A ver, es normal que interese más la muerte de alguien conocido a nivel popular que no un particular. Y si es alguien que ha dado a conocer la canción española fuera de nuestras fronteras, razón de más.
Precisamente por ello, su muerte podría servir de ejemplo, como, en el caso que a mi más me afecté en su momento, la muerte de Freddie Mercury puso sobre el tapete el SIDA.
Sin embargo, su muerte no debería ser materia de comercio no de enriquecimiento de nadie igual que no deberia serlo la de nadie. No veo NADA la tele porque cuando estoy en casa son mis padres los que se adueñan de ella y se ponen pelis que les gustan o ven el REDES grabado de la noche anterior (eso sí lo suelo ver a veces). Cada vez más me alegro de que mi casa funcione así.