Esta compleja organización criminal publicitaba la venta de discos duros llenos de juegos de videoconsolas (entre 280 y 900 juegos), por un coste comprendido entre 80 y 160 euros, a través de páginas de anuncios de compraventa y dos webs propias. Su modus operandi para las ventas era igual de sofisticado, ya que aceptaban pagos vía PayPal, transferencia bancaria o giro postal. Además, ofrecían servicios de reparación y modificación de consolas. Según la Policía, los detenidos habrían obtenido unos beneficios de casi 19.000€ gracias a su actividad ilegal.
La operación fue llevada a cabo por el Grupo Antipiratería de la Brigada de Investigación Tecnológica, tras una denuncia de aDeSe. Además de denunciar a las tiendas que modifican consolas o venden accesorios de modificación, la patronal del sector de videojuegos también monitoriza las páginas de anuncios en busca de vendedores de juegos piratas.
Es probable que muchos de estos vendedores no sean conscientes de que están cometiendo un delito que está obligada a perseguir la Policía en caso de denuncia, por lo que noticias como estas pueden servir de aviso. Sin embargo, el hecho de disfrazarlas como grandes operaciones contra grupos organizados puede tener el efecto contrario, al pensar los pequeños piratas que la cosa no va con ellos. Gracias a novax por el aviso.