrática, como la eficacia de las decisiones de quienes están llamados a tomarlas. Permite respetar la libertad de las personas y de las comunidades de personas y, al mismo tiempo, responsabilizarlas respecto de los objetivos y de los deberes que les competen.

Según la lógica de la subsidiaridad, la Autoridad superior ofrece su subsidium, es decir su ayuda, cuando la persona y los actores sociales y financieros son intrínsecamente inadecuados o no logran hacer por sí mismos lo que les es requerido. Gracias al principio de solidaridad, se construye una relación durable y fecunda entre la sociedad civil planetaria y una Autoridad pública mundial, cuando los Estados, los cuerpos intermedios, las diversas sociedades – incluidas aquellas económicas y financieras – y los
ciudadanos toman las decisiones dentro de la prospectiva del bien común mundial, que trasciende el nacional.

«El gobierno de la globalización»  ‐se lee en la Caritas in Veritate‐  «debe ser de tipo subsidiario, articulado en múltiples niveles y planos diversos, que colaboren recíprocamente». Sólo así se puede evitar el riesgo del aislamiento burocrático de la Autoridad central, que correría el peligro de la deslegitimación de una separación demasiado grande de las realidades sobre las cuales se funda, y podría fácilmente caer en tentaciones paternalistas, tecnocráticas, o hegemónicas.

Sin embargo permanece aún un largo camino por recorrer antes de llegar a la constitución de una tal Autoridad pública con competencia universal. La lógica desearía que el proceso de reforma se desarrollase teniendo como punto de referencia la Organización de las Naciones Unidas, en razón de la amplitud mundial de sus responsabilidades, de su capacidad de reunir las Naciones de la tierra, y de la diversidad de sus propias tareas y de las de sus Agencias especializadas. El fruto de tales reformas
debería ser una mayor capacidad de adopción de políticas y opciones vinculantes, por estar orientadas a la realización del bien común a nivel local, regional y mundial. Entre las políticas aparecen como más urgentes aquellas relativas a la justicia social global: políticas financieras y monetarias que no dañen los Países más débiles; políticas dirigida a la realización de mercados libres y estables y una distribución ecua de la riqueza mundial incluso mediante formas inéditas de solidaridad fiscal global, de la cual se
referirá más adelante.

En el proceso de la constitución de una Autoridad política mundial no se pueden desvincular las cuestiones de governance (es decir, de un sistema de simple coordinación horizontal sin una Autoridad super partes), de aquellas de un shared government (es decir de un sistema que, además de la coordinación horizontal, establezca una Autoridad super partes) funcional y proporcionado al gradual desarrollo de una sociedad política mundial. La constitución de una Autoridad política mundial no podrá ser lograda sin una práctica previa de multilateralismo, no sólo a nivel diplomático, sino también y principalmente en el ámbito de los programas para el desarrollo sostenible y para la paz. No se puede llegar a un Gobierno mundial si no es dando una expresión política a interdependencias y cooperaciones preexistentes.

4. Hacia una reforma del sistema financiero y monetario internacional que responda a las exigencias
de todos los Pueblos.


En materia económica y financiera, las dificultades más relevantes se derivan de la carencia de un eficaz conjunto de estructuras capaces de garantizar, además de un sistema de governance, un sistema de government de la economía y de las finanzas internacionales. ¿Qué se puede decir de esta prospectiva? ¿Cuáles son los pasos que se deben desarrollar concretamente?

Con referencia al actual sistema económico y financiero mundial, se deben subrayar dos elementos determinantes: el primero es la gradual disminución de la eficiencia de las instituciones de Bretton Woods, desde los inicios de los años Setenta. En particular, el Fondo Monetario Internacional ha perdido un carácter esencial para la estabilidad de las finanzas mundiales, es decir, el de reglamentar la creación global de moneda y de velar sobre el monto de riesgo del crédito asumido por el sistema. En definitiva,
ya no se dispone más de ese «bien público universal» que es la estabilidad del sistema monetario mundial.

El segundo factor es la necesidad de un corpus mínimo compartido de reglas necesarias para la gestión del mercado financiero global, que ha crecido mucho más rápidamente que la «economía real» habiéndose velozmente desarrollado, por efecto de un lado, de la abrogación generalizada de los controles sobre los movimientos de capitales y de la tendencia a la desreglamentación de las actividades bancarias y financieras; y, por el otro, con los progresos de la técnica financiera favorecidos por los instrumentos informáticos.

