Un mes después de poner a la venta Switch 2, Nintendo lanza su segunda gran apuesta para animar a los jugadores a adquirir la nueva consola. Se trata de Donkey Kong Bananza, una aventura en 3D detrás de la cual encontramos al equipo responsable de Super Mario Odyssey (2017). Si hacemos caso a las notas de la prensa, la media es de 90 sobre 100, la nueva aventura de Donkey Kong competirá en los premios de 2025 en la categoría Juego del Año.
La historia de Donkey Kong Bananza empieza cuando nuestro protagonista descubre la Isla Lingote donde hay plátanos dorados. Sin embargo, cuando va a echarle mano a un ejemplar de la fruta se desencadena una tempestad que lo lleva bajo el suelo. Ahí es donde encuentra a Pauline, una joven cantante que quiere regresar a su casa en la superficie. Detrás de todo este desaguisado encontramos a la Void Company. La leyenda dice que quien logre alcanzar el centro del planeta se le concederá un deseo, así que Donkey Kong y Pauline emprenden un viaje hacia el núcleo interno con la esperanza de cumplir con su respectivo anhelo.
La nueva aventura de Donkey Kong se desarrolla en un mundo subterráneo donde los paisajes cambian a medida que se desciende. Centrar la acción bajo el suelo no limita para nada la variedad de los mapas, pues tenemos desde niveles con nieve a playas soleadas pasando por selvas. Lo único en lo que coinciden todos los mundos de este título es en que ofrecen libertad absoluta para moverse, el único límite es el físico de Donkey Kong, y prácticamente todo lo que se ve se puede destrozar. La destrucción usa la tecnología de vóxeles, es capaz de provocar grandes cambios en los escenarios y sobre ella giran todas las mecánicas de la jugabilidad.
Donkey Kong no destruye los escenarios porque sí, sino que lo hace con el objetivo de explorar, resolver rompecabezas y derrotar a los enemigos. Una de las metas consiste en encontrar bananas para obtener puntos con los que aumentar la vitalidad máxima de Donkey Kong y la potencia de sus puñetazos o aprender nuevas habilidades. A todo ello debemos sumarle las canciones de Pauline y su efecto en Donkey Kong, que al escucharla se transforma temporalmente. Bananza Kong otorga un gran poder destructor, Bananza Cebra permite desplazarse rápidamente y con Bananza Avestruz se puede volar y lanzar bombas.
En su viaje hacia el centro del planeta Donkey Kong lidiará con los esbirros y jefes de la Void Company, que ha bloqueado los accesos a los estratos inferiores, y encontrará otros desafíos como combates con límite de tiempo o secciones de desplazamiento lateral. En el mundo subterráneo también hay fósiles que sirven para adquirir atuendos para Donkey Kong y Pauline. Casi todos los artículos confieren alguna ventaja. Por otro lado, el título ofrece un modo cooperativo donde el segundo jugador controla a Pauline, que desde la espalda de Donkey Kong lanza proyectiles vocales que pueden ser de ayuda tanto en la exploración como en combate.