Toshiba señala que el modelo de negocio actual para el mercado B2C (business-to-consumer) es "volátil y demasiado dependiente de la escala y del volumen de ventas". Por ello, la compañía se retirará de "ciertos mercados B2C" que no generan beneficios, reduciendo su base de ventas cara al gran público del 32% al 13% al finalizar este ejercicio.
Por otra parte, Toshiba cultivará la vertiente B2B (business-to-business) del negocio de PCs, expandiendo su línea de productos pensados para el ámbito empresarial, así como los canales de venta para este tipo de clientes. A su vez, Toshiba promete aumentar su atención al Internet de las Cosas, desarrollando nuevos servicios y tecnologías sobre este concepto.
Como consecuencia de la reestructuración, Toshiba dejará marchar al 20% de la plantilla de su división de ordenadores, alrededor de 900 empleados en total. Estos despidos se producirán de forma gradual hasta el 31 de marzo de 2015, fecha que pone punto final al año fiscal de 2014.
Toshiba espera que el esfuerzo de reestructuración se vea compensado por sus unidades de Energía e Infraestructuras y Componentes y Dispositivos Electrónicos durante este ejercicio. No obstante, el fabricante reconoce previsiones de un "crecimiento modesto" en el mercado de los ordenadores.