En el plano estructural, en la última parte del siglo anterior, la moneda y las actividades financieras a nivel global crecieron mucho más rápidamente que las producciones de bienes y servicios. En dicho contexto, la cualidad del crédito ha tendido a disminuir, hasta exponer a los institutos de crédito a un riesgo mayor de aquel razonablemente sostenible. Baste observar lo acaecido a los grandes y pequeños institutos de crédito en el contexto de las crisis que se manifestaron en los años ochenta y noventa del siglo anterior y, en fin, en la crisis de 2008.

Aún en la última parte del siglo anterior, se desarrolló la tendencia a definir las orientaciones estratégicas de la política económica y financiera al interno de clubes y de grupos más o menos amplios de los Países más desarrollados. Sin negar los aspectos positivos de este enfoque, no se puede dejar de notar que así, no parece respetarse plenamente el principio representativo, en particular de los Países menos desarrollados o emergentes.

La necesidad de tener en cuenta la voz de un mayor número de Países ha conducido, por ejemplo, a la ampliación de dichos grupos, pasando así del G7 al G20. Ha sido, ésta, una evolución positiva, en cuanto ha consentido involucrar, en las orientaciones para la economía y las finanzas globales, la responsabilidad de Países con una población más elevada, en vías de desarrollo y emergentes.

En el ámbito del G20 pueden, por lo tanto, madurar directrices concretas que, oportunamente elaboradas en las apropiadas sedes técnicas, podrán orientar los órganos competentes a nivel nacional y regional en la consolidación de las instituciones existentes y en la creación de nuevas instituciones con apropiados y eficaces instrumentos a nivel internacional. Los líderes mismos del G20 afirman en la Declaración final de Pittsburgh de 2009 que «la crisis económica demuestra la importancia de comenzar una nueva era de la economía global basada en la responsabilidad». A fin de hacer frente a la crisis y abrir una nueva era «de la responsabilidad», además de las medidas de tipo técnico y de corto plazo, los líderes proponen una «reforma de la arquitectura global para afrontar las exigencias del siglo XXI»; y por tanto además «un marco que permita definir las políticas y las medidas comunes con el objeto de producir un desarrollo global sólido, sostenible y equilibrado».

Es preciso por tanto, dar inicio a un proceso de profunda reflexión y de reformas, recorriendo vías creativas y realistas, que tiendan a valorizar los aspectos positivos de las instituciones y de los foros ya existentes.

Una atención específica debería reservarse a la reforma del sistema monetario internacional y, en particular, al empeño para dar vida a una cierta forma de control monetario global, desde luego ya implícita en los Estudios del Fondo Monetario Internacional. Es evidente que, en cierta medida, esto equivale a poner en discusión los sistemas de cambio existentes, para encontrar modos eficaces de coordinación y supervisión. Se trata de un proceso que debe involucrar también a los Países emergentes y en vías de desarrollo, al momento de definir las etapas de adaptación gradual de los instrumentos existentes.

En el fondo se delinea, en prospectiva, la exigencia de un organismo que desarrolle las funciones de una especie de «Banco central mundial» que regule el flujo y el sistema de los intercambios monetarios, con el mismo criterio que los Bancos centrales nacionales. Es necesario redescubrir la lógica de fondo, de paz, coordinación y prosperidad común, que portaron a los Acuerdos de Bretton Woods, para proveer respuestas adecuadas a las cuestiones actuales. A nivel regional, dicho proceso podría realizarse con
valorización de las instituciones existentes como, por ejemplo, el Banco Central Europeo. Esto requeriría, sin embargo, no sólo una reflexión a nivel económico y financiero, sino también y ante todo, a nivel político, con miras a la constitución de instituciones públicas correspondientes que garanticen la unidad y la coherencia de las decisiones comunes.

Estas medidas se deberían ser concebidas como unos de los primeros pasos en la prospectiva de una Autoridad pública con competencia universal; como una primera etapa de un más amplio esfuerzo de la comunidad mundial por orientar sus instituciones hacia la realización del bien común. Deberán seguir otras etapas, teniendo en cuenta que las dinámicas que conocemos pueden acentuarse, pero también acompañarse de cambios que hoy día sería en vano tratar de prever.

En dicho proceso, es necesario recuperar la primacía de lo espiritual y de la ética y, con ello, la primacía de la política ‐responsable del bien común‐ sobre la economía y las finanzas. Es necesario volver a llevar estas últimas al interno de los confines de su real vocación y de su función, incluida aquella social, en vista de sus evidentes responsabilidades hacia la sociedad, para dar vida a mercados e instituciones financieras que estén efectivamente al servicio de la persona, es decir, que sean capaces de responder alas exigencias del bien común y de la fraternidad universal, trascendiendo toda forma de monótono economicismo y de mercantilismo performativo.

