La nueva tarjeta gráfica está basada en la arquitectura Pascal, el reemplazo de Maxwell que hasta ahora ha sido utilizada en las GPUs de la serie 900. Según Nvidia, Pascal es la arquitectura más eficiente de la compañía gracias a un diseño basado en transistores 16nm FinFET, que permitirá a la tarjeta fijar su consumo en 180W (se alimenta con un conector de 8 pines) y mantener unas temperaturas en trabajo por debajo de 60 grados (aunque aguanta hasta 94 grados) gracias a una tecnología de refrigeración basada en una cámara de vapor.
La GTX 1080 de referencia ofrece frecuencias de hasta 1733Mhz (puede alcanzar los 2144Mhz y no superar los 70 grados), con 8GB de memoria GDDR5X a 10Gbps, una interfaz de memoria de 256 bits y un ancho de banda de 320GB/s. Su rendimiento será de 9 TFLOPS. Con todo ello la tarjeta no tendrá problema alguno en mover cualquier juego actual a 60fps estables u ofrecer experiencias de Realidad Virtual.
Junto a la GTX 1080 también se ha presentado una versión más modesta conocida como GTX 1070. Esta tarjeta sigue siendo superior a la Titan X, equipará 8GB de memoria GDDR5 y estará disponible por 379 dólares a partir del 10 de junio.
Nvidia ha sido la primera en revelar las tarjetas gráficas de última generación y se espera que AMD haga lo mismo en las próximas semanas. Los de Sunnyvale entrarán en esta guerra con la arquitectura Polaris cuyo proceso de fabricación será de 14nm FinFET.