El plan Basic permite editar las publicaciones, enviar mensajes y vídeos más largos, tener artículos destacados, descarga de vídeos, reproducción de vídeo en segundo plano, opción de ocultar los post marcados con Me gusta, mensajes directos cifrados, autenticación de dos factores, un pequeño impulso de las respuestas y algunas opciones de personalización. En la lista de ventajas no incluidas en esta suscripción destacan la ausencia de verificación (el check azul), la publicidad sigue apareciendo y no hay acceso a X Pro (Tweet Deck), suscripciones, Media Studio, Analytics y monetización por impresiones.
Por su parte, la suscripción Premium+ es una versión vitaminada de la Premium. El plus añade la eliminación de los anuncios en los feeds Para ti y Siguiendo y un mayor impulso de las respuestas. Básicamente se trata de pagar el doble que para que las publicaciones tengan más alcance y desaparezca la publicidad.
Actualmente la suscripción Basic y Premium+ solo están disponibles vía web. Se desconoce por ahora si más adelante se podrán contratar mediante la aplicación de iOS y Android. Si así fuera, posiblemente su coste sería más alto como ya pasa con el plan Premium, que tiene un precio de 8 euros al mes vía web y 11 euros al mes pagando mediante iOS y Android. Este aumento se debe a la comisión que cobran Apple y Google por todas las transacciones que se realizan en la App Store y Google Play, respectivamente.
Desde que Elon Musk compró Twitter el año pasado ha buscado formas de monetizar la red social y estas dos nuevas suscripciones son una muestra de ello. Otro ejemplo es una iniciativa que consiste en cobrar un dólar al año a los nuevos usuarios, una medida que por ahora solo se encuentra en marcha en Nueva Zelanda y Filipinas.