El Snapdragon 675 cuenta con dos núcleos de rendimiento que funcionan a 2.0 Ghz, acompañados de seis núcleos a 1,78 GHz pensados en la eficiencia y cuyo objetivo es actuar en escenarios de una menor exigencia. Estos números sitúan al nuevo procesador de Qualcomm lejos del Snapdragon 845 que equipan los smartphone de gama alta, pero le permiten ofrecer unas prestaciones casi idénticas y en ocasiones superiores al Snapdragon 710, que debería encontrarse en un nivel superior. Sin embargo, estos dos últimos aún se benefician de un proceso de fabricación de 10 nm, mientras que el 675 se conforma con 11 nm.
Qualcomm asegura que el Snapdragon 675 ha sido diseñado para superar al Snapdragon 670 en todos los escenarios, pero la compañía destaca sus mayores prestaciones en el apartado gaming, con optimizaciones tanto para juegos como para algunas soluciones gráficas incluyendo Unity y Unreal, así como las API Vulkan, OpenGL 3.2 y OpenCL. El Snapdragon 675 también ha sido construido pensando en los smartphone con una configuración de tres cámaras (frontales y posteriores), para así sacar el máximo rendimiento de los sensores gran angular, teleobjetivo y súper gran angular, ofreciendo además soporte para un zoom de hasta cinco aumentos.
Asimismo, el Snapdragon 675 ofrece soporte para el sistema de carga rápida Quick Charge 4+ y cuenta con una unidad dedicada a la inteligencia artificial. Los primeros móviles equipados con el nuevo procesador de Qualcomm deberían estar disponibles durante el primer trimestre de 2019.