Tengo sentimientos encontrados con Tears of the Kingdom (TOTK).
En resumen: es una secuela que estropea parte de lo que Breath of the Wild (BOTW) hacía bien, mantiene algunos de sus fallos… pero al mismo tiempo, es un gran juego para quienes disfrutaron del primero y quieren más.
Eso sí, no se lo recomendaría a alguien que no haya jugado antes a BOTW.
En cuanto a la versión para Switch 2, el salto parece mucho más grande que el que han logrado con BOTW. Se ve increíble, y realmente dan ganas de rejugarlo, aunque sea solo unas cuantas horas más.