Reducir los tiempos de viaje e impulsar la economía. Estos son los argumentos esgrimidos por el ministro de Transportes, Philip Hammond, para incrementar la velocidad máxima en las autovías británicas desde 70 millas por hora (112 km/h) hasta 80 millas por hora (128 km/h). Esto supondría un crecimiento del gasto en gasolina del 20 por ciento.
El Gobierno británico ha señalado que la seguridad no debe ser el único criterio empleado para fijar la velocidad a la que pueden ir los conductores en carretera. Los grupos que se oponen a la medida señalan que
el número de víctimas crecerá entre un 5 y un 10 por ciento.
El titular de Transporte desmintió las informaciones que indican que el Gobierno británico habría considerado reducir la velocidad máxima con el objetivo de
ahorrar gasolina ante la crisis en Oriente Medio,
como acaba de anunciar España. “No creo que sea algo que necesitemos considerar en estos momentos”,
ha declarado a Sky News.
“Los conductores sabrán qué hacer si necesitan ahorrar dinero. Si tienen que hacer una conducción más económica, pisarán el freno”, ha manifestado.
En la actualidad, Reino Unido cuenta con
una de las red de carreteras más seguras de Europa, siendo la autovías las más seguras,
según publica The Daily Mail. La velocida máxima en las autovías británicas ha sido de 70 millas por hora (112 km/h) desde 1965, por debajo de la mayoría de los países europeos.