Una vez se complete la compra Disney será la propietaria de los derechos sobre licencias cinematográficas como Avatar, Alien, El Planeta de los Simios, X-Men, Los Cuatro Fantásticos o Deadpool (se reúnen de nuevo con sus compañeros de Marvel), y series incluyendo The Americans, Expediente X, Futurama, Firefly, This Is Us, Modern Family y Los Simpsons. Disney también se queda con FX Networks y National Geographic, así como la participación de 21st Century Fox en en canal internacional Sky, cuyo servicio de streaming ha llegado recientemente a España, y Endemol Shine Group (MasterChef).
Esta adquisición permitirá a Disney aumentar hasta el 60 % su participación en Hulu, un servicio de streaming que en Estados Unidos compite con Netflix, Amazon Video y HBO. El resto de la compañía se divide entre el 30 % de NBC (Comcast) y el 10 % de Warner Bros. Hulu no está presente en España y hasta ahora la mayor parte de su programación original que incluye series como The Handmaid's Tale y Future Man lo ha estrenado HBO.
Desde hoy Disney se encuentra en una posición aún más fuerte para hacer frente a Netflix, Amazon Video o HBO (propiedad de Warner Bros.). A los activos de 21st Century Fox hay que sumarle la factoría de dibujos y películas animadas de Disney, el universo Marvel y la franquicia Star Wars. Sin duda alguna contenido más que suficiente como para lanzar un servicio de streaming que plante cara a cualquiera ya existente.
Con este movimiento Fox se deshace de todas las divisiones de entretenimiento y se concentrará en sus rentables canales de noticias y el negocio deportivo. La compañía mantiene el control sobre Fox Broadcasting Company que incluye Fox Sports, Fox News y Fox Business. Además la familia Murdoch, cuyo patriarca es el máximo responsable de Fox, se queda con algo menos del 5 % de Disney gracias su participación en 21st Century Fox.