En 2021
Zynga compró Echtra Games (Torchlight III) con el objetivo de dar el salto a las consolas y PC, pero cuatro años después decide cerrar el estudio sin haber lanzado ni un solo título. Esta decisión es una nueva muestra del fracaso de este gigante de juegos para móviles en su intento de ir más allá de iOS y Android. El primero fue el
fiasco de Star Wars: Hunters, un juego como servicio
free-to-play que duró menos de un año en Steam. Detrás de todo tenemos a Take-Two, que en 2022
pagó 12.700 millones de dólares por Zynga.
Según ha informado Zynga a
IGN, la compañía "ha tomado la difícil decisión" de poner fin a las operaciones del estudio Echtra Games, liquidar todos sus proyectos y ejecutar despidos. Se desconoce cuántos empleados se han visto afectadas por el cierre, pero en LinkedIn hay como mínimo 60 personas en cuya ficha indican que trabajan en Echtra Games. Zynga asegura que esta decisión "forma parte de un reajuste estratégico de los recursos y prioridades de la empresa", una frase que se puede leer en cualquier comunicado similar.
Echtra Games no es un nombre demasiado conocido, pero detrás de este estudio afincado en San Francisco encontramos lo que en su día fue Runic Games, un equipo de desarrollo donde se reunieron veteranos de Blizzard North (Diablo) y Flagship Studios (Hellgate: London) liderados por Max Schaefer, cocreador de Diablo. Runic Games fue el estudio responsable de Torchlight (2009) y Torchlight (2012), pero en 2014 varios de sus dirigentes lo abandonaron para formar Echtra Games y trabajar en Torchlight Frontiers, un título que se terminaría transformándose en Torchlight III y que en 2021 se
quedó sin desarrollador.
Antes de su despedida Echtra Games se encontraba trabajando en RPG que no ha llegado a ser anunciado ni mostrado. No está claro por qué Zynga cierra este estudio, pero con este movimiento parece que dice adiós a su ambición de apostar por las consolas y PC, un plan que trazó antes de ser adquirida por Take-Two, un editor que tiene este campo muy bien cubierto. De hecho su objetivo es que Zynga le ayude a
llevar sus franquicias a los dispositivos móviles. En los últimos meses Take-Two ha realizado otros movimientos como la
venta de Private Division, un sello editorial centrado en juegos de estudios independientes.