En la base de dicho enfoque de tipo ético, parece pues, oportuno reflexionar, por ejemplo,

a) sobre medidas de imposición fiscal a las transacciones financieras, mediante alícuotas equitativas, pero moduladas con gastos proporcionados a la complejidad de las operaciones, sobre todo de las que se realizan en el mercado «secundario». Dicha imposición sería muy útil para promover el desarrollo global y sostenible, según los principios de la justicia social y de la solidaridad; y podría contribuir a la constitución de una reserva mundial de apoyo a los Países afectados por la crisis, así como al saneamiento de su sistema monetario y financiero;

b) sobre formas de recapitalización de los bancos, incluso con fondos públicos, condicionando el apoyo a comportamientos «virtuosos» y finalizados a desarrollar la «economía real»;

c) sobre la definición de ámbito de actividad del crédito ordinario y del Investment Banking. Tal distinción permitiría una disciplina más eficaz de los «mercados paralelos» privados de controles y de límites.

Un sano realismo requeriría el tiempo necesario para construir amplios consensos, pero el horizonte del bien común universal está siempre presente con sus exigencias ineludibles. Es deseable, por consiguiente, que todos los que, en las Universidades y en los diversos Institutos, llamados a formar las clases dirigentes del mañana, es deseable se dediquen a prepararlas para asumir sus propias responsabilidades de discernir y de servir al bien público global, en un mundo que cambia constantemente. Es necesario resolver la divergencia entre la formación ética y la preparación técnica, evidenciando en modo particular la ineludible sinergia entre los campos de la praxis y de la poiésis.

El mismo esfuerzo es requerido a todos los que están en grado de iluminar la opinión pública mundial, para ayudarla a afrontar este mundo nuevo no ya en la angustia, sino en la esperanza y en la solidaridad.

Conclusiones

En medio de las incertezas actuales, en una sociedad capaz de movilizar medios ingentes, pero cuya reflexión en el campo cultural y moral permanece inadecuada respecto a su utilización en orden a la obtención de fines apropiados, estamos llamados a no rendirnos, y a construir sobre todo, un futuro que tenga sentido para las generaciones venideras. No se ha de temer el proponer cosas nuevas, aunque puedan desestabilizar equilibrios de fuerza preexistentes que dominan a los más débiles. Son una
semilla que se arroja en la tierra, que germinará y no tardará en dar frutos. Como ha exhortado Benedicto XVI, son indispensables personas y operadores, en todos los niveles  ‐social, político, económico y profesional‐  motivados por el valor de servir y promover el bien común mediante una vida buena. Sólo ellos lograrán vivir y ver más allá de las apariencias de las cosas, percibiendo el desvarío entre lo real existente y lo posible nunca antes experimentado. Pablo VI ha subrayado la fuerza revolucionaria de la «imaginación prospectiva», capaz de percibir en el presente las posibilidades inscritas en él y de orientar a los seres humanos hacia un futuro nuevo. Liberando la imaginación, la persona humana libera su propia existencia. A través de un compromiso de
imaginación comunitaria es posible transformar, no sólo las instituciones, sino también los estilos de vida, y suscitar un futuro mejor para todos los pueblos.

Los Estados modernos, en el transcurso del tiempo, se han transformado en conjuntos estructurados, concentrando la soberanía al interior del propio territorio. Sin embargo las condiciones sociales, culturales y políticas han mutado progresivamente. Ha aumentado su interdependencia  ‐hasta llegar a ser natural el pensar en una comunidad internacional integrada y regida cada vez más por un ordenamiento compartido‐ pero no ha desaparecido una forma deteriorada de nacionalismo, según el cual el Estado considera poder conseguir de modo autárquico, el bien de sus propios ciudadanos.

Hoy, todo eso parece surreal y anacrónico. Hoy, todas las naciones, pequeñas o grandes, junto con sus Gobiernos, están llamadas a superar dicho «estado de naturaleza» que ve a los Estados en perenne lucha entre sí. No obstante de algunos aspectos negativos, la globalización está unificando en mayor medida a los pueblos, impulsándolos a dirigirse hacia un nuevo «estado de derecho» a nivel supranacional, apoyado por una colaboración más intensa y fecunda. Con una dinámica análoga a la que en el pasado ha puesto fin a la lucha «anárquica», entre clanes y reinos rivales, en orden a la constitución de Estados nacionales, la humanidad hoy, tiene que comprometerse en la transición de una situación de luchas arcaicas entre entidades nacionales, hacia un nuevo modelo de sociedad internacional con mayor cohesión, poliárquica, respetuosa de la identidad de cada pueblo, dentro de las múltiples riquezas de una única humanidad. Este pasaje, que por lo demás tímidamente ya se está en curso, aseguraría a los ciudadanos de todos los Países – cualquiera que sea la dimensión o la fuerza que posee – paz y seguridad, desarrollo, libres mercados, estables y transparentes. «Así como dentro de cada Estado [...] el sistema de la venganza privada y de la represalia ha sido sustituido por el imperio de la ley  ‐advierte Juan Pablo II‐ «así también es urgente ahora que semejante progreso tenga lugar en la Comunidad internacional».

