El problema es que la mayoría de españoles sigue viviendo en la "nube-bonanza" de la última década pensando que dentro de poco volverán a tener la oportunidad de comprarse un BMW y ponerlo en la puerta de la supercasa con jardín y piscina, y que dentro de poco los bancos volverán a abrir el grifo de las hipotecas de 80 millones.