“Hay chicos de oro”, dice Cindy Fitzpatrick, que trabajó en el departamento de relaciones públicas de Ubisoft de 2005 a 2009. Fitzpatrick hace referencia a Hascoët y su equipo, que parecían intocables a pesar de los múltiples informes que recibieron en recursos humanos sobre comentarios misóginos, racistas y conducta sexual inapropiada. Algunos empleados incluso hablan de las oficinas de Ubisoft en París como una hermandad, donde si no eras parte “del club de los chicos” no tenías opciones de ascender.
Según dos personas con acceso a los a los informes de recursos humanos de Ubisoft, las denuncias van desde sutiles formas de sexismo hasta agresiones sexuales.
Serge Hascoët
También hay mujeres que reconocen haber sido alertadas de no salir a tomar una copa con Hascoët y su equipo, que en ocasiones tenían reuniones en clubs de estriptis. Las mujeres que no participaban de estas salidas veían cómo su carrera se resentía, mientras que muchos de los hombres que sí acudían eran promocionados a directores creativos. Hasta una decena de testimonios que trabajaron en Ubisoft durante más de 10 años, afirman que el comportamiento de Hascoët era ampliamente conocido.
Las acusaciones de acoso y sexismo también se extienden hasta otras oficinas de Ubisoft, incluyendo Sofía (Bulgaria). Toronto (Canadá) y San Francisco (Estados Unidos). Según la diseñadora Fey Vercuiel, las mujeres reportaban los incidentes a recursos humanos, pero “cuando te quejas de algo, simplemente lo esconden debajo la alfombra”. Cécile Cornet, directora de recursos humanos a nivel global, dimitió junto a Hascoët.
El machismo de Ubisoft también afecta a sus videojuegos
Las actitudes machistas de varios empleados de Ubisoft con poder también llegaron hasta los videojuegos. Personas implicadas en el desarrollo de Assassin’s Creed Syndicate aseguran que inicialmente el guión contemplaba dar igual trato a Jacob y Evie, pero al final fue él quien dominó la historia; en Assassin’s Creed Origins el plan era eliminar a Bayek pronto y que su lugar lo tomase Aya, su esposa, pero él terminó siendo el único protagonista; mientras que en Assassin’s Creed Odyssey la idea original era que Kassandra fuera el único personaje jugable, pero esta idea no recibió luz verde y apareció el hermano Alexios.
Todas estas directivas provinieron del departamento de marketing de Ubisoft o de Hascoët, quienes alegaron que las protagonistas femeninas no venden. Las franquicias Tomb Raider, Metroid, Horizon Zero Dawn y Hellblade: Senua's Sacrifice opinan lo contrario. Sin embargo, a Hascoët se lo tenía que tener contento, pues en su mano estaba la capacidad de dar luz verde o cancelar un proyecto. Ahora el poderoso directivo está fuera de Ubisoft, pero se hace raro que Yves Guillemot no se haya dado cuenta hasta ahora del tipo de director creativo que tenía como mano derecha.