La noticia sobre la ilegalización de los flashcarts en España es una farsa

jiXo
ImagenHa tardado mes y medio, pero Nintendo no podía dejar pasar la oportunidad de aprovechar la sentencia de conformidad del primer juicio por flashcarts para anunciar una victoria histórica contra la piratería. Ilegalización de los cartuchos según unos medios, punto de inflexión en la historia de nuestro país según otros, es para Nintendo una sentencia crítica en el apoyo a la protección de la propiedad intelectual, la primera en relación a las ‘tarjetas R4’ y, lo más importante, es clarísima reconociendo la existencia de delito y condenando a pena de cárcel, y además, es firme y no puede ser apelada (sic).

La realidad sin embargo dista de esta eufórica interpretación, pues como ya comentamos en su día el juicio no llegó a celebrarse. Al contrario, los dos acusados pactaron una indemnización de 2.000 euros cada uno, autoinculpándose a cambio de ahorrarse mayores costes judiciales, y el juzgado se ha limitado a aceptar el acuerdo de condena, sin debate ni discusión jurídica alguna. Citando a David Bravo, que ya comentó una sentencia similar:

La noticia no es que se ha dictado la primera sentencia condenatoria [...] La verdadera noticia es que una persona se ha declarado culpable de algo que no era delito según el 100% de los jueces que habían resuelto anteriormente casos idénticos al suyo. Conociendo muy bien la debilidad de los argumentos de contrario, puedo decir que ésta era la única forma de que la industria consiguiera su ansiada sentencia condenatoria: encontrando a alguien lo suficientemente asustado como para aceptar entrar en el juzgado a asentir con la cabeza cuando le llamaran pirata. La industria, que perdía por 8 a 0, ha celebrado en todas las televisiones un gol en propia puerta del equipo contrario como si hubiera sido fruto de sus excelencias futbolísticas.

Este juicio sin juicio fue el primero exclusivo sobre flashcarts, tras algún sobreseimiento en el que sí leímos razonamientos del juzgado, pero próximamente tendrán lugar varios más y veremos lo que realmente opinan los jueces.