Un miembro de Xbox-hacker ha conseguido utilizar una versión del kernel inferior en su Xbox 360 actualizada, pudiendo cargar el famoso disco de demos. Para ello ha tenido que modificar (vía hardware) la memoria flash de la consola, invalidando las actualizaciones.
El proceso es complicado, peligroso, no funciona con las nuevas versiones del kernel (v2.0.4552.0 y posteriores) y actualmente carece de utilidad para el usuario final. Sin embargo abre otra puerta de investigación y nunca se sabe hacia donde podría llevar.