“Esto es algo que hemos querido hacer desde hace años”, reconocía Mark Aevermann de Nvidia, durante la presentación de las tarjetas gráficas. Este logro ha sido posible gracias a la llegada de Pascal, la arquitectura más eficiente que hasta ahora ha desarrollado Nvidia. Las GTX destinadas a equipos portátiles son prácticamente idénticas a sus versiones para escritorio.
Durante la presentación, para demostrar el rendimiento de estas tarjetas se ha mostrado a un portátil equipado con una GTX 1080 ejecutando Gears of War 4 a 4K corriendo a 60 fotogramas por segundo. Nvidia también ha probado que estas tarjetas son todas “VR Ready”.
La versión portátil de la GTX 1080 ofrece 2.560 CUDA cores a 1.733Mhz y 8GB de memoria GDRR5X. La GTX 1070 (reemplaza la 980M) funciona con 2.048 CUDA cores a 1.645Mhz y 8GB de memoria GDDR5, mientras que la GTX 1060 (reemplaza la 970M) cuenta 1.280 CUDA cores a 1.607Mhz y 6GB de memoria GDDR5. Según Nvidia, estas tarjetas gráficas ofrecen como mínimo un 150% más rendimiento que los chips M que están sustituyendo.
Nvidia apuesta por el sector del juego portátil porque es optimista en cuanto a su crecimiento. Según Aevermann, actualmente hay una base instalada de 20 millones de portátiles que se usan para jugar, en comparación a los 52 millones de PlayStation 4 o 29 millones de Xbox One. La compañía espera que las ventas de portátiles gaming suban un 30% este año y quiere que la serie GTX 1000 sea la que ayude a que esto suceda.
Está previsto que los grandes fabricantes como Lenovo, Alienware, Asus, MSI, Acer o Razer ofrezcan portátiles con tarjetas gráficas basadas en Pascal. Nvidia está convencida que un portátil con una GTX 1060 puede tener un grosor de solo 18 milímetros y no pesar más de 1,8 kilogramos. En un par de meses los OEM podrán ofrecer portátiles con tarjetas GTX Serie 1000 con overclock de fábrica (en torno al 10%), configuraciones SLI o refrigeración por agua.