El juego es difícil, pero los enemigos siguen patrones SIEMPRE iguales.
Por ejemplo, a mí vencer al primer boss, Agni, me costó mucho la primera vez.
Antes he entrado en una misión de 3 estrellas que había nueva en el primer capítulo y resultó consistir en vencerlo otra vez.
Usé menos de 5 pociones y me dieron S al final, y es que me golpeaba más bien poco porque ya sé dónde ponerme cuando rueda en círculos, cómo esquivarle cuando rueda sin patrón fijo, sé cuándo va a darme un puñetazo y me espero para contratacar, etc.
Y los enemigos normales igual: hasta ahora he visto 3 (4, porque he visto unos goblin montados en dragón pero supuse por su tamaño que debía evitarlos y no me enfrenté a ellos) y todos hacen siempre lo mismo. El esqueleto supone mayor peligro porque a veces te pega si te descuidas y quita mucha vida, pero si ves que está cargando un ataque azul sólo tienes que apartarte a su espalda y darle tú. Y cuando se cubra apartarte porque pueden pasar dos cosas: que le rompas la defensa o que contrataque él mientras le pegas.
Ya tengo un casco decente y una armadura mejor, y también un hacha nueva (voy a saco con hacha y aunque es lenta no se hace difícil) y una cosa que no me ha gustado nada y que al estar en japo lo hace más difícil es que, al igual que en el primer Monster Hunter, tienes que llevar encima los materiales necesarios si quieres forjar algo. No vale tenerlos en el banco.
Para crear mi segunda hacha he tenido que apuntar los caracteres japoneses...pero bueno, cuando salga en inglés será fácil, aunque sea pesado.
En resumen: el juego es una buena alternativa a Monster Hunter. No tiene la misma calidad, pero entra dentro de ese divertidísimo género que Capcom creó con la saga MH, y yo me alegro muchísimo de que haya cuajado hasta llegar a la categoría de género y que otras compañías estén haciendo lo mismo.
Cada vez habrá más variedad y no dependeremos exclusivamente de los MH.