@GXY Mis más sinceras condolencias a ti y a todo el que pase por ello o lo vivan de cerca (que creo que nos ha pasado a todos al menos con algún familiar o ser querido).
La radio y la quimioterapia "de amplio espectro" son tratamientos altamente inespecíficos, puros venenos, que se administran como último recurso porque se espera que maten antes a las células tumorales dado que se dividen más. Pero también matan muy rápido a las células sanas y especialmente a las células madre, de ahí los efectos secundarios tan evidentes. Los mismos compuestos que se usan en laboratorio para inducir muerte celular en un cultivo de células sanas (por ejemplo, cis-Platino, nocodazol o MMS -metilmetanosulfonato, no la tan de moda "solución mineral milagrosa"-) son los que se usan en este tipo de quimioterapia. La radioterapia es más bestia, directamente hace trizas el ADN... Y lo peor es que eso es incluso ventajoso para ciertas células tumorales, pues les confiere nuevas mutaciones ventajosas para su supervivencia y división descontrolada.
Ahora bien, por suerte, en los últimos 20 años se ha avanzado muchísimo en el descubrimiento y tratamiento con quimioterapias selectivas. Es decir, usar fármacos que ataquen directamente a la proteína mutada responsable del tumor, o bien, como generalmente son bastantes, a la principal de ellas. Estos compuestos químicos en ocasiones han sido extraído de otros seres vivos (plantas y, muy comúnmente, esponjas de mar), otras sintetizados al azar y en otros casos diseñados de forma racional tras un conocimiento previo de sus proteínas diana y los mecanismos moleculares en los que intervienen. Han dado resultados prometedores en ciertos casos: El Gleevec (Imatinib) y derivados, un inhibidor de tirosina-kinasas mutadas responsables de ciertas leucemias, ha posibilitado que desde primeros de siglo muchos de estos pacientes puedan llevar una vida normal en vez de morir a los pocos años. Los inhibidores de PARP (proteína de reparación del ADN) para ciertos tipos de cáncer de mama. Inhibidores de Ras (proteína de señalización para proliferación celular) para cáncer de pulmón, inhibidores de B-Raf (similar a la anterior) para melanoma, inhibidores de PI3K (una de las principales proteínas que activan la proliferación celular). Inhibidores de proteínas del ciclo celular como CDKs-PLK1-AURKB. Rapamicina, inhibidor de mTOR, proteína que conecta el metabolismo con la proliferación celular. Inhibidores de telomerasa, proteína responsable de la inmortalidad celular por su efecto antienvejecimiento al mantener los telómeros, extremos de los cromosomas que se van desgastando en cada división celular. Fármacos epigenéticos que actúan sobre las modificaciones químicas del ADN y de sus proteínas de unión que presentan patrones aberrantes en cáncer, tales como inhibidores de DNMTs (metilasas de ADN) o de HDACs (desacetilasas de histonas). E incluso nuevas estrategias como inhibidores de ATR (principal proteína kinasa responsable de responder al daño endógeno en el ADN, el que se genera en su replicación) para tratar los los tumores sometidos a estrés replicativo (aquellos donde la replicación del ADN es muy rápida y por tanto les genera errores que de no repararse les resultan letales).
Esto por citar sólo algunos ejemplos que me vienen a la mente, pero la lista en inmensa. Todo ello ha funcionado en laboratorio y ya está en fase clínica, en algunos casos la ha superado con éxito y ya son fármacos que salvan vidas. El mensaje es que sí, la investigación da sus frutos y se avanza bastante, por suerte hoy día la radio y la quimio inespecífica son vistas como opciones de último recurso que, con sus inconvenientes, prolongan más la vida del paciente y ofrecen mayores posibilidades de curación que si no se administraran.
El problema, como comenté unos mensajes atrás, es que el cáncer es tremendamente complejo y los mecanismos que están alterados soy muy diversos en cada tumor y en cada paciente, y además van cambiando debido a la aparición de nuevas mutaciones, algo que se acelera debido a la inestabilidad genómica de la célula tumoral. Ni siquiera conocemos aún todos los procesos bioquímicos de una célula normal, por lo que es imposible conocer todos los posibles errores y su tratamiento.
Dar con el santo grial que cure todos los cánceres se ve aún como un imposible. La solución pasaría más bien por la medicina personalizada, que, aunque muy cara y requiriendo de muchísimo trabajo y del cambio total de infraestructuras y de modelo económico-sanitario, al menos empieza a ser posible al haberse acelerado enormemente las técnicas de high-throughput y la secuenciación de genomas (hoy día en unos días tienes secuenciado el genoma completo de un tumor, y sin embargo hace 10 años tomaba meses y hace 20 años la secuenciación del genoma humano requirió de años).
Por supuesto, aparte de los avances en quimioterapia dirigida, tenemos también avances en terapias génicas de nueva generación gracias a las herramientas del CRISPR y la mayor eficiencia en su aplicación a pacientes, que posibilitan, literalmente, efectuar una cirugía génica a nivel de ADN de forma ultraespecífica. También está la inmunoterapia, que, por cierto, ha sido objeto del último Premio Nobel de Fisio & Medicina, concedido por la investigación de las estrategias de inhibición del checkpoint del sistema inmune para tratar el cáncer. Además de eso, los métodos que tenemos ahora para diagnóstico y detección del cáncer son más eficaces y baratos que nunca. Y no sólo eso, también en prevención, donde cualquiera puede hacerse análisis genéticos para ver si de partida tiene ciertas mutaciones oncogénicas, así como realizar el seguimiento a lo largo de su árbol genealógico familiar y estudiar la posibilidad de que su futura descendencia las herede. Es más, ya incluso tenemos los conocimientos y los medios para detectar y corregir estas mutaciones (y las responsables de otras enfermedades) en embriones tempranos para evitar que en el futuro desarrollen la patología.
Habiendo avanzado tanto en tan poco tiempo, ¿no sería un poco descabellado despreciar todas estas posibilidades por darle crédito a las creencias sin fundamento de los 4 charlatanes de turno que buscan lucrarse a base de la desesperación del paciente?