Como alguien cuyo segundo juego de cartucho para consola en toda su vida fue el Sonic 2 de Master System (siendo el primero el Fantasy Zone; el Alex Kidd como venía en la memoria no cuenta), al cual he podido echar ingentes horas, junto a su precuela Sonic 1 y su secuela Sonic Chaos, aprendiéndomelos como la palma de mi mano, y como persona cuyo juego no RPG ni conversacional favorito de la historia es el Sonic 3 & Knucles, quedando en su día impresionado por el salto técnico cuando vi y jugué por vez primera al Sonic 1 de Mega Drive en casa de mi prima, puedo espetar lo siguiente:
No tienen nada que ver. Son dos juegos completamente diferentes, y dos tipos de juego muy distintos:
Si bien el diseño de personaje, el argumento y la mecánica de juego son lo mismo, el Sonic 1, 2 y Chaos de Master System son juegos muy pausados, centrados en saltos de precisión, sin grandes alardes de velocidad (salvo que los comparemos con el Mario), aunque tienen pendientes que permiten acelerar, muelles horizontales y grandes caídas, con fases relativamente cortas, algunas de las cuales se pueden llegar a finalizar en tiempos récord tales como 16, 15, 14 ó 13 segundos, tal y como aparece recogido en la sección de trucos de alguno de los primeros números de la revista Todosega, en cuyo caso en el Sonic 2 te dan una millonada de puntos exponencial por cada segundo adicional logres recortar al cronómetro —de lo que se deduce que no es fácil obtener esas marcas de tiempo pero que no es imposible, al menos para algunos actos—;
Por su parte, los Sonic 1, 2, 3 y Knuckles de Mega Drive son juegos mucho más centrados en la velocidad y en mapeados inmensos casi imposibles de aprender de memoria. Es algo que no ocurre en Master System, donde muchos de los mapeados te los puedes aprender rápidamente, con alguna excepción y por lo enrevesados que son, como la Zona del Cerebro Metálico (Scrap Brain), especialmente los actos 2 y 3, o en menor grado el acto que viene después de electricidad (por más lineal) y el acto 2 de la Zona Aérea de Sonic 2 (la famosa fase de la lluvia), o el acto 2 de la última zona de Sonic Chaos. Son excepciones que desafían a mi juicio la capacidad de almacenamiento y de procesamiento de una Master System, pero es que en los juegos de Mega Drive esto es prácticamente la norma: recordemos Spring Yard Zone (o Zona de Rebotes), la Zona del Laberinto, cualquiera de los tres actos de Scrap Brain, o la extensa Zona del Mármol, por no hablar ya de las fases que se ven en Sonic 3 & Knuckles, donde esto es muchísimo más exagerado si cabe (se decía en el manual de instrucciones que normalmente eran de mapeados 4 veces más extensos que los que se podían ver en Sonic 1 ó en Sonic 2).
Quizá Sonic CD estaría a medio camino entre ambos conceptos de juego: tiene los tramos de velocidad trepidante, qué duda cabe, donde el muñeco se descontrola, de hecho hay que alcanzar estas velocidades durante cierto rato para poder viajar en el tiempo y poder obtener los futuros buenos, y así activar el final bueno sin pasar por los bonus de esmeraldas, pero tiene también grandes tramos donde hay que medir el salto o por donde debes ir con cuidado si no quieres dejarte atrás cosas, como encontrar los carteles de viaje temporal y tramos de velocidad donde poder sacarles partido, los 50 anillos que permiten acceder al bonus a final de fase, o hallar las máquinas mecanizadoras cuya destrucción permite limpiar el nivel y cambiar el futuro. Por ese motivo fue el primer Sonic que incorporó una opción de guardado de partidas que luego heredaría y mejoraría o perfeccionaría Sonic 3 y Sonic 3 & Knuckles (convirtiéndolo en el mejor Sonic).
Aquí opera también la cuestión de que Sonic CD todavía utilizaba el motor de Sonic 1 pero ya quería evolucionar peligrosamente a lo que se vería en Sonic 2 y en Sonic 3, de los grandes tramos de velocidad frenética que se combinan y alternan con el plataformeo de forma casi constante, fusionándose ambos, de un modo que ya quisiéramos haber podido llegar a ver en los Sonic en 3D, la mayoría de los cuales, quitando el primer Sonic Adventure, para mí no son verdaderos Sonic (el Sonic 3D estaría ahí, ahí, en la línea fronteriza, y es en cualquier caso un Spin-Off de libro, desde luego fue completamente incapaz de trasladar nada de esa velocidad a Ia isometría pseudo-3D, y no mucho del salto bien calculado ya que no te puedes caer por barrancos, en contraposición a lo que luego veremos en los Sonic en 3D de que prácticamente no hay otra cosa que velocidad sin sentido, a lo loco, simulando una especie de juego de carreras y cuando no es así y te da algo de libertad de moverte a lo ancho u hondo por el mapeado se hace imposible de manejar con precisión el personaje a poco adquiere algo de esa velocidad).
En fin, los Sonic 2D de Master System y de Mega Drive/CD para mí mostraron el camino de lo que debe ser un juego de Sonic redondo. Y lo hicieron adaptándose a lo que ofrecía la máquina y tirando, los primeros, por el plataformeo puro al estilo de lo que sería un Alex Kidd o un Super Mario mejorados, y los segundos, por una combinación equilibrada y perfecta entre la velocidad plataformera y el control, que sólo hemos podido volver a ver de manera reciente en experimentos como Sonic Mania o el extraoficial y magnífico Sonic 3D 2D, digno continuador de lo que debería haber existido y venido después de Sonic Knuckles.
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