AngoraSaki escribió:No soy de País Vasco pero he leido todo el hilo y veo que se está volviendo muy complicado todo; y yo me pregunto... tu primo, el principal afectado de todo esto.. ¿Ha pensado alguna vez algo de lo que hace o de lo que le está pasando?
Sé que por lo del accidente, supongo que hace que actue de forma inconsciente, pero... no sé, de igual forma que se relaciona sin pensar, actua sin maldad, pero... ¿No te cuenta su visión? ¿No le ves algún signo de preocupación?
¿Y no deberían hacerle alguna prueba y ver si debería ir acompañado para que las cosas se calmen un poco?
*Aunque eso seguro que la gente lo ve peor y todo, dos personas juntas, ofreciendo globos xD tal como están las cosas, hasta linchan al acompañante acusándolo de cómplice de algo*
Mucha suerte, seguiré el hilo, a ver si las cosas mejoran, porque la inocencia, por más que se quiera, la gente no quiere reconocerla...
Una cosa es que su forma de comportarse sea tan abierta que hasta dé miedo, y otra es que realmente sea un peligro para los demás. Hay un buen trecho.
Y los problemas mentales son muy muy muy complicados... Es algo que la gente que no vive con alguien que los tenga, o los sufra en sí mismos, no podrán entender. FUERZA!
Gracias por los ánimos. Te cuento: hablé con él del tema el mismo día que le ayudé en el centro comercial que he comentado antes, mientras cenábamos. Obviamente le dije que tenía que dejarse de besos, globitos y niños, que si no se daba cuenta de que no hacía más que meterse en líos. Él contestó que ya no pedía besos y que le daba igual que llamaran a la policía porque no hacía nada malo, que le compensaba si hacía sonreir a un niño. Mientras hablábamos pintó una de sus caras raras en un globo y se lo ofreció a un crío que pasó con su padre junto a nuestra mesa. Por supuesto, el padre no le dejó cogerlo.
Ayer intercambié con él varios whatsapps. Le estoy ayudando a recopilar todo lo que se está enviando por las redes sociales para que denuncie a los autores. No se si por leer las barbaridades que dice la gente sobre él y por la reciente paliza me ha dado la sensación de que ésta vez sí es consciente del problema gordo que tiene encima. Veremos.
Sobre lo de hacerle pruebas o meterle en sitios. A ver. Él es "normal", pero raro. Es perfectamente capaz de llevar una vida autónoma, creo que no tiene ninguna secuela física del accidente (a excepción de la voz cascada por llevar respiración asistida cuando estuvo ingresado, alguna cicatriz visible y que no tiene olfato, creo que por haber estado en coma tres meses). Mentalmente es una persona lúcida, razón por la que mucha gente le ve como un jeta. Puedes hablar con él de cualquier tema en una conversación normal. Quiero decir que no es como alguien con Down, que se nota de manera clara y visible. Su problema es que no percibe los límites de los comportamientos sociales. Ve a un niño y se acerca a darle un globo. Ve a una chica que le gusta e intenta hablar con ella. Lo que no ve es la mala cara de los padres o la incomodidad de la chica. No es consciente de la imágen que causa. Y como además es bastante pesado puede insistir sin darse cuenta de que debería darse la vuelta y dejar a la persona tranquila. Pero NO es agresivo, nunca lo ha sido. Y eso lo puede decir la misma policía, porque siempre colabora cuando aparecen. Entrega su documentación y espera pacientemente. Hasta cuando le pegan se suele a limitar a cubrirse de los golpes.
elalbert78 escribió:Y en segundo lugar, a ver... Parece ser que el "supuesto pederasta" lo único que hace es situarse en sitios concurridos repartiendo globos, pegatinas, disfrazado, etc... Lo cual atrae la atención de los niños y por consiguiente la desconfianza de los padres ya que, por muy buenas intenciones que tenga, no deja de ser un desconocido y todo padre que se precie prohibirá a su hijo que se acerque a él. Así pues, es natural que la presencia de esta persona inoportune a mucha gente llegando incluso a causar molestia e incomodidad. Por poner un ejemplo, si estoy en Disneyland Paris y me topo con un señor disfrazado de Mickey Mouse no desconfiaré como padre, dejaré que el niño se acerque al famoso ratón, que le salude, que le bese y sacaré unas preciosas fotos de recuerdo. Pero si estando en un parque público se me acerca un tipo vestido de payaso y le ofrece un globo al crio es muy posible que le envie a la mierda.
Lo se. Yo mismo soy padre y entiendo la desconfianza de los demás cuando aparece, y no critico que no le dejen acercarse a sus hijos. Pero estamos hablando de una acusación gravísima y del linchamiento público, primero virtual en las redes sociales y luego en la vida real, de una persona que lo único que hace es tener pinta rara, dar globos a los niños y ser bastante pesado en algunas ocasiones. Si es un pederasta que ha abusado de algún niño... ¿Por qué la tal Zulema del facebook que puse más atrás no interpone una denuncia en la comisaría más cercana? ¿O cualquiera de los que afirman que lo es?
Es decir, hay que comprender que la conducta de esta persona no es normal y además resultará molesta en una gran mayoría de casos. Aquellas personas a las que les gustan los niños tienen infinidad de posibilidades de disfrutar de los más pequeños en contextos adecuados y que no tienen porque requerir una formación académica compleja: monitor de colonias, payaso en fiestas de cumpleaños, talleres de pintura o dibujo y un largo etcétera de actividades en las que se puede disfrutar de los más pequeños sin causar recelo en los padres.
La realidad es que no. Ya se le ocurrió aparecer por una guardería de nosedónde y poco más que llamaron a los geos.
Si realmente no hay mala intención y lo único que aquí sucede es que el "supuesto pederasta" es un enamorado de los niños, animaría a la familia a que intentara que dejara de ir solo por parques y plazas molestando y creando desconfianza en la gente, y en su lugar acompañarle a realizar actividades lúdicas en las que pueda estar en contacto con los más pequeños en un contexto adecuado, controlado y entretenido.
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La gente ha llamado a la policía incluso estando mi primo en un parque con sus propios sobrinos acompañados de su hermano, o jugando con sus primos pequeños un día tras una reunión familiar. La paranoia es total.