Concluyendo mi reto personal de pasarme todos los Final Fantasy de la serie principal, ya solo me faltaba el que supongo que será el más incómodo de todos a día de hoy: el Final Fantasy XI. He acabado el juego base y las expansiones deberán afrontarse con otra filosofía.
Lo cierto es que sí, es muy complicado jugar hoy en día a FFXI. Ya decir que darte de alta en PlayOnline, el servidor que gestiona el juego, es una hazaña. Pero, además de eso, entrar en Vana’diel no es nada fácil: estás completamente desubicado sin saber qué hacer y ni siquiera te aclaras con la interfaz.
Aproveché una prueba de 15 días para probarlo y reconozco que, después de todo el follón, al entrar en el juego y ver el pifostio que se me venía encima, desistí. Pero gracias al usuario Lázaro —seguramente la persona más puesta en FFXI de toda España— que me fue explicando todo lo esencial en una sola sesión, fue suficiente para poder adaptarme al juego. Aun así, ha sido complicado por muchos motivos. Es indispensable tener un padrino, alguien a quien consultarle cosas. Debes jugar consultando la web FFXIclopedia, que viene a ser una guía; es imposible jugar sin ella porque irías super perdido. ¡El juego no tiene minimapa! Debes descargarte addons, plugins y más historias si quieres jugar en condiciones óptimas. Y si no estás muy puesto en los MMORPG a un buen nivel, todavía irás más perdido.
Ah, y por supuesto, el juego está en inglés, pero lo que yo pensaba que iba a ser la parte más incómoda realmente no lo ha sido. Gracias a un addon que traduce los cuadros de texto —un poco regulero pero más que suficiente para seguir la historia—, algo así como el Tataru Helper o el Eclossian para los que habéis jugado al XIV. Con todo, podría decir que me ha costado más poder jugar al FFXI en condiciones que jugar al propio FFXI. Y este es otro punto importante: al ser un juego de cuota y ver todas las barreras que tiene, uno se plantea seriamente si esas cuotas merecen la pena para jugar en estas condiciones. Ya me parecía mal en el XIV por otros motivos.
Con la prueba gratuita y comprando el juego por 10€, he tenido tiempo suficiente —50 horas— para pasarme el juego base y aún tengo prácticamente un mes más. El problema es que la trial no te da acceso a las subastas, y en la historia principal hay un objeto que es necesario para terminar una misión y que es muy complicado de conseguir jugando (hay que subir el nivel de prestigio y eso requiere hacer muchas misiones secundarias).
Centrándonos en el juego como tal. Hay que situarse en que este fue un juego pionero en los MMORPG (antes que el WoW) y la cosa ha cambiado mucho. Estamos ante un trocito de la historia de los videojuegos. Podemos crear nuestro personaje eligiendo entre varias razas, escoger 3 naciones y un job. Además, nuestro personaje también aprenderá habilidades del arma que use: es una especie de mezcla de FFII, FFIII y FFV. Los hechizos hay que cómpralos o famearlos de enemigos y para subir de nivel a partir de 50 debes hacer misiones para desbloquearlo rangos de niveles, esto la verdad que no me ha gustado nada.
En este juego se rompió la jugabilidad habitual de la saga con un nuevo sistema de combate: ya no aparecían las famosas pantallas rotas que inician un combate, ahora los enemigos pasean por el escenario y nos acercamos a ellos para entablar batalla, el FFXII actualiza de buena forma este planteamiento que posteriormente se ha visto en multitud de juegos. El juego dispone de un sistema de Trusts, que invocas a varios héroes del juego para que te ayuden, y esto simplifica mucho las cosas, ya que al ser un juego online se nota que es necesario hacer las cosas con más gente. Aunque el juego está muy vivo, obviamente no todo el mundo tiene colegas para jugarlo. Matador son los viajes que te tienes que pegar de un lado a otro, siendo vital desbloquear los teletransportes, hay partes desesperantes sobre todo cuando te toca viajar a los 3 reinos. Encima, empiezas de culo con todo el tema del equipo y el dinero, que si no llega a ser por un consejo de Lázaro, no habría conseguido nada de dinero.
Me ha parecido muy interesante que las mazmorras, en lugar de ser instancias aisladas, están abiertas y puedes encontrarte a muchos jugadores dentro de ellas. Aunque se echa en falta bosses finales en ellas. De hecho, en estas casi 50 horas que me ha supuesto pasarme el juego base, tan solo hay 3 bosses como tal (sí que existen versiones de enemigos tochos por el mapa que son como super bosses).
Se nota que el XIV emplea cierto paralelismo introductorio de XI, solo que lo ha hecho más actualizado a los nuevos juegos como WoW, pero tiene partes calcadas.
A nivel argumental poca cosa. Obviamente en el juego base no hay mucha historia, pero ya se puede entrever que existe algo más gordo detrás de este mundo. La historia la conocí hace años por internet y ciertamente esta primera parte es tan solo arañar la superficie. Aun así, tiene algún giro al final bastante bueno y es una historia que recuerda a las del comienzo de la saga.
Dispone de buena banda sonora y, aunque ya no estaba tan centrada en Nobuo Uematsu como en los títulos anteriores, él todavía participó en su creación junto a Naoshi Mizuta y Kumi Tanioka.
En fin, ha sido toda una experiencia en muchísimos sentidos. Pero con el paso de los años, será cada vez más inaccesible para los nuevos jugadores. Diría que se apoya totalmente en su público fiel de los inicios. Hay muchos más de los que uno puede imaginar, pero Square en algún momento deberá hacer algo si no quiere perder un Final Fantasy numerado: algún tipo de adaptación, versión 2D o algo así.
Con todo esto ya puedo tachar este FF que quedaba muy feo tenerlo hay colgado, ahora toca expansiones, segundas partes y spin off pero ya no le veo tan vital, la verdad que es una saga mágica que por desgracia a dado demasiados tumbos en sus ultimas entregas y espero que se reconduzca y se dejen de chorradas y experimentos.