Tengo sensaciones muy encontradas con el juego. Lo pillé con mucho hype porque soy muy fan de todo el lore de World of Darkness, aunque sabía que el desarrollo había tenido muchos problemas y que no iba a ser un RPG, o al menos no uno al uso.
Le he echado un par de horillas esta tarde, y de primeras me ha gustado mucho el aspecto artístico, tanto por sus gráficos en sí que están bastante bien, como el estilo utilizado a la hora de reflejar el mundo de Vampire: The Masquerade. Pero ya en los primeros compases se le notan las costuras al juego… Por ejemplo, una cosa que me ha quitado sensación de inmersión es que eres un vampiro antiguo supertocho y no tardas en demostrarlo con tus habilidades de combate, pero no puedes usar tu fuerza vampírica para romper unos simples tablones de madera que tapian una puerta en el edificio en ruinas en el que comienzas la partida. Lo mismo con otras cosas parecidas con las que a simple vista parece que puedas intentar o hacer pero pronto te das de bruces con las paredes invisibles del juego.
Otra cosa que no me ha terminado de gustar es que la diferencia entre los personajes que participan en la trama y los NPCs random de la calle es abismal. Parecen de "generaciones" distintas. Resta mucho a la hora de creerte el juego. Y siguiendo con los NPCs random… La mecánica de alimentarte chupándoles la sangre está graciosa las primeras veces, luego no le encuentras mucho más sentido que hacerlo por puro "roleo", a pesar de que algunos NPCs te dan unos ciertos puntos, según su clase de sangre, que te van a servir para desbloquear habilidades de otros clanes más adelante.
Tampoco le acabo de pillar el gusto al combate. No está mal, es divertido y satisfactorio, pero me sigue rompiendo la inmersión. Debería ser mucho más acotado a ciertos momentos y menos… ¿caótico, masivo? No sé cuál sería el adjetivo que más le para al sistema, pero por ahí andan las sensaciones que me deja. También me deja la sensación de que está diseñado para jugarse con mando. El control con teclado y ratón me resulta algo impreciso y ¿lioso? respecto a lo que debería ser, por no hablar de que la interfaz está claramente orientada al mando.
Ahora bien… Después de cenar he podido darle unas tres horas más y ahí ya sí, cuando he conseguido hacer la vista gorda con todas estas cosas, por fin he atisbado la gran historia y experiencia de VtM que ofrece Bloodlines 2. En ese aspecto, el juego da gusto. La mezcla que plantea entre una trama de intrigas palaciegas que caracteriza este universo y una parte paralela de investigación detectivesca a lo novela negra policíaca, resulta brutal.
Bloodlines 2 es un juego que te va conquistando poco a poco, a fuego lento, si logras deshacerte de la pesada carga que suponen las expectativas que crea el juego con su apellido, y si puedes hacer de tripas corazón con los puntos débiles que pueden arruinarte la inmersión y la experiencia.