Desde el reciente cambio de operador, en el que NetEase se hizo cargo de la distribución de World of Warcraft en el gigante asiático, el gobierno chino investiga la actividades de Blizzard y NetEase, las cuales podrían haber incurrido en un delito al haber actuado de espaldas al ferreo control que la administración china ejerce sobre las actividades financieras extranjeras.