Al parecer, Activision-Blizzard no está contenta con este modelo de negocio, pues gran parte de los beneficios generados por WoW se quedan en China en forma de impuestos, y el control final sobre los contenidos queda en manos del operador. Para evitar esto, Activision-Blizzard podría haber incurrido en una ilegalidad al llegar a un acuerdo con NetEase, al margen del gobierno chino, que les permitiría mantener el control sobre el juego y aumentar el margen de beneficios respectivamente.
La Administración General de Prensa y Publicaciones de la Republica Popular China (GAPPPRC) ha iniciado una investigación que aclare la actual situación, y en caso de haber incurrido en un delito, Activision-Blizzard podría perder los derechos de distribución y operación de World of Warcraft en el gigante asiático, lo que supondría el cierre definitivo de sus servidores.