Los jugadores de ambas consolas tienen a su disposición Rust Console Edition, que ofrece un juego basado en la versión de PC pero diseñada por separado, optimizada y con juego cruzado entre las dos plataformas. El título se puede adquirir en formato físico y digital por 49,99 euros mediante una edición estándar distribuida por Koch Media, que incluye el Future Weapons & Tools Pack con armas (lanza, hachuela y pico) de estética futurista.
Rust, un título cuyo lema es “el único objetivo es sobrevivir”, los jugadores despiertan solos en una isla misteriosa y posapocalíptica con ruinosas construcciones industriales e investigadores científicos. En el mapa se pueden encontrar hasta 100 jugadores y de cada uno de ellos dependerá cómo sobrevivir “en un mundo donde parece que todo se confabula para que mueras”. Hay que saciar la sed y el hambre, luchar contra los elementos, fabricar ropa, enfrentarse a otros jugadores e intentar no morir quemado, ahogado o envenenado.
“Rust es un juego sin reglas que no indica lo que debes hacer”, avisa Facepunch Studios. Los jugadores son libres de ser malvados y agresivos con los otros supervivientes, alejarse de ellos o intentar robar todo lo que tengan, pero las posibilidades de salir adelante quizás aumentan si existe confianza y colaboración. Los jugadores pueden construir desde pequeñas cabañas en el bosque a grandes fortalezas de metal oxidado en un intento por buscar seguridad, así como crear todo tipo de armas, bombas y trampas.
Rust no es un juego sencillo, pero gran parte de la dificultad que puede presentar su mundo depende de la comunidad. Siempre se empezará armado con una piedra y una antorcha, y una vez en la isla tocará encontrar planos para construir mejores armas, armaduras y defensas y forjar un arsenal para aumentar las opciones de supervivencia. En todo momento siempre hay que tener en cuenta que la decisión de hacer amigos o enemigos está en manos de cada uno.