Las redes sociales tienen un acceso tan profundo a la información personal de sus usuarios, incluso cuando están fuera de las mismas, que pueden confeccionar retratos robot sumamente precisos únicamente a través de su huella digital. Compañías como Facebook tratan de aplacar a sus críticos con controles de privacidad granulares (que no necesariamente accesibles o comprensibles) y aseverando que no tienen nada que ocultar, pero eso no quiere decir que se sientan cómodas comunicando qué es exactamente lo que saben acerca de sus visitantes. Prueba de ello es la última campaña emprendida por la…