Las recompensas para los que sean capaces de encontrar un exploit para el sistema se dividirán en dos categorías. Aquellos que comprometan el explorador o el sistema como un usuario invitado o registrado ganarán un premio de 110.000 dólares. Los que además consigan que el ataque sea persistente tras reiniciar el dispositivo se llevarán 150.000 dólares. En ambos casos los exploits se deberán aplicar desde una página web.
Además de los premios para los maestros del código, Google asegura que está considerando "bonificaciones significativas" por demostrar algún exploit particularmente sorprendente o impresionante. Todos los hackers que se aventuren a romper el software de los de Mountain View deberán demostrar su método de ataque en dos Chromebook corriendo la última versión estable de Chrome OS para la fecha del evento. Cualquier software complementario que se incluya en la instalación por defecto del sistema se puede utilizar como parte del ataque.
Con este evento Google espera matar dos pájaros de un tiro demostrando la robustez de su sistema y de paso detectando posibles bugs, ya que los participantes deberán explicar a la compañía con pelos y señales sus métodos de ataque exitosos. El evento del año pasado, que también fue un enfrentamiento entre hackers y Chrome OS, pasó sin que ningún aspirante pudiese hacer frente al sistema de Google.