Este plan de reestructuración obedece principalmente a dos objetivos, simplificar la forma en la que se trabaja y la integración de la división Nokia Devices and Services. Esta integración será la que se cobre más puestos de trabajo, pues serán 12.500 los empleados despedidos. El negocio de telefonía de Nokia fue adquirido por Microsoft en septiembre del año pasado por 3.790 millones de dólares, y aproximadamente unas 32.000 personas fueron transferidas de la compañía finesa a Microsoft.
Nadella también ha proporcionado algunas pistas para saber hacia dónde se dirige Microsoft con la adquisición de Nokia. “Tenemos la intención de cambiar el diseño de los productos Nokia X para convertirlos en productos Lumia con Windows”, dice el CEO en el memorándum. Eso significa que los móviles con Android de Microsoft desaparecerán con el tiempo. “[Esta decisión] se basa en nuestro éxito en el espacio de los smartphones asequibles y se alinea con nuestro foco en las aplicaciones universales para Windows”.
Por el momento se desconoce si el recorte de personal tendrá impacto en la división de Xbox. La última gran reestructuración de personal de Microsoft fue en 2009 cuando se despidieron a 5.800 empleados.