Los tiempos para concebir instituciones con competencia universal llegan cuando están en juego bienes vitales y compartidos por toda la familia humana, que los Estados, individualmente, no son capaces de promover y proteger por sí solos.

Existen, pues, las condiciones para la superación definitiva de un orden internacional «westfaliano», en el que los Estados perciben la exigencia de la cooperación, pero no asumen la oportunidad de una integración de las respectivas soberanías para el bien común de los pueblos. Es tarea de las generaciones presentes reconocer y aceptar conscientemente esta nueva dinámica mundial hacia la realización de un bien común universal. Ciertamente, esta transformación se realizará al precio de una transferencia gradual y equilibrada de una parte de las competencias nacionales a una Autoridad mundial y a las Autoridades regionales, pero esto es necesario en un momento en el cual el dinamismo de la sociedad humana y de la economía, y el progreso de la tecnología trascienden las fronteras, que en el mundo globalizado, de hecho están ya erosionadas.

La concepción de una nueva sociedad, la construcción de nuevas instituciones con vocación y competencia universales, son una prerrogativa y un deber de todos, sin distinción alguna. Está en juego el bien común de la humanidad, y el futuro mismo.

En este contexto, para cada cristiano hay una especial llamada del Espíritu a comprometerse con decisión y generosidad, para que las múltiples dinámicas en acto, se dirijan las hacia prospectivas de la fraternidad y del bien común. Se abren inmensas áreas de trabajo para el desarrollo integral de los pueblos y de cada persona. Como afirman los Padres del Concilio Vaticano II, se trata de una misión al mismo tiempo social y espiritual que, «en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana,
interesa en gran medida al reino de Dios».

En un mundo en vías de una rápida globalización, remitirse a una Autoridad mundial llega a ser el único horizonte compatible con las nuevas realidades de nuestro tiempo y con las necesidades de la especie humana. No ha de ser olvidado, sin embargo, que esta paso, dada la naturaleza herida de los seres humanos, no se realiza sin angustias y sufrimientos.

La Biblia, con el relato de la Torre de Babel (Génesis 11,1‐9) advierte cómo la «diversidad» de los pueblos puede transformarse en vehículo de egoísmo e instrumento de división. En la humanidad está muy presente el riesgo de que los pueblos terminen por no comprenderse más y que las diversidades culturales sean motivo de contraposiciones insanables. La imagen de la Torre de Babel también nos señala que es necesario preservarse de una «unidad» sólo aparente, en la que no cesan los egoísmos y las divisiones, porque los fundamentos de la sociedad no son estables. En ambos casos, Babel es la imagen de lo que los pueblos y los individuos pueden llegar a ser cuando no reconocen su intrínseca dignidad trascendente y su fraternidad.

El espíritu de Babel es la antítesis del Espíritu de Pentecostés (Hechos 2, 1‐12), del designio de Dios para toda la humanidad, es decir, la unidad en la diversidad. Sólo un espíritu de concordia, que supere las divisiones y los conflictos, permitirá a la humanidad el ser auténticamente una única familia, hasta concebir un mundo nuevo con la constitución de una Autoridad pública mundial, al servicio del bien común.

[Traducción tomada de Radio Vaticana]




http://justiciaypaz.dominicos.org/kit_u ... eforma.pdf
subsonic escribió:Nosotros somos los siguientes, ya estamos en 458 a un interès del 6.33%
http://jcbcarc.dyndns.org/Defcon.php

Entendidos en economía, ¿que opinais?


Que todo lo que está pasando son ataques puramente especulativos en toda regla, que aprovechando la falta de una autoridad y política europea común en cuanto a deuda pública, etc., se están dedicando uno a uno a hundir países a fin de conseguir el máximo de beneficios.

Y ahí da igual cambiar gobiernos, como se está haciendo, recortar, como se está haciendo, etc. .

Edito: También me pregunto hasta qué punto todos los ataques son sólo especulativos, o además hay que tienen detrás intenciones "poíticas", especialmente entre los provenientes de EEUU y/o China.
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