“Ya no será necesario un cargador diferente para cada dispositivo nuevo”, dice el Parlamento Europeo. “Gracias a la legislación aprobada, los consumidores podrán utilizar un único cargador para una variedad de aparatos electrónicos portátiles de formato pequeño y mediano de nueva adquisición, que deberán llevar integrado un puerto USB tipo C. Con independencia del fabricante, la obligación se aplicará a todos los teléfonos móviles, las tabletas, las cámaras digitales, los auriculares, los libros electrónicos, los teclados y los ratones, así como las consolas de videojuegos, altavoces, sistemas de navegación y ordenadores portátiles”.
Está por ver cómo se tomarán los fabricantes esta medida. La nueva legislación europea no solo los obligará a integrar un puerto USB tipo C en sus dispositivos, algo que Apple aún no hace con los iPhones, sino que aquellos que permitan una carga rápida deberán tener la misma velocidad de carga, “lo que permitirá a los usuarios cargarlos a la misma velocidad con cualquier cargador compatible”, dice el Parlamento Europeo. Los fabricantes suelen ofrecer sus móviles con un cargador acorde a las capacidades del dispositivo para ajustar costes y no todos los que tienen carga rápida, que son la mayoría a día de hoy, admiten los mismos vatios.
Apostar por un cargador único en toda la Unión Europea ahorrará a los consumidores tener que transportar y usar diferentes cargadores en función del dispositivo o fabricante. También es una medida que afecta al bolsillo, ya que según el Parlamento Europeo gracias a la mayor reutilización de los cargadores “los consumidores se ahorrarán hasta 250 millones de euros al año en compras innecesarias de estos aparatos”. En cuanto al medio ambiente, se estima que los cargadores que terminan en el cubo de la basura o en un cajón equivalen a unas 11.000 toneladas de residuos electrónicos anuales en la Unión Europea.
El cargador único será una realidad en la Unión Europea después de diez años. Para no esperar tanto con la carga inalámbrica, que poco a poco va tomando posiciones, la Comisión Europea se ha comprometido a armonizar los requisitos de interoperabilidad para finales de 2024.